“Al tipo que está enojado porque a su hijo le robaron el celular que tanto le costó comprar y ahora no se lo puede reponer, no lo sacas de su casa para ir a votar ni a palos”. Catarsis e impotencia. El peronismo bonaerense está atravesado por la incertidumbre a tres semanas de las PASO, con el voto en blanco y el ausentismo como los dos fantasmas a vencer, más allá de los contrincantes en el cuarto oscuro.
En alerta por la baja participación que registraron las elecciones provinciales hasta ahora, el gobernador Axel Kicillof, que busca la reelección, convirtió a la reunión de comando electoral del jueves en una de urgencia, ampliada con los intendentes del conurbano -Primera y Tercera sección- y los del interior bonaerense: “Hay que recorrer todos los barrios para concientizar de la importancia de la participación”, bajó línea. El encuentro no fue anunciado oficialmente, pero según pudo saber TN, la concurrencia fue el tema central de preocupación.
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El ausentismo y el voto en blanco ya habían golpeado en los talones del oficialismo en las elecciones de 2021: lo hizo flaquear a tal punto que tuvieron que recurrir al aparato para achicar la diferencia de votos con las que Juntos por el Cambio los había aplastado en las PASO.
Se montaron a una flota de remises para intentar revertir el cuadro en octubre. No dieron vuelta el resultado, pero achicaron la diferencia. En PBA, el Frente de Todos logró achicar la brecha para diputados nacionales y quedar a solo 1,3% de Juntos por el Cambio. En el conurbano hubo 470.000 votos válidos más en las elecciones generales que en las PASO. El voto en blanco se redujo en todos los distritos del conurbano, entre 1 y 3 puntos porcentuales.
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Pero ahora el diagnóstico empeoró. “Algunos ni yéndolos a buscar quieren ir y tampoco te garantiza que lo hagan por nosotros. La gente no es boluda”, dicen con honestidad brutal. No es sensación térmica. En las 17 elecciones que hubo hasta ahora, la abstención supera los 4,8 millones de votantes. A nivel país, en las PASO de 2021 votaron 2,5 millones menos que en las de 2019.
Antes de reunir a los intendentes, Kicillof ensayó una gestualidad con foto sin declaraciones para no herir a Massa. Se mostró con Juan Grabois, el candidato de Unión por la Patria para contener el voto de izquierda. Saben que con eso solo no alcanza.
