Los autónomos españoles siguen viviendo bajo una incertidumbre total. El anuncio del incremento del salario mínimo interprofesional hasta los 900 euros pactada por Unidos Podemos y el PSOE está siendo un sinvivir para el colectivo que, de no haber ninguna medida que contrarrestre este efecto, tendrán que soportar un aumento en la cuota de autónomos de unos 32 euros al mes.
El ejecutivo ha movido la primera pieza: la esperada cotización en función de los ingresos. Una medida de calado que, sin embargo, parece difícil que se ponga en marcha cuando se apruebe la subida del 22 % del SMI, pues todavía tiene que articularse definitivamente. La intención del Gobierno es que la subida del SMI se traslade directamente a la cotización de los autónomos pero, ¿cómo pueden hacerlo?
Fuentes de las principales asociaciones de autónomos afirman que una de las posibilidades podría ser la congelación de la base mínima de cotización hasta que no se apruebe definitivamente la medida. Esta hipotética situación crearía, de forma temporal, un hito histórico: que la base mínima de los asalariados esté por encima de la base mínima de los autónomos por primera vez.
Ahora bien, como decimos, debería ser una medida temporal, mientras se perfila definitivamente el nuevo sistema de cotización basado en los ingresos del contribuyente. De otro modo, este escenario estrecharía la brecha entre los autónomos y los asalariados aún más. Además, habrá que ver si finalmente se puede llevar a cabo, pues la Ley no permite que ningún trabajador cotice por debajo del SMI.
En cualquier caso, el incremento del SMI está creando todo un maremoto en el colectivo de los autónomos. Su entrada en vigor será demasiado prematura, y no sabemos si los autónomos serán capaces de absorber, siquiera temporalmente, este incremento tan elevado, el más alto hasta la fecha.
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