Dependiendo de si vamos a participar en una carrera o a realizar un entrenamiento de running, no siempre tenemos que hacer el mismo calentamiento, sino que este dependerá de la duración de la prueba o de la distancia de la misma. Así, no es lo mismo hacer un calentamiento para una carrera de cinco kilómetros que para una maratón.
Las carreras cortas requieren de velocidad y de una mayor preparación del organismo desde el primer segundo, por eso se recomienda trotar entre diez y quince minutos antes a ritmo suave, hacer unas cinco series de velocidad al 90% y por supuesto, estiramientos dinámicos a conciencia y movilidad articular. Debe dar la sensación de llegar a la salida como si ya estuviéramos corriendo.
Sin embargo, en pruebas más largas como la media maratón o maratón, el tiempo que estamos corriendo es muy superior y la velocidad es menor, por lo que no requerimos de calentamientos tan activos y largos. Con trotar unos cuantos minutos y hacer unos buenos estiramientos dinámicos será suficiente.
En las pruebas más largas, tras el trote de activación y los estiramientos dinámicos, son los primeros kilómetros ya después de cruzar el arco de salida los que nos sirven como un calentamiento. Correr de menos a más en este tipo de carreras, apretando al final en la medida de lo posible, suele ser lo más adecuado.
Este artículo fue originalmente publicado por Juan Lara en diciembre de 2009 y ha sido revisado para su republicación.
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