En
la
búsqueda
de
la
felicidad
muchas
veces
nos
olvidamos
de
visualizar
y
corregir
todo
aquello
que
nos
perjudica;
es
por
eso
que
te
mostramos
11
hábitos
que
sin
darte
cuenta
repites
a
diario
y
te
están
impidiendo
ser
feliz.
Sedentarismo
El
haber
dejado
de
movernos
con
regularidad
o
el
no
hacer
ejercicio
físico
de
manera
habitual
sin
duda
puede
perjudicar
nuestra
salud
y
de
esta
forma
afectar
negativamente
nuestro
bienestar.
Asimismo,
muchos
son
los
estudios
que
señalan
que
la
práctica
regular
de
ejercicio
mejora
nuestra
salud
mental
y
emocional
y
nos
ayuda
a
liberar
hormonas
de
la
felicidad,
por
lo
que
dejar
de
hacer
actividad
física
de
forma
regular
por
falta
de
tiempo
o
de
ganas
tiene
un
impacto
negativo
en
nuestro
bienestar.
Pensar
en
la
felicidad
como
una
meta
Obsesionarnos
con
alcanzar
la
felicidad
estableciéndola
como
un
objetivo
o
una
meta
en
sí
misma,
sin
duda
puede
entorpecer
nuestro
bienestar
ya
que
nos
impedirá
encontrar
la
felicidad
en
las
pequeñas
cosas
que
nos
aporta
cada
día.
Al
contrario,
concentrarnos
en
el
viaje
o
en
el
camino
hacia
la
felicidad
disfrutando
cada
instante
resulta
prioritario.
Elegir
el
placer
por
encima
del
disfrute
En
el
podcast
‘Ten
Percent
Happier’
de
Dan
Harris,
Arthur
C.
Brooks
explicaba
que
confundir
el
placer
con
el
disfrute
es
un
error
que
solemos
cometer
y
que
nos
aporta
un
pico
de
bienestar
que
no
se
mantiene
en
el
tiempo.
El
experto
asegura
que «el
placer
te
sucede
y
el
disfrute
es
algo
que
creas
a
través
de
tu
propio
esfuerzo».
El
primero
es
fugaz
y
sin
esfuerzo,
mientras
que
el
segundo
es
más
consciente
y
permanente
por
lo
que
debemos
intentar
transformar
el
placer
inmediato
en
un
recuerdo
que
perdura
en
el
tiempo
y
disfrutar
de
diferentes
situaciones,
experiencias
o
sucesos.
Guardar
rencor
Guardarnos
todo
tipo
de
emociones,
entre
ellas
el
rencor,
pueden
afectar
negativamente
a
nuestro
bienestar
y
como
explican
los
los
psicólogos
expertos
de
PsicoActiva
disminuye
nuestra
posibilidad
de
disfrutar
de
nuestra
vida.
El
rencor
no
hace
daño
a
la
otra
persona
sino
sólo
a
nosotros
mismos,
impidiéndonos
seguir
adelante
y
concentrarnos
en
el
presente
y
en
el
futuro;
dejando
atrás
el
pasado.
Es
decir,
guardar
rencor
ocupa
un
espacio
mental
y
emocional
que
podría
llenarse
de
alegría,
amor
y
positividad
para
disfrutar
del
presente.
Permanecer
en
tu
zona
de
confort
La «zona
de
confort»
hace
referencia
a
un
estado
psicológico
en
el
que
una
persona
se
siente
tranquila
y
segura,
pero
que
si
se
mantiene
en
el
tiempo
hace
que
el
desarrollo
personal
se
estanque.
Robert
M.
Yerkes
y
John
D.
Dodson
utilizaron
este
término
en
1908
y
descubrieron
que
se
puede
lograr
un
nivel
constante
de
rendimiento
sin
ninguna
sensación
de
riesgo
o
de
ansiedad
en
nuestra «zona
de
confort».
Sin
embargo,
permanecer
allí
por
un
tiempo
demasiado
largo
puede
limitar
nuestras
experiencias
y
aprendizaje
y
por
lo
tanto,
condicionar
nuestra
felicidad.
