Charly García despidió el año en el Gran Rex: lo bueno, si breve, dos veces bueno

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El ícono del rock cerró anoche su gran año con La torre de Tesla en un concierto que duró solo una hora. Final abrupto para un encuentro emocionante.

Charly García lo hizo otra vez. En el mítico Gran Rex, que no es un teatro más en su historia, cerró por la noche de Martes 18 un gran año con La torre de Tesla que presentó junto a su banda en varias oportunidades, siempre con entradas agotadas.

Después de media hora de espera y con un público que no paraba de cantar “Borom bom bom, borom bom bom, esta es la banda de Say No More, el hombre del bigote bicolor salió a escena -eran las 21.30- para dar comienzo a un show que sorprendería a más de uno. Arrancó con “De mí”, una canción que supo cantar con la inolvidable Mercedes Sosa, quien después aparecería en las pantallas junto a otro clásico para recordarla.

Con Kiuge Hayashida en guitarra, Carlos González en bajo, Toño Silva en batería, Fabián “Zorrito” Vön Quintiero en teclados y Rosario Ortega en coros, García continuó con dos temas de su último disco Random: “La máquina de ser feliz” y “Rivalidad”.

El Gran Rex no es un escenario más en su historia. En ese escenario el máximo ícono del rock argentino presentó discos de sus dorados ’80 como Parte de la religión o Cómo conseguir chicas. Aunque el espectáculo La torre de Tesla repitió la escenografía y las visuales de los recitales pasados, esta vez Charly ofreció un show diferente, con un repertorio casi dedicado a su último álbum, en el que mezcló música con interacciones hacia un público apasionado y receptivo y hacia la única mujer sobre el escenario, la hija de Palito Ortega.

Luego de cantar las históricas “Yendo de la cama al living”, “In the city” y “Asesíname”, llegó el turno de “Lluvia” y “Otro”, que también son parte del disco que lanzó en 2017.

¿Quién carajo es Tesla? -preguntó al finalizar “King Kong”-. El que inventó los celulares hace 300 años”, se respondió. Pero ese no fue el único vínculo con los espectadores. Luego, celebró el cumpleaños del rolling stone: “Brindo por mi amigo Keith Richards que cumple 75 años. Cuando explote la bomba atómica sólo van a quedar él y las cucarachas”. Más risas y aplausos.

También hubo sorpresas en el show con la aparición de temas como “No importa”, “Rock and Roll yo”, “Parte de la religión”, “Primavera” y “No llores por mí, Argentina”, que no venía tocando en sus anteriores conciertos. “Cuchillos” fue presentado con un emotivo recuerdo para la “Negra” Sosa, que apareció junto a él en las pantallas.

Cantó “Promesas sobre el bidet” y sin previo aviso se cerró el telón. El público pensó que se trataba de un intervalo y empezó a cantar estrofas que finalmente no llegarían. “Demoliendo hoteles”, “Me siento mucho mejor”, “Rezo por vos”, “Fanky” o “Los dinosaurios” eran las canciones más esperadas.

En septiembre La torre de Tesla se había presentado en la ciudad de Rosario, pero tampoco fue un show más. Después de tocar 14 temas, con varias interrupciones, el músico -junto a su banda- dejó el escenario. Algo similar a lo que ocurrió anoche. Se fue sin saludar.

Según informó personal del teatro, el músico se habría peleado con un sonidista y decidió abandonar la sala. “Promesas sobre el bidet” sería, sin querer, la última canción que Charly García tocaría, luego de una hora de concierto.

Las protestas no empañaron el lujo de verlo otra vez a Charly sobre un escenario.

TN La Viola