Los empleados ya no quieren ser autónomos

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Después de años viendo como se glosaba la figura del emprendedor, como a todos aquellos que querían ser sus propios jefes se les ponían puentes de plata, un el informe The Workforce in Europe 2019 la intención de los trabajadores que quieren ser freelance o autónomos ha descendido 11 puntos en los dos últimos años. Y es que los empleados ya no quieren ser autónomos.

Desciende hasta el 15% el porcentaje que quiere pasar trabajar por cuenta propia y casi la mitad no quiere ni oír hablar de esta cuestión. No es que no resulte atractivo ser autónomo, sino que en gran parte la mejora económica y del empleo hace que para muchos ya no sea un clavo ardiendo al que agarrarse.

Prolongar la carrera profesional más allá de la jubilación, la realidad de muchos autónomos

Trabajar por cuenta propia tiene muchas ventajas, pero no se puede hacer de cualquier manera. Implica un esfuerzo adicional a trabajar por cuenta ajena. Además de realizar nuestro trabajo como profesional de cualquier ramo, tenemos que asumir funciones de gestión, de relaciones públicas, de comercial, fiscales, etc. Si al final este esfuerzo se traduce en muchas horas y escaso salario a muchos no les compensa.

El ejemplo más sencillo lo tenemos en el uso de la tarifa plana. Una forma de introducirse en el mundo del autónomo, a través del cual muchos descubren que después de dos años no tienen la masa crítica suficiente de clientes como para mantenerse activos. Y acaban por darse de baja. Lo preocupante es que no es solo un fenómeno que ocurre en España, sino en toda Europa.

Donde resulta más atractivo convertirse en autónomo, o al menos así lo manifiestan sus trabajadores es en Italia con un 68% de los encuestados que muestran su interés en trabajar por cuenta propia, seguidos de Reino Unido y Polonia con un 62%.

Malos tiempos para el emprendimiento joven: el número de autónomos menores de 30 años se ha reducido casi la mitad desde 2007

Porque el aliciente de trabajar por nuestra cuenta no es la independencia. Si caemos en el autoempleo estaremos atrapados y nuestras condiciones serán incluso peores que trabajando por cuenta ajena. Nuestro negocio nos tiene que dar para vivir mejor que si trabajamos para otros, para contratar especialistas que se ocupen de áreas determinadas, ya sean temas fiscales, de marketing o cualquier otro mientras que como profesionales nos centramos en lo que mejor sabemos hacer.

Imagen | jarmoluk