Sorprenderse
a
estas
alturas
de
la
película
de
que
un
análisis
de
producto
de
la
OCU
que
implique
a
patatas
fritas
y
nachos
no
sea
especialmente
halagüeño
sería
absurdo.
A
nadie
se
le
escapa
que
las
patatas
fritas,
uno
de
los
snacks
más
populares
de
nuestro
país,
no
iba
a
salir
bien
parado
a
nivel
nutricional
siguiendo
los
parámetros
de
la
OCU.
Lo
que
quizá
no
se
sabía
es
que
se
iban
a
salvar
muy
pocas
de
las
331
que
han
analizado.
«Una
bomba
de
calorías», «grasas
buenas,
pero
en
cantidades
elevadas»
o «con
mucha
sal»
son
solo
algunas
de
las
conclusiones
a
las
que
han
llegado
con
su
comparativa
donde,
además,
hacen
hincapié
en
algunas
técnicas
de
markéting
que
no
hacen
más
saludables
a
las
patatas.
Es
lo
que
sucede
cuando
ponen
el
ejemplo
de
las
patatas
fritas
que
se
anuncian
con
sal
marina
ante
lo
que
la
OCU
es
tajante: «por
el
hecho
de
que
la
sal
proceda
del
mar
no
la
hace
más
beneficiosa».
Como
es
evidente,
cuando
además
hablan
de
la
bomba
de
calorías,
hay
que
prestar
atención
a
las
grasas
que
aparecen
en
las
patatas
fritas.
De
media,
según
sus
cálculos,
un
bol
de
40
gramos
de
patatas
fritas
se
traduce
en
214
kcal,
lo
cual
es
más
del
10%
de
las
recomendaciones
diarias
para
un
adulto.
Además,
estas
calorías
vienen
mayoritariamente
aportadas
por
las
grasas,
donde
también
dejan
una
pincelada,
aunque
hay
también
una
parte
positiva: «Se
puede
considerar
que,
de
forma
general,
la
calidad
de
las
grasas
empleadas
es
buena«.
116
de
331
patatas
fritas
se
consideran
mala
o
muy
elección,
según
la
OCU
Sin
embargo,
insisten: «Son
productos
con
un
contenido
graso
nada
desdeñable»,
que
supone
que
hay
una
media
de
un
30%
de
grasas
por
cada
100
gramos
de
producto.
Entonces,
¿existen
opciones
saludables?
Pues
sí,
si
hablamos
de
patatas
fritas
y
nachos,
alguna
hay.
No
muchas,
evidentemente.
Más
aún
cuando
también
han
constatado
que
151
de
las
referencias
analizadas
utilizan
aromas
o
que
también
aparezcan
marcas
que
utilizan
hasta
11
aditivos
distintos,
aunque
se
congratulan
de
que «se
pueden
consumir
nachos,
patatas
o
chips
de
sabores
sin
tener
que
ingerir
aditivos».
Lo
que
sí
es
cierto
es
que
valiéndose
de
la
Escala
Saludable
OCU,
116
de
los
331
productos
analizados
se
consideran
una
mala
o
muy
mala
elección,
teniendo
una
puntuación
inferior
a
40
sobre
100,
sobre
todo
por «el
alto
grado
de
transformación
debido
a
la
presencia
de
ingredientes
relacionados
con
ultraprocesados».
Pero
hay
esperanza,
claro.
La
OCU
destaca
como
mejor
de
esta
categoría
los
nachos
de
trigo
sarraceno
de
la
marca
Sol
Natural,
a
base
de
trigo
sarraceno,
amaranto
y
quinoa
Bio,
que
son
de
agricultura
ecológica
y
no
contienen
gluten,
además
de
estar
horneados
en
vez
de
fritos
y
no
incorporar
aditivos,
lo
que
hace
que
tengan
una
puntuación
de
87
sobre
100.
Aparte
de
estos
nachos,
también
destacan
tres
elementos
más
como
son
las
patatas
fritas
sin
sal
añadida
de
la
marca
Veritas
ecológico,
los
nachos
de
legumbres
de
la
marca
Sol
Natural
ecológico
y
las
Frititas
de
la
marca
Hispalana.
Imágenes
|
Freepik
En
DAP
|
Es
tiempo
de
sandías:
esta
es
la
manera
correcta
de
consumirlas
y
conservarlas
según
la
OCU
En
DAP
|
La
OCU
lo
tiene
claro:
esta
es
la
mejor
empanada
de
atún
de
supermercado
(y
con
diferencia)