Que
Microsoft
es
una
de
las
grandes
empresas
tecnológicas
de
las
últimas
décadas
está
fuera
de
toda
duda.
Que
su
sistema
operativo
tiene
un
dominio
absoluto
en
versión
de
escritorio,
también.
Y
qué
mejor
muestra
de
esto
último
que
este
vídeo
donde
queda
patente
su
apabullante
hegemonía.
Pero
los
inicios
son
duros
y
el
de
Microsoft
no
fue
un
excepción.
Paul
Allen
y
Bill
Gates
se
decantaron
por
la
idea
de
Microsoft
tras
desechar
otras
ideas
de
negocio,
si
bien
al
filántropo
le
costó
ver
el
éxito
en
Microsoft
en
sus
comienzos,
hubo
alguna
tecnología
que
le
quitaba
el
sueño
e
incluso
se
vio
obligado
a
programar
a
contrarreloj
uno
de
los
peores
videojuegos
de
la
historia
para
cerrar
un
trato
millonario.
Bill
Gates
llevó
al
éxito
a
Microsoft
dedicándole
los
mejores
años
de
su
vida
y
todo
su
esfuerzo…
y
también
descubriendo
despilfarros
e
ineficiencias
que
se
traducían
en
millones
malgastados.
Microsoft
vivía
en
el
pasado
pese
a
ser
la
tecnológica
más
grande
Aunque ‘Código
Fuente‘
es
el
último
libro
dedicado
a
Bill
Gates
y
su
vida,
el
multimillonario
tiene
otra
obra
con
casi
30
años
a
sus
espaldas
que
vale
su
peso
en
oro
a
la
hora
de
desgranar
las
claves
del
éxito
de
Microsoft: ‘Negocios
a
la
velocidad
del
pensamiento’,
que
data
de
1999.
Allí,
el
ahora
filántropo
cuenta
cómo
fue
la
decisión
de
eliminar
los
formularios
de
papel
en
Microsoft.
El
concepto
de
‘La
oficina
sin
papeles’
no
es
de
Bill
Gates
ni
era
nuevo
por
aquel
entonces,
de
hecho
data
de
1973
y
tenía
como
objetivo
dejar
atrás
procesos
como
rebuscar
en
una
montaña
de
papeles
en
busca
de
un
dato.
Ya
en
1988
un
periodista
le
preguntó
sobre
este
concepto
y
Gates
reconoció
que
esa
visión
seguía
estando
muy
lejos.
En
su
empresa,
sin
duda.
En
Estados
Unidos,
también:
en
1996
el
95%
de
la
información
seguía
estando
precisamente
impresa
en
papel.
En
Microsoft,
también.
En
casa
del
herrero,
cuchillo
de
palo.
Hacía
pocos
meses
que
Microsoft
había
lanzado
su
exitoso
y
ahora
legendario
Windows
95
cuando
Gates
decidió
investigar
el
uso
del
papel
en
su
empresa.
Ese
año
se
habían
imprimido
350.000
copias
de
papel
solo
de
informes
de
ventas.
Al
pedir
una
copia
de
cada
formulario
en
papel
de
Microsoft,
recibió
un
archivo
que
recogía
cientos.
¿Cómo
era
posible
que
si
todo
el
mundo
en
la
empresa
tenía
un
PC
y
estaban
conectados,
no
se
usaban
formularios
electrónicos
y
el
email?
fue
la
pregunta
del
millón
que
atravesó
la
cabeza
de
Bill
Gates.
Como
revela
el
propio
Gates,
esta
realidad
no
era
sino
un
síntoma
de
un
problema
más
grave:
había
demasiada
burocracia,
demasiados
procesos
administrativos
complejos,
densos
y
que
consumían
mucho
tiempo.
Así
que
dicho
y
hecho:
prohibió
los
formularios
innecesarios,
lo
que
se
tradujo
en
una
renovación
del
sistema
para
ganar
en
precisión
y
facilidad
de
uso
para
que
la
plantilla
invirtiera
menos
tiempo
en
eso
y
más
en
otras
tareas
más
interesantes.
El
resultado
fue
impresionante:
de
más
de
1.000
formularios
pasaron
a
solo
sesenta
en
toda
la
empresa.
Menos
burocracia,
más
tiempo,
menos
papel
y
más
dinero.
Como
cuenta
Bill
Gates,
el
ahorro
derivado
de
pasar
de
formularios
en
papel
al
formato
electrónico
alcanzó
los
40
millones
de
dólares
solo
en
los
siguientes
doce
meses,
destacando
aquellos
relacionados
con
los
costes
de
tramitación.
Así,
cada
pedido
en
papel
suponía
unos
145
dólares
frente
a
los
5
dólares
por
pedido
en
tramitación
electrónica.
Conforme
desarrollaban
estas
soluciones
evolucionaban
sus
tecnologías
de
información,
que
se
convirtieron
en
el
soporte
principal
para
la
burocracia
y
que
pese
a
que
tenía
cada
vez
más
peso,
su
cuota
de
presupuesto
bajó
en
un
3%
de
1996
a
1999.
Portada
|
Flickr
(Statsministerens
kontor,
Michael
Kappel)