Cuando
se
comienza
una
nueva
aventura
laboral,
en
muchas
ocasiones
hay
que
enfrentarse
a
diferentes
gastos
extras
para
poder
adaptarse
a
las
condiciones
de
la
empresa.
Este
gesto
es
uno
de
los
grandes
motivos
por
los
que
algunos
jóvenes
de
la
generación
Z
se
ven
obligados
a
rechazar
un
puesto
al
que
están
a
punto
de
acceder.
Así
lo
muestra
una
encuesta
realizada
a
más
de
2.000
jóvenes
de
entre
16
y
25
años
del
Reino
Unido.
Una
parte
de
ellos
afirmaban
que
los
gastos
asociados
a
un
nuevo
puesto
de
trabajo
era
motivo
para
tener
que
rechazarlos,
pese
a
haber
superado
las
entrevistas
previas.
A
los
jóvenes
les
genera
ansiedad
pensar
en
el
dinero
Esta
encuesta
se
centra
bastante
en
la
etapa
pospandemia
para
todos
los
jóvenes
del
país,
y
apunta
a
un
5%
de
ellos
que
limitan
sus
aspiraciones
profesionales.
Esto
se
debe
a
que
la
economía
no
pasa
por
su
mejor
momento,
y
algunos
gastos
importantes
como
por
ejemplo
el
precio
del
transporte
para
ir
a
su
puesto
de
trabajo
o
la
inversión
en
uniforme
no
es
algo
que
puedan
asumir.
En
este
afán
de
ahorro
vemos
cifras
hasta
preocupantes.
El
21%
de
los
jóvenes
reconoce
haberse
saltado
alguna
comida
para
ahorrar
dinero
y
el
43%
siente
ansiedad
por
el
aumento
en
el
coste
de
la
vida.
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Estos
datos
sin
duda
demuestran
que
los
jóvenes
temen
bastante
por
su
seguridad
financiera
en
un
futuro,
no
viéndose
con
una
cuenta
de
ahorro
y
una
estabilidad
a
largo
plazo.
De
hecho,
aproximadamente
el
30%
de
los
jóvenes
encuestados
manifestaban
que
pensar
en
dinero
les
generaba
un
gran
estrés,
y
el
60%
de
las
mujeres
encuestadas
apuntaban
a
que
tenían
miedo
de
no
conseguir
esta
estabilidad.
El
entorno
no
ayuda
para
nada.
Estas
sensaciones
las
vemos
a
diario
en
España
con
un
gran
problema
en
la
vivienda
que
impide
a
los
jóvenes
emanciparse
a
una
temprana
edad.
Pero
también
está
presente
el
elevado
paro
en
el
sector
joven
de
la
sociedad,
que
se
ubica
en
uno
de
los
más
altos
de
Europa.
Todo
ello
lo
que
genera
es
ansiedad,
y
estas
cifras
solo
lo
confirman.
Esta
ansiedad
lógicamente
afecta
a
la
salud
mental.
Así
lo
recoge
una
encuesta
publicada
en
Fortune
que
revela
las
consecuencias
del
clima
económico
actual.
En
los
países
más
pobres
se
ha
visto
una
afectación
a
la
salud
mental
de
los
jóvenes
la
situación
económica
por
la
que
están
pasando.
En
esta,
el
40%
de
los
encuestados
apuntaban
a
que
padecían
problemas
de
salud
mental,
y
dentro
de
estos
un
tercio
mostraba
preocupación
no
poder
lograr
sus
metas
profesionales.
Esta
ansiedad
y
falta
de
autoestima
en
las
capacidades
propias
no
es
inocua,
ya
que
el
12%
apunta
a
que
no
ha
podido
afrontar
las
entrevistas
de
trabajo,
mientras
que
el
18%
se
siente
abrumado
y
no
quiere
intentar
inscribirse
en
una
oferta
laboral.
Imágenes
|
Devin
Avery
Alexis
Brown