El ex jugador de los “halcones rojos”, Franco Prelazzi, dialogó con Radio Estación 102.5 para hablar sobre aspectos que marcaron su carrera basquetbolística, la situación de pandemia mundial en Italia donde viven familiares y cómo ve el presente, tanto del básquet nacional como del Club Atlético San Isidro.
Prelazzi comenzó a jugar al básquet cuando tenía aproximadamente 6 años. Entre sus anécdotas, cuenta que, como era un niño alto, le recomendaron a su madre enviarlo a un equipo donde jugaran baloncesto. Se inició en las formativas de Sportivo Belgrano y, con el paso del tiempo, a los 16 años debutó en primera con el Club Atlético San Isidro, institución a la que le dio logros, triunfos y victorias.
Su carrera deportiva alcanzó la cima cuando, por intermedio de su representante, surgió la posibilidad de irse a vivir a Italia y jugar en la tercera división de ascenso junto al Club Castelletto Ticino. Años más tarde, jugó en la Liga Nacional de Formosa y luego pasó por la Universidad Católica de Chile, donde se desempeñó como deportista extranjero. Finalmente, su exitosa trayectoria profesional culminó en 2015 con el club que lo vio crecer y al cual le guarda el mayor de los afectos, San Isidro.
Por otro lado, la situación de coronavirus, que afecta a todo el mundo, interpela a Franco de manera directa y especial debido a que varios de sus familiares residen en Italia. Ello se suma a que vivió 13 años en ese país, donde conoció a muchas personas. En ese sentido, Prelazzi dijo: “Todos los acontecimientos que suceden allí me conmueven y me tocan de cerca”.
Con respecto a la suspensión de los eventos deportivos, el ex deportista afirmó que está de acuerdo con varios de los jugadores que expresaron públicamente no querer disputar torneos o competencias ante la amenaza que significa el COVID – 19. “Más allá de ser deportistas, son personas y al estar en permanente contacto unos con otros, el miedo siempre está latente”, comentó.
En cuanto a la Selección Argentina de Básquet, el “lobo” opinó que “se está viviendo un momento muy bueno que se pudo ver reflejado en el último mundial”. Sin embargo, añadió: “Argentina tiene un buen nivel, pero no está entre los primeros puestos del mundo; el buen rendimiento que se obtiene en un torneo se debe seguir trabajando”.
Haciendo referencia al presente que vive el club de la ciudad, San Isidro, Prelazzi señaló que “se preveía una temporada dificultosa”, sobre todo por el equipo que se armó. Las bajas que tuvieron recientemente y las lesiones de algunos jugadores agravaron aún más la situación actual que vive el equipo local. “Si bien es cierto que los entrenadores tratan de adaptarse a los jugadores que tienen, cuando un equipo sufre tantos cambios, ya sea por necesidad o carencia, ensamblar nuevamente el estilo de juego es complicado”, finalizó Franco.