Ser
ingrato
Practicar
la
gratitud
y
ser
agradecidos
es
uno
de
los
hábitos
que
nos
permiten
ver
la
vida
con
positividad
y
contribuye
a
nuestro
bienestar;
por
lo
tanto
ser
ingratos
nos
aleja
inmediatamente
de
la
felicidad.
Vivir
en
el
pasado
Todos
solemos
mirar
hacia
atrás
arrepitiéndonos
en
muchas
ocasiones
de
decisiones
o
comportamientos
que
hemos
tenido,
pero
pensar
demasiado
en
el
pasado
puede
bloquearnos
e
impedirnos
avanzar
por
lo
que
intentar
concentrarnos
en
el
presente
y
en
el
futuro,
aprendiendo
de
los
errores
cometidos
resulta
mejor
opción
para
alcanzar
la
felicidad.
Compararnos
constantemente
con
los
demás
En
la
actualidad
las
redes
sociales
hacen
que
sea
increíblemente
fácil
comprarnos
con
otros,
pero
se
nos
olvida
ver
nuestros
propios
logros
y
nuestro
valor,
lo
cual
nos
hace
sentir
que
siempre
nos
quedamos
cortos
aunque
nos
vaya
bien.
Por
eso,
es
importante
pensar
que
cada
persona
y
familia
tiene
un
camino
diferente,
un
contexto,
unas
experiencias,
y
hasta
una
idea
de
felicidad
distinta
al
resto
y
compararnos
nunca
será
un
buen
recurso
para
alcanzar
el
bienestar.
Ignorar
tus
emociones
Nuestras
emociones
son
una
de
las
formas
que
tiene
nuestro
cuerpo
de
comunicarse
con
nosotros
mismos,
diciéndonos
qué
está
mal
y
que
necesita
atención,
por
lo
que
ignorarlas
o
reprimirlas
sólo
puede
provocar
que
se
vuelvan
más
difíciles
de
manejar.
Entonces,
aceptar
nuestras
emociones
resulta
clave
e
ignorarlas
únicamente
nos
aleja
de
la
felicidad.
Evitar
conversaciones
difíciles
Evitar
conversaciones
complicadas
o
que
pueden
tener
un
desenlace
no
deseado,
sin
duda
no
hace
que
el
problema
desaparezca
sino
que
pospone
lo
inevitable
y
puede
poco
a
poco
socavar
nuestra
paz
mental
y
emocional.
Por
el
contrario,
enfrentar
todo
tipo
de
conversaciones
(aún
las
más
difíciles
o
complicadas)
puede
fortalecer
relaciones
y
vínculos
o
bien,
conseguir
un
alivio
en
caso
de
que
se
rompa
una
relación
que
nos
estaba
haciendo
daño.
Ser
incapaz
de
decir
que
no
Decir
siempre
que
sí
o
ser
incapaz
de
decir
que
no,
puede
llevarnos
a
un
exceso
de
compromiso
y
al
agotamiento
mental
y
emocional,
sin
dejarnos
tiempo
para
atender
nuestras
necesidades
y
contribuir
a
nuestro
bienestar.
Por
esta
razón,
cuando
aprendemos
a
decir
que
no
a
las
cosas
que
no
nos
aportan,
no
nos
gustan
o
no
nos
parecen,
sólo
estamos
poniendo
límites
y
valorando
nuestro
propio
tiempo,
no
estamos
siendo
egoístas.
Estos
son
11
hábitos
que
sin
darnos
cuenta
pueden
alejarnos
de
la
felicidad
en
el
día
a
día,
al
impedirnos
lograr
el
bienestar
que
tanto
deseamos.
En
Vitónica
|
Si
haces
esto
a
menudo
probablemente
serás
más
feliz
que
la
mayoría
En
Vitónica
|
Si
usas
estas
frases
todos
los
días
serás
más
feliz
que
la
mayoría,
según
los
expertos
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