El grupo que acompaña al Indio Solari en vivo tocó tres horas, con un gran repertorio de clásicos de Los Redondos como de la etapa solista del cantautor argentino más convocante de todos los tiempos. Desde temprano se hizo notar la multitud de personas que abarrotó la Ciudad de Buenos Aires.
Luego de casi 30 años de la presentación de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en la presentación del mítico disco “Lobo suelto, cordero atado”, en el estadio Tomás Adolfo Ducó, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado revivieron este sábado la mística de aquella misa ricotera en el estadio de Huracán que saltó, bailó y disfrutó del gran repertorio de temas clásicos que realizó la banda que acompaña al Indio Solari a lo largo de tres horas.
Horas antes del show se pudo observar como una multitud abarrotó el barrio porteño de Parque Patricios, nuevamente con la ilusión de que se haga presente aunque sea en un tema el Indio Solari. Pero como muchos ya saben, apareció en streaming en varios de los temas que desplegó la banda a lo largo de las tres horas de recital que dieron.
El recital comenzó cerca de las 21.45 horas, y Los Fundamentalistas tocaron alrededor de 40 temas, en los cuales fueron rotando las voces entre todos los integrantes de la banda, tal como acostumbran a hacer en sus recitales sin el Indio.
Dijeron presentes: Gaspar Benegas y Baltasar Comotto, en guitarras; Pablo Sbaraglía, en teclados y guitarras; Fernando Nalé, en bajo; Deborah Dixon y Luciana Palacios, en coros; Sergio Colombo en vientos; Miguel Ángel Tallarita, en trompeta; y Ramiro López Naguil, en batería.
En su despedida de la gira “Rock and roll”, que los llevó a tocar en diferentes puntos del país, así como a Uruguay y cruzar por primera vez a España, Los Fundamentalistas dieron un show con un halo de despedida, que arrancó con una enagenada versión de “Rock para el Negro Atila”, tema del disco “Lobo suelto, cordero atado”, claro que no podía ser de otra manera. El show continuó con “Mi perro dinamita”, “Unos pocos peligros sensatos” y “Un ángel para tu soledad”.
Gaspar arengó a todos a “hacer un ruido muy fuerte que le llegue al Indio” en forma de saludo antes de interpretar el primer tramo de canciones solistas del Indio con: “Tomasito, ¿puedes oírme?”, “Martinis y tafiroles” y “Ramas desnudas”. Recién en el octavo tema apareció el Indio en las pantallas y fue para cantar la segunda parte de “Yo caníbal”. Y lo siguió una tríada ricotera que inició con “Motorpsico”, continuó con “Superlógico” y cerró con “Yo no me caí del cielo”.
Durante misa ricotera de Huracán, como no podía faltar, Los Fundamentalistas también homenajearon al baterista Martín Carrizo, Nalé dedicó “Preso en mi ciudad” en su memoria y el estadio explotó en ovación al músico fallecido a principios de este año.
l Indio volió a aparecer con “Nuestro amo juega al esclavo”, “Encuentro con un ángel amateur” y “Flight 956”. También se sumó un cuarteto de cuerdas, dos violines, un violonchelo y un contrabajo, para interpretar “Espejismo” y en “El tesoro de los inocentes”. El teclado rabioso de Sbaraglia se hizo notar con gran intensidad en “Héroes del Wisky” y la indiscutible garganta de Luciana Palacios hizo lo propio en “Todo un palo”.
Antes de que comience a sonar “Juguetes Perdidos”, la banda pidió por favor que se abstengan de prender bengalas, ya que podían lastimar al público porque el estadio estaba estallado de gente y banderas.
Con el estadio colmado, antes del final y con ese halo de despedida, que se mencionó anteriormente, hacia el final del concierto Sbaraglia y sus compañeros subieron sus copas, brindaron por la Argentina y anunciaron que se alejarían un tiempo de los escenarios porque arrancaran a grabar. Tras el brindis llegó el cierre de la mano de “Ji Ji Ji” y “Mariposa Pontiac/Rock del país”.