«Tengo 26 años y tengo dignidad». Así de contundente comienza ‘Nevenka’, la serie documental de tres episodios que podemos ver desde este pasado viernes en Netflix. En ella se repasa el caso de acoso sexual que sufrió una joven concejala del ayuntamiento de Ponferrada (León) hace poco más de veinte años.
Un caso bastante notorio porque fue la primera vez que un alcalde (Ismael Álvarez) era condenado por un delito sexual. Situación que causó un gran impacto en Ana Pastor, que produce a través de Newtral este documental dirigido por Maribel Sánchez-Maroto.
Así, la historia cuenta la de Nevenka Fernández y cómo esta joven es contactada porque encaja en un perfil que el PP de Ponferrada necesita para impulsar la alcaldía al siglo XXI. Este ilusionante proyecto de futuro para Nevenka se convierte en una pesadilla cuando empieza a ver que Ismael Álvarez, el alcalde, empieza a propasarse.
«A mí nadie me acosa si no me dejo»
Más allá de centrarse en los pormenores del caso, la mirada de la documentalista se detiene en la conversación de la época. La toma de posesión como concejala de Fernández es toda una muestra: con esa joven y atractiva chica como símbolo de modernización, al menos cara a la galería, las miradas de todo tipo que recibe parecen un presagio de todo lo que va a pasar a continuación.
En ese sentido enfrenta nuestra era del #MeToo y el «Yo sí te creo» con todo el revuelo producido cuando una joven muchacha decide dar un paso inaudito. Ver las reacciones de la gente, los interrogatorios, esa culpabilización a la víctima en una época nada lejana a la nuestra nos recuerda cómo ha cambiado la conversación sobre este tema.
‘Nevenka’ se ve desde esa distancia y desde la perspectiva de su propia protagonista. Pastor y Sánchez-Maroto parten desde el testimonio de Nevenka Fernández para viajar a ese pasado. Su historia de superación y su optimismo a día de hoy marca el tono de un documental que arroja una luz de esperanza. De que del infierno se puede salir.
Es esta intención de la documentalista la que hace que se aleje de la búsqueda del morbo, del echar un rastro de migas para el espectador o de arrojar más sombras de las necesarias. ‘Nevenka’ se dedica a contar qué es lo que pasó, cómo reaccionó la sociedad y qué es de la protagonista a día de hoy. Ya está.
Sí que es verdad que por estilo parece más cerca al reportaje de investigación largo (unas dos horas de metraje) que a un documental. Pero su aparente ligereza esconde bastante más de lo que parece a primera vista, proponiendo un recordatorio fascinante de un caso pionero en nuestro país.