Ya sabemos que lo que en España se conoce como «al estilo chino» no tiene demasiado que ver con la auténtica cocina china, que por otro lado es de lo más variada y difícil de condensar en pocas líneas. Eso no quita que nos encanten platos ya convertidos en clásicos populares, como el cerdo agridulce o el pollo a la naranja, receta que recreamos aquí.
La pechuga de pollo es una carne blanca que se cocina en un momento y podemos medio improvisar salsas muy sencillas casi con lo que se nos ocurra. En esta receta doraremos primero la carne antes de incorporar una mezcla de zumo de naranja natural que, tras reducirse a fuego lento, deja el pollo jugoso y tremendamente aromático. Si lo preferimos, podemos usar carne de contramuslos deshuesados, más grasos y más sabrosos.
No hace falta tener una despensa llena de productos orientales para recrear este sencillo plato, tan solo consideramos imprescindible la salsa de soja. En los restaurantes lo más probable es que el pollo esté rebozado y frito, pero nos podemos ahorrar ese incordio de tarea -y sus calorías de más- con unas buenas pechugas de calidad.
Pasar primero las pechugas de pollo por papel de cocina. Retirar los posibles excesos de grasa y cortar en piezas de un bocado más o menos del mismo tamaño. Salpimentar ligeramente. Picar la cebolleta y el diente de ajo.
Exprimir el zumo de la naranja en un cuenco, procurando recoger también la pulpa que caiga. Añadir el diente de ajo picado, la salsa de soja, el vinagre, la miel, la salsa Worcestershire, el almidón de maíz, el vino blanco, la cayena y la pimienta negra. Batir todo bien.
Calentar un poco de aceite en una sartén y pochar la cebolleta unos minutos. Incorporar el pollo a fuego fuerte y saltear durante unos minutos, hasta que se dore bien. Añadir la salsa, repartiéndola bien, y llevar a ebullición. Bajar la temperatura y dejar cocinar unos 10 minutos más, o hasta que espese. Corregir de sal y añadir un poco de cebollino o perejil picado.
Con qué acompañar la pechuga de pollo a la naranja
Este plato de pechuga de pollo a la naranja fácil combina de maravilla con algún cereal neutro, como el típico arroz cocido blanco de tantos platos de restaurante chino, aunque también iría bien con cuscús o quinoa, incluso puré de patatas. Es una receta estupenda para preparar con antelación, congelar o llevar en tupper, ya que la salsa conserva la carne muy jugosa y aromática.
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