“La violencia que hay en el sur la dejó Patricia Bullrich”, planteó la ministra de Seguridad Sabina Frederic con críticas a su antecesora. La responsabilizó por los conflictos que se viven en zonas como Villa Mascardi por las tomas de tierras de parte de mapuches como el de la semana pasada, donde hubo un impresionante operativo para realizar peritajes en terrenos ocupados y durante el que hubo detonaciones y corridas.
Frederic explicó que la toma del predio de Parques Nacionales en Villa Mascardi se produjo en 2017 durante la gestión de la exministra, que en un operativo del grupo Albatros de Prefectura asesinaron de un tiro en la espalda a Rafael Nahuel, que participaba de la toma, y que el predio sigue ocupado. La ministra preguntó “cuál es el ejercicio de autoridad que hizo Bullrich” y consideró que “hay una capacidad muy grande de esconder quién dejó el problema y no lo resolvió”.
Villa Mascardi: impresionante operativo en la toma mapuche
En cuanto a sus declaraciones sobre las ocupaciones de terrenos manifestó que nunca dijo que se producen “solo por necesidad” sino porque “hay una cuestión habitacional que implica una presión sobre esa situación”. La funcionaria había planteado que las usurpaciones “no son un tema de Seguridad”, aunque luego afirmó que “son acciones ilegales”.
“La violencia que hay en el sur la dejó Patricia Bullrich”
En cuanto a su vínculo con el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni, que la cruzó en varias oportunidades por sus fuertes diferencias, Frederic ironizó que “parece una telenovela”, dijo que evita la polémica y que “hay que respetar las posiciones de cada uno”. Reconoció divergencias con su par bonaerense, sostuvo que se las planteó y aseguró que trabajan coordinados.
Afirmó en relación a las manifestaciones que tiene “diálogo fluido” con los referentes de las organizaciones sociales que realizan los piquetes y que no pueden “negar el derecho a la manifestación”. Señaló que la conversación “permite desactivar el rigor del conflicto”. Manifestó que cortar las calles “es un delito en la medida en que la Justicia determine que es un delito” y que cuando la Justicia ordena desalojar cumplen con esta medida.
Explicó en A24 que “cuando uno reprime de entrada hay muchas consecuencias negativas y a veces hay mártires”. Mencionó los casos de Nahuel y también de Darío Kosteki y Maximiliano Santillán, asesinados por la policía Bonaerense durante una protesta en el Puente Pueyrredón en 2002. Dijo que el Gobierno “no quiere muertos” y que “hay gestiones que, por sus decisiones y por la idea de que hay que privilegiar un derecho sobre el otro, terminan pagando costos altísimos”.
