El tiempo pasa volando. Buena prueba de ello lo encontramos en el Porsche Boxster, un coche que ya ha cumplido 25 años desde que se puso a la venta en agosto de 1996. Seguramente muchos de los que estáis leyendo estas líneas recordáis aquella primera generación del hermano pequeño del 911. Este cuarto de siglo es la disculpa perfecta para repasar cómo han sido las cuatro generaciones del Boxster y prestar atención a las versiones más especiales.
986, no es sólo un prefijo
El primer Porsche Boxster llegó a los concesionarios de la marca como un rayo de salvación. Tuvieron que pasar tres años y medio desde la presentación del prototipo en el Salón de Detroit de 1993 hasta que en agosto de 1996 el coche llegó al mercado, enamorando a muchas personas que no podían acceder a alguno de los otros Porsche a la venta en ese momento.
Montaba en posición central un motor bóxer 2.5 de seis cilindros con 204 CV, un bloque que sirvió como base para las motorizaciones de los 911 996 y también del Cayman. Entre las novedades técnicas que estrenó, destacaban las pinzas de freno monobloque de cuatro pistones, que derivaban de la competición. También fue el encargado de estrenar por primera vez la refrigeración líquida en un Porsche de gran producción.
De serie la caja de cambios era manual de cinco velocidades pero también se ofrecía con la caja Tiptronic S, que por primera vez contaba con cinco velocidades. Su éxito no se hizo esperar y estuvo a la venta hasta el año 2002 sin apenas sufrir modificaciones.
Fue entonces cuando llegó una puesta al día que afectó tanto al plano estético como al mecánico, así como a algunas novedades de equipamiento. En el diseño, se modificaron ligeramente las ópticas delanteras, que ahora tenían intermitencia en color blanco, así como las traseras que también dejaban de lucir el color naranja.
A nivel mecánico aumentó la cilindrada a los 2.7 litros en el Bóxer normal y a 3.2 litros en el Boxster S, de forma que el Boxster pasó a tener 228 CV y el Boxster S 260 CV. A pesar del aumento de cilindrada y potencia, ya se comenzaba a trabajar en la eficiencia, como demuestra el hecho de que los consumos medios se reducirán respecto a las versiones anteriores.
Se hicieron pequeñas mejoras en el chasis y como novedad llegó la luneta posterior de cristal para sustituir a la de plástico que equipaban las primeras generaciones.
50 years of 550 Spyder, la edición limitada del primer Porsche Boxster
Tal fue el éxito del Porsche Boxster, de cuya primera serie se vendieron ni más ni menos de 164.874 unidades entre 1997 y 2005, que la marca alemana decidió crear una edición limitada para poner fin a la primera generación.
Se trataba de un Porsche Boxster S que recordaba los 50 años de uno de los modelos en los que se inspiró el Boxster, el 550 Spyder. Limitado a 1953 unidades, fue presentado al público en el Salón de Detroit en enero de 2004 ya se empezó a vender en marzo de ese año.
Montaba el motor bóxer 3.2, desarrollaba 266 CV de potencia y aceleraba de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, con una velocidad máxima de 266 km/h. Todas y cada una de las 1953 unidades llevaban una placa con el número exacto de la unidad en cuestión. Hoy es uno de los Porsche Boxster más preciados por los coleccionistas.
La segunda generación, la mitad de ventas
En octubre de 2004 se presentó la segunda generación del Porsche Boxster, que utilizaba la denominación interna 987. Sin cambiar radicalmente sus líneas maestras, la evolución más reseñable a nivel de diseño fue la pérdida de las ópticas comunes con el 911.
El 987 ya lucía unas luces delanteras con personalidad propia, marcadas por la forma de lágrima que mantendría con el paso de los años. La trasera mantenía su arquitectura con voladizos cortos, planos y bajos.
El interior sí que sufrió una evolución considerable, ya que adoptaba los nuevos mandos de aquella época en Porsche, menos redondeados y más adaptados a los tiempos modernos en los que la electrónica empezaba a hacer acto de presencia.
Los asientos fueron otro de los elementos que más evolucionaron con la llegada de esta generación, ya que había cuatro tipos disponibles, desde unos muy cómodos y confortables hasta semi backets de competición, para que el cliente pudiese elegir a su gusto.
Mecánica y estructuralmente hubo una evolución importante, ya que el chasis permitía al conjunto ganar anchura. Además las llantas pasaron a ser de 17 pulgadas en el Boxster y 18 pulgadas en Boxster S, frente a las 16 y 17 que tenían sendos modelos respectivamente en la generación inicial.
El Boxster entregaba ya 240 CV, mientras el Boxster S alcanzaba 280 CV. Su carácter podía cambiar desde un cómodo y confortable roadster a un coche más picante y deportivo gracias a la suspensión adaptativa Porsche Active Suspension Management (PASM) que era ya opcional.
