El
cofundador
de
Microsoft
afirmó
que,
aunque
tiene
una
perspectiva
positiva
sobre
el
futuro
de
la
IA,
existen
riesgos
que
deben
ser
abordados.
¿Uno
de
ellos?
El
potencial
de
reemplazar
trabajos
importantes.
Bill
Gates,
conocido
por
su
optimismo
en
torno
a
la inteligencia
artificial (IA),
compartió
recientemente
sus tres
mayores
preocupaciones sobre
esta
tecnología
emergente.
Durante
una entrevista en
el
podcast “On
with
Kara
Swisher”,
reveló
que,
aunque
tiene
una
perspectiva
positiva
sobre
el
futuro
de
la
IA, existen
riesgos
que
deben
ser
abordados.
Cuáles
son
los
tres
problemas
que
planteó
Bill
Gates
En
primer
lugar,
Gates
señaló
su
inquietud
por
el
uso
de
la
IA
con “malas
intenciones
para
cometer
delitos
cibernéticos,
bioterrorismo
o
guerras
entre
estados”.
Insistió
en
que
“para
prevenir
estos
peligros,
es
crucial
asegurar
que
los
‘buenos’
también
dispongan
de
IA
que
pueda
defenderse
contra
estas
amenazas”.
Este
hecho también
fue
respaldado
por
otros
líderes
en
el
ámbito
tecnológico.
Michael
Schwarz,
economista
jefe
de
Microsoft,
mencionó
en
el
Foro
Económico
Mundial
del
año
pasado
que
estaba
“convencido
de
que
la
IA
será
utilizada
por
actores
maliciosos
y
causará
daños
reales”.
Además, Gates
expresó
su
preocupación
por
la
“tasa
de
cambio”
rápida que
podría
tener
efectos
resonantes
en
el mercado
laboral.
Subrayó
que la
IA
tiene
el
potencial
de
reemplazar
trabajos
importantes
en
la
economía,
especialmente
en
áreas
como
la
telesales
o
telesoporte,
las
cuales
son
“grandes
componentes
de
la
economía”,
según
dijo
en
el
podcast.
Un
informe
de Goldman
Sachs en
2023
respaldó
esta
afirmación,
al
estimar
que la
IA
podría
causar
una
“disrupción
significativa”
en
el
mercado
laboral,
afectando
aproximadamente
a 300
millones
de
empleos
a
tiempo
completo.
Gates
también
mencionó
que, aunque
la
IA
podría
liberar
a
los
profesionales
como
los
docentes
de
algunas
tareas
repetitivas, “la
rápida
tasa
de
cambio
es
aterradora”.
Esto
resuena
con
los
hallazgos
de
un
estudio
de
HubSpot,
que
indicaba
que
los
trabajadores
en
ventas
ahorraban
tiempo
al
automatizar
tareas
manuales
con
IA.
Según
el
estudio, “la
IA
no
está
reemplazando
a
los
vendedores,
solo
se
encarga
de
los
aspectos
más
repetitivos
de
su
trabajo”.
Un tercer
punto de
preocupación
para
Gates
es
la
posible “pérdida
de
control”
sobre
la
IA.
Este
tema
fue
debatido
por
muchos
investigadores
que
advierten
sobre
los
riesgos
del
desarrollo
de
una
inteligencia
artificial
general
(AGI)
que
supere
la
capacidad
humana, lo
que
podría
llevar
a
escenarios
catastróficos. “Mi
opinión
es
que
si
logras
superar
los
dos
primeros
desafíos,
en
realidad
el
tercero
no
es
el
más
difícil”,
afirmó
Gates.
Cómo
manejar
el
rápido
crecimiento
de
la
IA
El
debate
sobre
cómo
gestionar
y
regular
la
IA
ha
sido
constante
entre
los
líderes
en
tecnología. Sam
Altman,
CEO
de
OpenAI,
expresó
durante
una
entrevista
que “el
mejor
de
los
casos
es
increíblemente
bueno,
es
difícil
incluso
de
imaginar”.
En
el
lado negativo,
también
mencionó
que en
el
peor
de
los
escenarios
“podría
ser
un
apagón
completo
para
todos
nosotros”.
Para
abordar
estos
desafíos, algunos
gobiernos
ya
están
tomando
medidas.
El
presupuesto
del
presidente Joe
Biden para
el
año
fiscal
2025
incluye millones
de
dólares
destinados
a
avanzar
en
el
desarrollo
seguro,
seguro
y
confiable
de
IA
e
invertir
en
un
nuevo
instituto
de
seguridad
de
IA para
proteger
la
seguridad,
la
seguridad
y
los
derechos
del
público
estadounidense.
La
mezcla
de
optimismo
y
precaución
de
Gates
refleja
una
corriente
común
en
el
mundo
tecnológico:
aunque
la
inteligencia
artificial
tiene
un
potencial
increíble,
es
fundamental
manejar
sus
riesgos
cuidadosamente.