Le
haré
una
oferta
que
no
podrá
rechazar.
La
mítica
frase
que
pronunciaba
Marlon
Brando
en
El
Padrino
bien
podría
haberla
dicho
Netflix,
que
también
llegó
a
nuestras
vidas
con
una
propuesta
difícil
de
rechazar:
un
catálogo
impresionante
de
series
y
otras
tantas
películas
y
documentales
a
un
precio
irrisorio:
7,99
euros
al
mes.
Por
aproximadamente
lo
que
cuesta
una
entrada
de
cine,
tenías
entretenimiento
a
raudales.
Bueno,
tú
y
más
gente,
porque
optando
por
la
tarifa
de
dos
dispositivos,
Netflix
llegaba
a
dos
hogares
al
módico
precio
de
9,99
euros.
Conviene
recordar
que
al
inicio
de
los
tiempos
se
podía
compartir
cuentas.
Eran
los
inicios
del
streaming,
una
fase
donde
lo
importante
era
darse
a
conocer
y
crecer
a
toda
costa.
Sí,
eso
también
incluye
endeudarse:
producciones
exclusivas,
periodos
de
prueba,
laxitud
a
la
hora
de
compartir
cuentas
y
precios
con
los
que
sencillamente
no
salían
las
cuentas,
para
muestra,
un
balance
de
cuentas
devastador:
a
finales
de
marzo
de
2022
la
deuda
de
Netflix
era
de
14.500
millones
de
dólares.
En
busca
de
la
rentabilidad
con
medidas
poco
populares
Pero
el
streaming
cambió
de
fase
y
los
días
de
vino
y
rosas
pasaron
a
mejor
vida:
llegó
la
competencia
replicando
el
modelo
ávida
por
hacerse
por
un
trozo
de
pastel,
lo
que
inició
la
guerra
del
streaming.
Poco
tiempo
después,
llegaron
las
cancelaciones
de
series
exitosas,
el
adiós
a
compartir
cuentas,
la
publicidad
y
por
supuesto,
la
subida
de
precios.
Tomando
como
ejemplo
el
plan
estándar,
pasó
de
9,99
euros/mes
a
10,99
euros/mes
en
2017,
11,99
euros/mes
en
2019
y
en
octubre
de
2021,
el
precio
marcaba
un
nuevo
máximo
con
12,99
euros
mensuales.
Es
lo
que
tiene
no
ser
rentable,
que
no
es
para
siempre:
o
las
cuentas
te
empiezan
a
salir,
o
dejas
de
ser.
Netflix
es
pionero
en
todo,
para
bien
y
para
mal:
en
iniciar
la
era
del
streaming,
en
aplicar
con
dureza
la
política
de
no
compartir
cuentas
y
también
en
la
subida
de
precios.
La
empresa
de
Reed
Hastings
señala
el
camino
y
sus
decisiones
son
todo
un
experimento,
una
avanzadilla
de
lo
que
sucederá
después.
Así,
otras
empresas
del
sector
han
ido
replicando
sus
polémicas
medidas
publicitarias,
la
política
de
las
cuentas
y
también
la
subida
de
precios.
Así,
este
mismo
año
Disney
+
subió
sus
precios
un
30%,
de
89,90
euros
a
119,90
euros
al
año.
El
streaming
ya
no
es
la
panacea
para
usuarios
y
usuarias,
que
ven
cómo
lo
que
antes
era
invertir
pocos
euros
para
ver
varias
plataformas
compartiendo
con
otras
personas,
ahora
se
ha
tornado
en
una
inversión
notable
si
quieres
verlo
todo,
porque
la
oferta
se
ha
diversificado
enormemente
y
si
quieres
compartir,
toca
pasar
por
caja
todavía
más.
Antes
las
cuentas
no
le
salían
a
las
empresas
de
streaming,
pero
ahora
igual
no
te
salen
a
ti.
¿Ha
habido
bajas
en
Netflix?
Seguramente,
pero
todo
es
cuestión
de
encontrar
el
equilibrio
Y
hablo
desde
mi
propia
experiencia:
me
he
convertido
en
una
consumidora
de
streaming
de
atracones,
es
decir,
que
tengo
claro
qué
contenidos
me
interesan,
cuándo
se
estrenan
y
en
qué
plataformas
están
para
suscribirle
y
devorarlos
en
uno
o
dos
meses.
Después,
me
doy
de
baja.
Sé
que
no
estoy
sola
en
esto
y
la
lógica
de
poner
más
trabas
y
subir
los
precios
invitaría
a
pensar
en
bajas
masivas.
¿Ha
habido
bajas
en
Netflix?
Seguramente,
pero
todo
es
cuestión
de
encontrar
el
equilibrio:
que
esas
bajas
sean
neutralizadas
por
el
dinero
aportado
por
las
suscripciones
que
siguen
y
las
que
se
dan
de
alta.
Medidas
polémicas,
resultados
como
nunca.
Pues
sí,
tras
endurecer
sus
condiciones,
Netflix
rompía
todos
los
pronósticos
en
España
ingresando
690
millones
en
2023,
un
aumento
del
5,23%.
Si
hablamos
de
beneficios
netos
(tras
descontar
los
gastos)
obtuvieron
10,65
millones
de
euros,
un
incremento
del
12,2%
respecto
al
año
anterior.
A
Disney
tampoco
le
ha
ido
mal:
salía
de
los
números
rojos
pese
a
subir
precios,
aunque
parte
de
culpa
la
tiene
la
exitosa ‘Del
revés
2‘,
que
atrajo
a
nuevos
suscriptores.
Así,
este
trimestre
sus
ingresos
totales
han
aumentado
un
4%
hasta
llegar
a
23.160
millones
de
dólares,
con
unos
ingresos
de
explicación
en
un
franco
ascenso:
un
19%
más,
hasta
4.230
millones
de
dólares.
La
misión
empieza
a
cumplirse:
el
vídeo
bajo
demanda
empieza
a
ser
rentable.
Como
detalla
Bloomberg
,
los
cinco
grandes
servicios
de
Hollywood
han
reportado
beneficios
agrupados
por
encima
de
los
3.200
millones
de
dólares
durante
el
primer
semestre
de
este
año,
un
cambio
abismal
frente
a
los
542
millones
en
rojo
de
2023.
Más
concretamente,
Netflix,
Disney,
Peacock,
Paramount
y
Warner
Bros.
Discovery.
De
todos
ellos,
Netflix
sigue
siendo
el
líder
del
cambio:
con
un
beneficio
de
4.500
millones
de
dólares
en
este
primer
semestre,
comienza
a
ser
rentable
una
década
después.
Inmediatamente
después,
le
sigue
Disney,
que
ya
se
acerca
a
ver
los
números
en
negro.
Decisiones
polémicas
mediante
que
alejan
a
quien
está
al
otro
lado
de
la
pantalla,
paradójicamente
al
streaming
por
fin
le
empiezan
a
salir
las
cuentas.
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|
Antonio
Cahún