Para
quienes
aman
ponerse
a
experimentar
con
las
herramientas
eléctricas,
encontrar
calidad
profesional
a
precios
accesibles
no
es
algo
que
ocurra
todos
los
días.
Por
eso,
cuando
una
marca
de
prestigio
tiene
una
oferta
importante
en
uno
de
sus
modelos
más
confiables,
vale
la
pena
prestar
atención,
aquí
es
cuando
entra
en
escena
el
taladro
atornillador
Makita
DDF487,
conocido
por
su
rendimiento
potente
y
diseño
compacto.
Esta
herramienta,
una
de
los
modelos
más
populares
de
la
línea
profesional
subcompacta
de
la
marca
japonesa,
se
encuentra
actualmente
en
una
sorprendente
oferta
que
lo
deja
a
mitad
de
precio
para
aprovechar
su
equilibrio
entre
tamaño
compacto
y
rendimiento
potente,
ideal
tanto
para
entusiastas
del
bricolaje
como
para
profesionales.
Este
modelo
destaca
por
incorporar
un
motor
brushless
de
18
voltios,
lo
que
mejora
significativamente
su
eficiencia
energética
y
prolonga
su
vida
útil,
además,
con
sus
dos
velocidades
se
vuelve
sumamente
versátil
tanto
para
atornillar
como
para
perforar
en
casi
cualquier
superficie.
Con
solo
150
mm
de
largo
y
un
peso
que
oscila
entre
1.3
y
1.6
kg,
dependiendo
de
la
batería
utilizada,
el
DDF487
es
uno
de
los
taladros
más
compactos
de
su
categoría,
característica
que
lo
convierte
en
una
herramienta
muy
cómoda
de
usar
en
espacios
reducidos
o
en
trabajos
prolongados.

El
precio
del
Makita
DDF487
ha
caído
recientemente
desde
los
76,21
a
los
36,08
euros
en
su
versión «Z»
(sin
batería
ni
cargador).
Esto
representa
un
descuento
de
más
del
50 %,
una
oportunidad
inusual
para
adquirir
un
equipo
de
estas
características
a
un
costo
tan
accesible
a
través
de
la
plataforma
AliExpress.
Ideal
tanto
para
aficionados
al
bricolaje
como
profesionales
que
necesitan
potencia
en
un
formato
compacto,
esta
herramienta
merece
ser
parte
del
equipo
de
quien
trabaje
o
haga
reparaciones
en
casa.
Fotos
de
AliExpress
En
Trendencias
|
La
banda
pop
A-ha
no
sólo
hizo
historia
en
la
música,
sino
que
en
Noruega
también
dejaron
un
legado
eterno:
la
revolución
de
los
coches
eléctricos
En
Trendencias
|
En
1950
la
CIA
compró
todo
el
LSD
del
mundo
para
un
programa
de
espionaje:
buscaba
el
control
mental
e
información
de
sospechosos
a
base
de
sexo
y
drogas