Las duras medidas para limitar las consecuencias del coronavirus se están llevando por delante multitud de espectáculos en vivo. Todavía quedan algunos en pie como el Festival de Cannes, pero todo apunta a que sus responsables acabarán rindiéndose más temprano que tarde. Sin embargo, eso no va a suceder con lo que antes conocíamos en España bajo el nombre del ‘Pressing Catch’, ya que la principal compañía de wrestling del mundo ha decidido seguir adelante.
Hasta ahora se pensaba que la solución de emergencia tomada el pasado viernes iba a ser algo puntual para seguir después la misma senda tomada por ‘Operación Triunfo’ en España, pero no va a ser el caso. De hecho, la empresa WWE ya ha confirmado sus planes para mantener Wrestlemania, el equivalente a la Superbowl dentro del mundo del wrestling, pero tomando una serie de medidas que amenazar con convertir el gran show del año en un espectáculo dantesco.
Increíble pero cierto
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Encima de estas líneas tenéis un extracto de ‘Smackdown’, el programa que WWE emite en vivo todos los viernes y que la semana pasada se grabó en un recinto sin público que normalmente se usa para que trabajadores de la compañía pueden entrenar. Ver las gradas vacías ya dejaba con una sensación inicial de extrañeza, pero llega un punto en el que los intentos de vender una de las grandes rivalidades en marcha casi parece una mala obra de teatro.
Pero es que antes la cosa no fue mucho mejor cuando llegaron a hacer un combate por parejas cuyo visionado fue de lo más incómodo, sucediendo lo mismo este lunes en ‘Raw’. Y todo eso por no hablar de los riesgos innecesarios a los que se está sometiendo a sus trabajadores en pleno brote de coronavirus.
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También puedes que un luchador tenga que hacer un viaje por carretera de 17 horas para simplemente grabar una promo con la que retar a otro a una combate más adelante en una secuencia que oscila entre lo intenso y lo triste al ver a Edge marcharse sin nadie entre el público.
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Lo de obligar a tener contacto físico reiterado a una leyenda de este negocio como El Enterrador, que a punto de cumplir 55 años estaría mucho mejor guardando reposo en casa, para que quede como un abusón tampoco es plato del gusto de nadie.
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Y lo de hacer volver a otra leyenda como Stone Cold Steve Austin primero para interactuar con un público ausente y luego para hacerlo de forma lamentable con uno de los narradores del show rompe la escala del sinsentido. Y de colofón la celebración más triste de la historia de la compañía con la llegada de Becky Lynch. Pero tranquilos, que fuera de antena lo alargaron más para tener una exclusiva para su canal de Youtube:
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Y lo peor es que no debería sorprendernos
Merece la pena recordar que WWE también es la compañía que decidió continuar con un PPV cuando uno de sus luchadores sufrió un accidente en su entrada al ring que provocó su muerte en 1999. Mucho tiempo ha pasado desde entonces y su caso sigue primando el negocio por encima de todo. Ya verás tú que risas como aparezca Hulk Hogan, que ya tiene 66 años, en Wrestlemania el próximo 5 de abril, salga algo mal y enferme de coronavirus….