En
China
acaban
de
comprobar
que
los
desiertos
pueden
ser
el
ambiente
ideal
para
instalar
paneles
solares.
Las
instalaciones
fotovoltaicas
en
zonas
áridas
no
solo
generan
grandes
cantidades
de
energía
limpia,
también
pueden
mejorar
el
ecosistema
local.
El
estudio.
Un
equipo
de
investigadores
de
la
Universidad
de
Tecnología
de
Xi’an
ha
descubierto
que
el
desarrollo
de
grandes
parques
solares
en
áreas
desérticas
tiene
efectos
positivos
en
el
microclima,
las
propiedades
del
suelo
y
la
vegetación.
El
método.
Para
medir
los
efectos
ecológicos
y
ambientales
de
la
instalación,
los
científicos
utilizaron
el
modelo «Conducción-Presión-Estado-Impacto-Respuesta»
(DPSIR)
recomendado
por
la
Agencia
Europea
de
Medio
Ambiente.
Evaluaron
57
indicadores
y
aplicaron
el
método
de
la
entropía
para
ponderar
cada
indicador,
dando
mayor
relevancia
a
aquellos
con
menos
variabilidad.
Los
resultados.
La
investigación
se
centra
en
el
Parque
Fotovoltaico
Gonghe
de
Qinghai,
una
enorme
instalación
de
1
GW
ubicada
en
el
desierto
árido
de
Talatan,
en
la
provincia
montañosa
de
Qinghai.
El
contraste
fue
contundente.
El
área
dentro
del
parque
solar
obtuvo
una
puntuación
de
0,4393,
calificada
como «general»
por
el
modelo,
mientras
que
las
zonas
de
transición
y
de
fuera
del
parque
fueron
calificadas
como «pobres»,
con
puntuaciones
de
0,2858
y
0,2802,
respectivamente.
La
conclusión.
El
desarrollo
fotovoltaico
mejoró
el
microclima,
las
propiedades
del
suelo
y
la
diversidad
de
plantas
y
microorganismos
en
el
área
donde
los
paneles
solares
proyectan
sombra,
reducen
la
presión
del
aire
y
humedecen
el
ambiente.
La
instalación
ha
modificado
la
distribución
de
energía
en
la
superficie
del
desierto,
creando
condiciones
más
favorables
para
la
vegetación
y
la
vida
microbiana. «El
desarrollo
fotovoltaico
ha
tenido
un
efecto
positivo
en
la
ecología
y
el
medio
ambiente
de
las
áreas
desérticas»,
afirman
los
investigadores
en
su
estudio
publicado
en
Scientific
Reports.
Qué
sigue.
Los
investigadores
proponen
monitorizar
a
largo
plazo
los
efectos
ecológicos
y
ambientales
de
las
instalaciones
fotovoltaicas
para
maximizar
sus
beneficios
y
minimizar
posibles
impactos
negativos.
A
medida
que
crece
la
demanda
de
energía
renovable,
se
volverá
crucial
entender
cómo
las
grandes
instalaciones
afectan
a
los
ecosistemas
locales
para
identificar
los
lugares
idóneos
donde
construirlas.
Imagen
|
Wei
Wu
et
al.