Este mes de mayo, el Audi TT cumple 25 años, y en principio no volverá a cumplir años. No es algo nuevo, Audi ya avisó hace un tiempo que el TT dejaba de fabricarse, pero .
Audi ha visto el futuro y el TT no está en él. Y es que en el año que cumple un cuarto de siglo en el mercado, el TT nos deja y en la marca no hay nada ni remotamente parecido destinado a ocupar su lugar.
En 1995, Audi desveló el Audi TT a modo de concept car en el Salón de Fráncfort. Tres años después, en mayo de 1998, desvelaba la versión de serie y era prácticamente idéntica al concept car.
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Obviamente, había algunas pequeñas diferencias, como la presencia de unas pequeñas lunas laterales traseras, pero globalmente era el mismo coche. Y eso, que sea un concept car con matrícula, es la prueba de que es muy probable que la siguiente propuesta de Audi sea bastante más light.
El que debía ser inicialmente un Audi A3 Coupé, en versión 2+2 y roadster biplaza, se convirtió en un modelo único y sin estar asociado a una gama de la marca alemana. La base mecánica, por cuestiones de coste, sería la del Volkswagen Golf IV.
Audi TT (8N)
Inicialmente, se pensó en los motores de 125 CV, 150 CV turbo y 200 CV del Golf, en tracción delantera o tracción integral (de tipo Haldex). Sin embargo, Audi lanzó el coche con motores 1.8 litros turbo de 180 CV y 225 CV. Entre 1998 y 2006 se fabricaron 178.765 TT coupé y entre 1999 y 2006, 90.733 unidades del TT Cabrio, en la factoría húngara del Grupo Volkswagen en Györ.
Esta primera generación, sin embargo, terminó con un modelo que sentaría las bases de lo que estaba por venir. Un par de años antes de dejar de fabricarse, Audi lanzó una versión equipada del VR6 3.2 litros y 250 CV de Volkswagen, tracción integral y cambio DSG, un coche que acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 s. Era el antesala de un TT S o TT RS.
Audi TT (8J)
La segunda generación del Audi TT llegó en 2007, con una carrocería parcialmente en aluminio (frontal). En esta ocasión, el TT usó la plataforma PQ35 del grupo, que sirvió de base para toda clase de coches, desde los SEAT Altea y León hasta el Volkswagen Golf pasando por el Audi A3.
Por primera vez, el TT equipó motorizaciones diésel, y el tope de gama lo conformaba el VR6 de 250 CV en el momento de su lanzamiento. Pronto, llegaron las versiones TT S quattro (4 cilindros 2.0 litros turbo de 272 CV) y TT RS.
Ésta llegó al mercado en 2009 inaugurando un nuevo 5 cilindros turbo de Audi, un motor de 2.5 litros y gloriosa sonoridad. En las primeras versiones desarrollaba 340 CV pero pronto Audi subió la potencia a 360 CV.
Audi TT (8S)
La última y tercera generación del TT, que data de 2014, es la más rara y exclusiva. Se fabricaron muchas menos unidades, pero eso no es un problema porque también se posicionó mucho más alto en el mercado, con precios similares en las versiones tope de gama, como el TT RS que desarrolla ahora 400 CV, a los de un Porsche 718 Cayman.
El Audi TT tuvo una carrera comercial de 25 años a lo largo de tres generaciones. Ahí es nada. Otros coches especiales que tuvieron el diseño como baza principal no llegaron tan lejos. Su hermano corporativo, el «New Beetle», introducido el año anterior al TT, sólo sobrevivió dos generaciones a lo largo de 22 años antes de desaparecer en silencio en 2019.
Antes del New Beetle, el Chrysler PT Cruiser sólo duró 10 años y una única generación. Tras un éxito inicial en los primeros años, el efecto moda pasó rápidamente y ya no interesaba a nadie. El Audi TT, por su parte, nunca apostó por un diseño neoretro, imitando a un antepasado; sus formas depuradas y aerodinámicas son propias. De hecho, son únicas e irrepetibles.
Hasta su interior es único. Sin duda por ser un modelo de 2014, carece de pantalla táctil central. La climatización se gestiona por controles físicos integrados en las bocas de ventilación.
En cuanto a toda la información necesaria, incluyendo la navegación, Apple CarPlay y Android Auto, están en el cuadro de instrumentos digital personalizable. Éste se controla vía ruedas y botones físicos en el volante. Algo totalmente impensable en la actualidad.
Por supuesto, se habla de un futuro modelo eléctrico y sucesor del TT, pero no será lo mismo. Más allá de la banda sonora que nunca será igual, ¿podrá Audi en ese modelo eléctrico plasmar la sorpresa y la declaración de intenciones que supuso el primer Audi TT?
¿Seguirá siendo un modelo irreverente con el diseño por bandera? Sólo el tiempo lo dirá, pero de momento, quien pueda que se vaya haciendo con alguna unidad del Audi TT, da igual la generación, antes que los precios empiecen a subir.