Los tres ejercicios básicos que no pueden faltar para esculpir tu abdomen

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La lista de ejercicios de abdomen es casi infinita, pero no todos los movimientos son interesantes. Dentro de esa larga cantidad de ejercicios, existen tres básicos con los que podemos comenzar a esculpir nuestro abdomen, y que nos acompañarán durante mucho tiempo con sus progresiones. Estos son los clásicos que no pueden faltar en tus sesiones de abdomen, especialmente para fortalecer la musculatura interna. 

Los tres ejercicios clásicos que no pueden faltar para fortalecer tu abdomen

Plancha frontal (y sus progresiones)

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La plancha frontal es uno de los básicos que no pueden faltar en tus sesiones de abdomen y core. Este ejercicio tan sencillo, a la par que intenso, trabaja principalmente la musculatura interna del abdomen, lo que hace que sea eficaz para esculpir el abdomen, pero también para prevenir desequilibrios y dolores como el lumbar.

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Dentro del mismo ejercicio puedes hacer variantes más fáciles y difíciles, por lo que es interesante que lo utilices como guía para comprobar que el trabajo realizado está dando sus frutos. En esas variantes podemos ir quitando apoyos de mano y pie y añadir movimiento, haciendo así que este básico se adapte a todos los niveles.

Plancha lateral (y sus progresiones)

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La plancha lateral es otro de los ejercicios clásicos con los que entrenar nuestro core, en concreto la parte lateral de nuestro abdomen. Los oblicuos internos se activan enormemente con la plancha lateral original y todas las variantes que pueden ir aumentando la intensidad.

Bicho muerto (dead bug)

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El dead bug, traducido al español como ‘bicho muerto’ o ‘insecto muerto’, es el tercer y último clásico que te proponemos para fortalecer tu abdomen. En este movimiento nuestro tronco permanece estable mientras que vamos moviendo brazos y piernas siguiendo una progresión. 

La unión de los tres ejercicios, conocidos como el big three de McGill, hará que la musculatura interna de nuestro abdomen se fortalezca, sembrando así las bases para poder desarrollar también la musculatura interna, que es la que se ve. 

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Imágenes | Sergio Carpintero (Unsplash)