La electrónica también permitió incorporar el Sport Chrono Package, que pulsando un botón Sport cambiaba por completo el carácter del coche gracias a los mapas de motor más radicales.
Para los clientes que pensaban en los Boxster 987 como coches para circuito, llegaron los Porsche Ceramic Composite Brake (PCCB) que reducían el peso y mejoraban el rendimiento en conducción intensa en circuito.
Como viene siendo habitual, a mitad de vida recibió una actualización. Así en octubre de 2007 los motores pasaron a incorporar el VarioCam Plus y aumentaron su potencia a 245 CV en Boxster y 295 CV en Boxster S.
También fue la generación 987 la encargada de jubilar la caja de cambios Tiptronic S dando paso a la PDK, mucho más rápida y revolucionaria en aquella época.
En el último periodo de esa generación, la potencia aumentó hasta los 255 CV para el modelo básico, mientras el Boxster S superó la barrera de los trescientos caballos, alcanzando 310 CV.
El 987 se vendió de 2005 a 2011 y en total se entregaron 79.039 unidades en todo el mundo.
Boxster RS 60 Spyder y Boxster Spyder, dos versiones muy especiales
La generación 987 del Boxster tuvo dos versiones especiales. La primera de ellas fue la Boxster RS 60 Spyder, creada para rendir tributo a la victoria de Hans Herrmann y Olivier Gendebien en las 12 Horas de Sebring en 1960.
Con motivo del 80 cumpleaños de Herrmann en 2008, Porsche presentó el Boxster RS 60 Spyder en color GT Silver Metallic. Era un coche muy especial que tenía un faldón delantero específico y unas salidas de escape en posición central diferentes a las de un Boxster S en el que se basaba.
Entregaba 303 CV, pesaba sólo 1.355 kilos y aceleraba de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos.
El segundo modelo especial basado en esa generación 987 del Boxster fue el Spyder, que se presentó al público en el Salón de Los Ángeles de 2009 y llegó a las calles en 2010.
La receta era sencilla, nunca mejor dicho, ya que respecto a un Boxster S perdía la radio, el aire acondicionado, la calefacción en los asientos y el sistema de apertura del techo se sustituía por uno de accionamiento manual.
Las puertas de aluminio, los asientos deportivos, o los tiradores de las puertas formados por una tira de tela, permitían al Spyder pesar 80 kilos menos que un Boxster S básico.
Además a nivel de potencia llegaba a los 320 CV, llevaba suspensión deportiva y un diferencial autoblocante trasero. También se podía elegir con cambio manual de 6 velocidades o con el PDK de 7.
Fue un coche muy rompedor para su época, se vendieron 1.667 unidades en todo el mundo y hoy es otra pieza de coleccionista muy codiciada.
El 981 y la madurez del Boxster
Fue el 6 de marzo de 2012 cuando Porsche presentó en el Salón de Ginebra el nuevo Boxster, tercera generación bajo la denominación interna 981.
En esta generación el foco se puso en la reducción de peso y en aplicar importantes modificaciones en el chasis. Menos peso, una distancia entre ejes mayor, más ancho en ambos ejes y unas llantas de mayor tamaño le daban la mayoría de edad en el plano mecánico. También se trabajó en el consumo y emisiones para reducirlos un 15%.
A nivel de diseño, la línea del Boxster cambió considerablemente al ser ahora mucho más plano, con voladizos más cortos y un parabrisas delantero desplazado hacia adelante.
El interior cambió también por completo para adaptarlo a los estándares de la marca en una época en la que la digitalización comenzaba a abrirse paso frente a lo analógico, además de ser considerablemente más espacioso que antes. El techo contaba desde esa generación con un sistema de apertura y cierre completamente automático.
En cuanto a motores, el Boxster tenía un motor 2.7 que ofrecía 265 CV de potencia, 10 más que antes. En el caso del Boxster S la potencia aumentaba hasta los 315 CV, cinco más que antes.
En abril de 2014 llegó una de las versiones más interesantes, con el lanzamiento del Boxster GTS de 330 CV. Estas versiones enfocadas al placer de conducir venían de serie con caja de cambios manual de seis velocidades, aunque en opción se podían pedir con la PDK de 7 velocidades.
También en la fase final de esta generación el Sport Chrono opcional, los soportes dinámicos de la transmisión y también llegó el PTV (Porsche Torque Vectoring) con diferencial mecánico posterior.
El Porsche Boxster 981 se vendió de 2011 a 2016 y en total se comercializaron 54.374 unidades.
