Hace un mes, te contábamos cómo se había puesto en marcha uno de los cambios más relevantes de los últimos años en materia laboral: la modernización del registro de jornada. El Ministerio de Trabajo está sometiendo a audiencia pública el Real Decreto que digitalizará el funcionamiento del mismo.
Durante dicha audiencia, que permanecerá abierta unos días más, ciudadanos, sindicatos y empresas podrán presentar aportaciones al texto. Tras ello, el decreto deberá ser revisado por el Consejo de Estado antes de su aprobación definitiva por el Consejo de Ministros.
En el caso de que finalmente se apruebe (lo que podría ocurrir a principios de 2026), la reforma obligará a detallar pausas, horas extraordinarias, modalidades de trabajo… y la forma en que se compensan los excesos de jornada.
Todas las empresas, sin importar su tamaño, deberán contar con una herramienta que permita registrar la jornada diaria de cada trabajador, correspondiendo sólo a éste realizar las anotaciones «de forma libre, personal, directa e inmediata», sin presión ni condicionamientos por parte de la empresa.
Cualquier modificación requerirá el consentimiento del empleado; si no hay acuerdo, se reflejará la discrepancia en el propio registro
Cada hora extra deberá indicar su compensación
Una de las principales innovaciones del nuevo registro horario es que cada hora extraordinaria deberá quedar claramente justificada y registrada con precisión. Ya no bastará con que el sistema refleje que el trabajador prolongó su jornada: el nuevo modelo exige que se indique expresamente cómo se compensa ese tiempo adicional, si mediante una retribución económica o a través de tiempo de descanso equivalente.
Con el nuevo sistema digital, cada trabajador deberá indicar en el mismo momento de la anotación si la hora extra realizada se compensará con dinero o con descanso, y cuándo se prevé su disfrute. Esta información quedará registrada de forma trazable, permitiendo a la Inspección de Trabajo verificar fácilmente el cumplimiento del límite legal de 80 horas extraordinarias anuales, establecido en el Estatuto de los Trabajadores.
Si las horas no se compensan con descanso dentro de los cuatro meses siguientes, deberán abonarse con su correspondiente cotización a la Seguridad Social. La medida también pretende proteger el derecho al descanso y evitar que la flexibilidad laboral se traduzca en jornadas interminables.
Controlando a las empresas
La Inspección de Trabajo podrá acceder en remoto y en tiempo real a esta información, cruzándola con las nóminas y los resúmenes mensuales que las empresas estarán obligadas a entregar junto con el recibo salarial.
Esta trazabilidad facilitará la detección de incongruencias —por ejemplo, si se registran horas extra sin el correspondiente pago o descanso— y permitirá sancionar de forma más ágil a las compañías que incumplan.
El objetivo, según el Ministerio de Trabajo, es acabar con las horas extra fantasma, aquellas que ni se pagan ni se descansan y que suponen una forma encubierta de prolongar la jornada laboral. Los datos oficiales del INE y la Encuesta de Población Activa estiman que en España se realizan semanalmente más de 2,5 millones de horas extraordinarias no remuneradas, lo que equivale a miles de empleos a tiempo completo.
El lado tecnológico de todo el asunto
El aspecto tecnológico resultará clave: la Inspección de Trabajo y los representantes sindicales podrán acceder en cualquier momento y de manera inmediata al registro, tanto presencial como remotamente. La información deberá almacenarse en formatos «tratables, legibles y compatibles» y cumplir la normativa de protección de datos.
Ante los temores de las patronales por posibles riesgos de seguridad, el Ministerio ha solicitado un informe a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y a los ministerios de Economía y Transformación Digital.
Aunque el Gobierno no impondrá una herramienta única, cada empresa deberá elegir un sistema que cumpla los criterios de digitalización, accesibilidad y trazabilidad. También deberá proporcionar formación específica a los empleados sobre el uso del sistema, un tiempo que se considerará como jornada laboral efectiva. El coste de esta formación no podrá repercutirse en la plantilla.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | A los españoles cada vez les pagan o compensan menos las horas extra. En el teletrabajo es incluso peor




































