Suzuki Jimny, el deseado todoterreno de bolsillo que ya solo se vende de segunda mano

Con más de medio siglo a sus espaldas y cerca de tres millones de unidades vendidas en todo el mundo, el Suzuki Jimny es un pequeño y venerado todoterreno que hoy ya solo puede encontrarse en España en el mercado de usados.

O al menos sin estar homologado como comercial. Y es que en 2020 la marca nipona dejó de venderlo en Europa para cumplir con la media de emisiones en su gama, pero en 2021 regresó como pequeño industrial biplaza.

Así, ahora el Suzuki Jimny se vende nuevo únicamente en esta versión, rebautizado como Suzuki Jimny Pro, pero usado sí que puede encontrarse sin esta homologación que implica menos asientos a favor de más espacio de carga. Aunque los más numerosos corresponden a su anterior entrega…

Así es el último de los Jimny: un todoterreno de bolsillo que despierta pasiones

En su cuarta generación, el Suzuki Jimny regresó a sus orígenes, con una estética de cierto regusto retro que recuerda a su primera y segunda entrega, gracias a esos faros redondos enmarcando la parrilla frontal en negro con listones verticales o formas más cuadradas que su antecesor llegado en 1998.

Ligeramente más alto y ancho que el de tercera generación, el actual Jimny sigue manteniendo los ingredientes que lo han convertido en un coche tan deseado: cotas reducidas y estupendas capacidades todoterreno a un precio muy contenido.

Las cuatro generaciones del Suzuki Jimny, posando en familia

De hecho ha presumido de ser el 4×4 más barato del mercado, situándose por debajo de los 20.000 euros o apenas superándolos en sus opciones más completas.

El corazón del último de los Jimny es un motor K15B de 1.5 litros, con 102 CV de potencia y 130 Nm de par, que puede asociarse tanto a un cambio manual de cinco velocidades como a uno automático de cuatro.

En el menú encontramos asimismo un robusto chasis de largueros o la tracción integral desconectable Allgrip Pro con reductora. Con estos ingredientes el Jimny se mueve como pez en el agua fuera del asfalto, disfrutando de un ángulo de ataque de 37º, sumado a uno de salida de 49º y uno ventral de 28º. Su altura al suelo es de 21 cm.

Así, su hábitat natural es el terreno off road, donde se muestra muy capaz tanto en caminos de tierra como por terrenos más exigentes. Menos lo es en carretera: sus suspensiones son bastante duras, la dirección no es del todo precisa y su consumo sufre si nos pasamos con el acelerador en vías rápidas. Tampoco es un dechado de confort en las cuatro plazas que ofrece.

Pero el Jimny es lo que es y con sus credenciales ha sido todo un objeto de deseo en esta última generación, con largas listas de espera y superando ampliamente la demanda en relación a su oferta.

Víctima de la especulación en el mercado de usados, también ahora

Si ya el Jimny cuando aún estaba disponible nuevo, y sin mutar a industrial, se ofrecía con precios inflados en el mercado de usados por la enorme espera que suponía hacerse con uno, más ahora que no se comercializa. De hecho, no son muchas las unidades que están en venta.

Sirve como ejemplo este Suzuku Jimny en acabado JLX, que era el segundo disponible, y con la caja manual, que se vende por nada menos que 31.500 euros. Cuando se comercializaba nuevo esta versión arrancaba en los 20.490 euros o bien en 18.795 euros con oferta aplicada.

Hablamos por tanto de 11.000 euros más, aunque lo cierto es que se trata de un seminuevo, pues solo ha recorrido 24.000 km. Sea como fuere, parece que pocos particulares están dispuestos a deshacerse de su Jimny de última generación.

Sin embargo, sí que encontramos más unidades de la tercera entrega, que se comercializó entre 1998 y 2018. Y los precios varían bastante dependiendo de los kilómetros, del equipamiento, de la antigüedad y de la mecánica. En general oscila entre unos 6.000 y unos 23.000 euros.

Si quieres un Jimny nuevo solo puede ser el comercial Pro

Actualmente, el único de los Suzuki Jimny disponibles es el Jimny Pro, la ya mencionada variante comercial del todoterreno. Su precio parte de los 21.490 euros, incluyendo el IVA pero no el impuesto de matriculación (en su caso está gravado al 9,75 % pues homologa 173 g/km de CO₂), así que en realidad ronda los 23.000 euros. Se vende en un único acabado.

Dispone solo de dos asientos pero aumenta muchísimo el espacio de carga, pues cubica 863 litros. Esto supone 33 litros más que la variante de pasajeros con los asientos abatidos y mucho más que los que ofrecía sin plegar la fila trasera (85 litros). Pero claro, hablamos de un biplaza y no de un cuatro plazas.

También se distingue del Jimny a secas por llevar la rejilla protectora para esta zona de carga tras los asientos o por un peso aún más comedido: 1.090 kg frente a los anteriores 1.165 kg. Pese a ello su consumo mixto no está entre los más ahorradores: 7,7 l/100 km, apenas 0,2 litros menos que cuando no era industrial.

Por lo demás calca sus dimensiones, así como la mayoría de su equipamiento, además de su mecánica. Así, en el menú encontramos el propulsor gasolina de 102 CV, aunque ahora solo puede seleccionarse con el cambio manual, o la tracción 4×4 Allgrip Pro.

Asimismo dispone del interior más moderno, pero sin el display táctil, aunque su sistema multimedia dispone de radio digital, puerto USB y conexión Bluetooth para smartphone. También encontramos bondades como retrovisores eléctricos, control de crucero o limitador de velocidad.

Gracias a ofertas como esta, el Jimny Pro nuevo lo podemos encontrar algo más barato, en este caso 20.517 euros. Aunque parece que también está sufriendo los efectos de la comedida fabricación y más ahora con la crisis de los microchips acogotando la producción de coches.

Y es que ya se ofrecen modelos de kilómetro cero con un precio superior al de tarifa, como esta unidad que se comercializa por 25.750 euros y con garantía oficial o esta otra que se vende por 24.500 euros. Qué será lo que tiene el Jimny.

En Motorpasión | Repasando la historia del Suzuki Jimny: éxitos y curiosidades del pequeño todo terreno de los mil nombres | Cinco mitos del automóvil con los que darse un capricho y que se han vuelto asequibles como coches usados