Boxster Spyder de 2015, uno de los coches más pasionales que he conducido en mi vida
El repaso a las generaciones anteriores y versiones especiales del Porsche Boxster ahora que el modelo cumple 25 años de vida, termina con el que posiblemente haya sido el Boxster más especial de todos los que haya conducido jamás, el segundo Porsche Boxster Spyder de 2015.
Se presentó en el Salón de Nueva York en 2015 y recuerdo como si fuese hoy la presentación internacional de ese modelo en la Toscana italiana. Gracias a su motor 3.8 bóxer de 375 CV y a un peso de sólo 1.315 kilos, el Porsche Boxster Spyder aceleraba de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y la velocidad punta subía hasta los 290 km/h.
Pero más allá de las cifras puras y duras, lo que recuerdo con muchísima nitidez era el sonido mágico de ese motor al subir de vueltas, cómo te involucraba en la conducción, cómo te ponía los pelos de punta cada vez que lo llevabas al límite, porque era un coche muy puro, sin apenas filtros.
Mantenía el techo de lona de apertura manual, que se había simplificado algo en su sistema de apertura, pero aun así no era una operación sencilla. Era uno de esos coches que tendría sin duda en una casa en un sitio de clima favorable que permitiese tenerlo descapotado todo el año.
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Rapidísimo y súper preciso, el Porsche Boxster Spyder era un coche brillante, que vivió a la sombra de su hermano contemporáneo el Cayman GT4. Buen síntoma de que se trató de uno de los mejores Porsche descapotables de la historia, fue el hecho de que Walter Röhrl cuando lo entrevisté me confesase que él tenía uno en su garaje y era uno de los coches que utilizaba más habitualmente.
Con el 982 el Boxster sucumbió al downsizing
En enero de 2016 se presentó la generación de Boxster y Cayman que conocemos actualmente. Siendo modelos de idéntica arquitectura, entre ellos estaban más cerca que nunca y de ahí que adoptaran nomenclatura común con 718 Boxster y 718 Cayman en honor a los 718 de los años 50 y 60.
El cambio más destacado en esta generación más allá del prefijo en el nombre, fue la llegada de nuevos motores de cuatro cilindros turbo. En el 718 Boxster era un 2.0 de 300 CV y en el Boxster S un 2.5 de 350 CV. Los motores turboalimentados mejoraban el par motor en una banda de uso muy amplia gracias a que se trataba de turbos de geometría variable.
A pesar de entregar 35 CV más que sus antecesores en ambas versiones, el consumo de combustible se redujo en un 13%. La caja de cambios de serie era manual de 6 velocidades, mientras que en opción estaba la PDK de 7 velocidades.
Cambios notables en el diseño, en el interior y en elementos de dinámica como equipo de frenos o llantas (19 pulgadas para los Boxster de serie y 20 pulgadas para los Boxster S), hicieron que los 718 se pusiesen un nivel muy por encima de lo que conocíamos hasta entonces en la familia biplaza de Porsche.
Porsche decidió inicialmente montar también en el 718 Boxster GTS el motor de cuatro cilindros turbo, llevado hasta los 366 CV en ese caso, pero su tacto y su sonido no convenció a sus clientes. Por eso, hace exactamente un año presentaban los 718 Boxster GTS y 718 Cayman GTS equipados con el nuevo motor bóxer atmosférico de seis cilindros y 400 CV.
Son los hermanos pequeños de las máximas expresiones de estos modelos a la venta actualmente, los 718 Boxster Spyder y 718 Cayman GT4 con 420 y 430 CV respectivamente, auténticas armas de altas prestaciones capaces de lo mejor.
Malos tiempos para los biplaza roadster
Veinticinco años después del nacimiento del primer Porsche Boxster, el mercado del automóvil ha cambiado radicalmente. El segmento de los biplazas descapotables no ha vivido su mejor momento de salud en los últimos años, aunque ahora parece que hasta cierto punto vuelve a haber alegría con nuevos modelos de Porsche y otras marcas.
En 2020, a pesar de la pandemia mundial que se ha vivido, las ventas de la gama 718 aumentaron un 6% hasta alcanzar los 21.784 vehículos entregados en todo el mundo.
Su arquitectura no los hace muy proclives para adoptar algunas tendencias necesarias hoy en día como la hibridación, pero habrá que ver cómo sobreviven estos coches en un mercado como el actual en el que las cifras de emisiones de CO2 tienen más peso que el aspecto pasional de muchos modelos.
Sería una pena que la electrificación se llevase por delante coches como el Porsche Boxster, porque es sin duda un coche que, con el paso de los años, ha alcanzado un status único entre los de su segmento y es un complemento perfecto a su hermano mayor el eterno Porsche 911. Mientras tanto, soplemos las velas por aquel primer Porsche Boxster 986 que ha cumplido 25 años.
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