El
término
«gymbro»
utilizado
en
las
salas
de
pesas
hace
referencia
a
nuestro
compañero
de
entrenamiento.
En
muchos
casos
creemos
que
entrenar
acompañado
hace
que
seamos
más
activos
que
si
nos
ejercitásemos
en
solitario,
pero
¿es
realmente
así?
«Hoy
no
voy
a
entrenar
que
no
tengo
ganas»:
¿entrenar
solo
o
acompañado?

Un
estudio
de
la
revista
International
Journal
of
Human–Computer
Interaction
quiso
comprobar
si
hacer
ejercicio
con
nuestra
pareja
nos
hacer
ser
más
activos
o
no.
Para
ello
obtuvieron
datos
de
240
participantes
en
Singapur
que
tenían
entre
54
y
72
años.
El
envejecimiento
de
la
población
hace
necesario
que
tengamos
unos
hábitos
saludables
como
una
vida
activa.
En
la
búsqueda
por
encontrar
estrategias
que
ayuden
a
sumar
minutos
de
ejercicio
físico,
las
investigaciones
científicas
evalúan
todo
tipo
de
factores,
como
el
hecho
de
entrenar
en
pareja
o
en
solitario.
Los
autores
del
estudio
citado
anteriormente
concluyeron
que
los
adultos
mayores,
de
un
promedio
de
60
años,
hace
más
ejercicio
de
manera
individual
que
si
se
lo
propone
hacer
en
pareja.
Aunque
pueda
parecer
contrario
a
la
creencia
popular,
las
personas
de
60
años
o
más
tienen
hábitos
y
rutinas
muy
arraigadas
que
cuesta
mucho
modificar.
Esa
es
la
razón
principal
que
lo
investigadores
recomiendan
que
se
motive
a
hacer
ejercicio
en
solitario
a
los
adultos
mayores,
y
no
en
pareja.
Cuando
queremos
cambiar
una
rutina
de
décadas
es
más
fácil
que
la
cambie
una
persona
a
que
la
cambien
dos,
al
menos
al
mismo
ritmo.
De
esta
forma
es
más
fácil
que
cada
uno
se
centre
en
el
cambio
de
su
propia
rutina
y
no
de
intentar
modificar
las
costumbres
del
otro.
Puede
que
a
la
pareja
no
le
gusta
nada
entrenar
y
nos
veamos
arrastrados
por
ella
o
no
ejercitarnos,
a
que
le
guste
otro
ejercicio
físico
o
simplemente
que
prefiera
entrenar
en
otro
momento.
A
muy
grandes
rasgos,
se
podría
asimilar
a
escoger
una
película
para
ver
con
nuestra
pareja:
aunque
los
dos
disfrutemos
de
la
compañía,
puede
que
una
persona
prefiera
una
película
de
terror
y
la
otra
prefiera
una
serie
de
ciencia
ficción.
En
la
investigación
se
comprobó
que
las
personas
que
participaban
individualmente
en
la
actividad
física
completaban
más
pasos
diarios
de
media
que
aquellas
que
lo
hacían
en
pareja.
Lo
que
puede
parecer
algo
muy
absurdo
es
otro
de
tantos
detalles
que
pueden
sumar
o
restar
en
la
promoción
de
la
actividad
física.
Mensaje
para
llevar
al
gimnasio
Las
personas
jóvenes
tienen
rutinas,
pero
no
tan
afianzadas
como
los
adultos
mayores.
Eso
hace
que
modificar
esas
rutinas
les
sea
más
fácil
a
los
de
menor
edad,
ya
sea
en
beneficio
propio
o
de
la
pareja.
Sea
cual
sea
tu
edad,
no
vuelques
tu
motivación
en
un
compañero
de
entrenamiento,
sea
tu
pareja
o
un
amigo.
Para
dar
el
primer
paso
será
un
empuje
extra
no
ir
sola
al
gimnasio,
pero
si
ves
que
comienzas
a
fallar
a
tus
sesiones
por
tener
que
adaptarte
a
un
horario
o
disciplina
que
no
te
gusta,
será
mejor
que
busques
una
planificación
personal
y
a
tu
ritmo.
Hay
una
frase
que
dice
que «camina
solo
y
llegarás
rápido,
camina
acompañado
y
llegarás
lejos».
En
este
caso
llegar
rápido
al
primer
objetivo
hará
que
te
enganches
al
ejercicio
físico
y
te
adhieras
a
él,
por
lo
que,
contrariamente
a
esa
frase,
en
este
caso
puede
que
sea
mejor
caminar
solo
(siempre
y
cuando
caminar
acompañado
no
te
beneficie).
Referencias
Lin,
S.
H.,
Rosenthal,
S.,
&
Ling,
R.
(2023).
Motivating
Physical
Activity
with
Fitness
Tracking
and
the
Interpersonal
Context.
International
Journal
of
Human–Computer
Interaction,
1–11.
https://doi.org/10.1080/10447318.2023.2269004
En
Vitónica
|
Soy
entrenador
personal
y
este
el
mejor
consejo
que
puedo
dar
a
los
mayores
de
60
años
que
quieren
perder
grasa
Imágenes
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