La ONU reconoce que la violencia obstétrica existe, y es un gran avance para tomar acciones que ayuden a erradicarla

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En Bebés y más hemos hablado tocado el tema de la violencia obstétrica desde hace varios años, e incluso recientemente compartimos el terrible caso de una mujer que dio luz a su celda sola y sin atención médica, negándole su derecho a tener un parto seguro.

Durante muchos años, diversas organizaciones y profesionales de la salud han alzado la voz para demandar mejores condiciones de salud para las mujeres. Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció la existencia de la violencia obstétrica, lo cual es una gran avance para erradicarla.

El informe

Presentado en la Asamblea General de las Naciones Unidas durante el mes de julio, el informe de 26 páginas titulado «Enfoque basado en los derechos humanos del maltrato y la violencia contra la mujer en los servicios de salud reproductiva, con especial hincapié en la atención del parto y la violencia obstétrica«, fue elaborado por la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, Dubravka Šimonović.

En él, la ONU finalmente reconoce la existencia de la violencia obstétrica y visibiliza un tipo de maltrato que durante años fue invisible para ellos. El hecho de que un organismo así finalmente visibilice los malos tratos que reciben madre y bebé durante el parto es una gran noticia para que las cosas cambien.

Qué hacer y qué decir si sientes que no estás siendo bien tratada durante tu parto

Dentro del informe, se exponen los casos de violencia obstétrica que se han reportado alrededor del mundo, y se explica a detalle en qué consiste esta clase de maltrato, así como sus causas y consecuencias.

Como cierre, la Relatora Especial añade recomendaciones de medidas que pueden comenzar a implementarse para lograr erradicarla. Te compartimos los principales puntos del informe.

La violencia obstétrica, un tema que finalmente se hace visible

Dentro del informe, la Relatora Especial utiliza el término «violencia obstétrica» para referirse a la violencia que sufren las mujeres durante la atención al parto en los centros de salud. Éste término aún no se utiliza en el derecho internacional de los derechos humanos, por lo que también utiliza el término «violencia contra la mujer durante la atención del parto», que sería la definición sencilla de violencia obstétrica.

Para preparar el informe y definir las formas de maltrato considerados como violencia obstétrica, la Relatora Especial y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya ha hablado acerca de la importancia del parto respetado e incluso ha compartido sus recomendaciones para tener una experiencia de parto positiva, organizaron de forma conjunta una reunión con un grupo de expertos sobre el maltrato durante la atención del parto en el contexto de los derechos humanos y la violencia contra la mujer.

Además, se hizo un llamamiento para recibir aportaciones e información sobre las formas de maltrato, el consentimiento informado, los mecanismos de rendición de cuentas y los ejemplos de las respuestas nacionales a la violencia contra la mujer en el ámbito de la salud.

En total, recibió más de 128 comunicaciones de Estados, organizaciones no gubernamentales, instituciones independientes y miembros del mundo académico, que le ayudaron a «identificar cómo se manifiesta la violencia de género en los servicios salud reproductiva y durante la atención del parto en los centros de salud».

En esas comunicaciones están los testimonios de las mujeres que han narrado la dolorosa historia que vivieron y que ponen en evidencia que la violencia obstétrica ocurre en todo el mundo y afecta a todas las mujeres, sin importar su nivel socioeconómico.

Una de cada seis mujeres en Estados Unidos reporta haber sufrido violencia obstétrica

Aunque la violencia obstétrica no es algo que solo ha sucedido de forma reciente, las redes sociales y los movimientos que dan voz a este tipo de violencia están logrando que los malos tratos que han sufrido millones de mujeres en el mundo finalmente sean visibles: «los testimonios de las mujeres han demostrado que el maltrato y la violencia durante el parto son práctica generalizada y arraigada en los sistemas de salud«, explica el informe.

Qué se considera violencia obstétrica

Parto Bebe

Parto Bebe

Entre los numerosos casos que se presentan en el informe se habla de diversas acciones consideradas violencia obstétrica, entre las que se encuentran las siguientes:

  • Maltrato, abandono y condiciones de peligro durante el parto.
  • Medicalización excesiva durante el parto, que a menudo causa lesiones en el recién nacido.
  • La técnica conocida como “sinfisiotomía”, que consiste en la separación y ampliación quirúrgicas de la pelvis para facilitar el parto.
  • La esterilización forzada y el aborto forzado basado en la creencia de que ciertos grupos de mujeres pertenecientes a grupos minoritarios no están en condiciones de ser “buenas madres” o no es aconsejable que tengan descendencia.
  • Ocultar información o engañar a las mujeres para que presten su consentimiento a la esterilización.
  • En algunos países, las mujeres encarceladas son inmovilizadas físicamente durante el parto mediante esposas que las atan a la cama, y son amordazadas. En otros casos, son esposadas e inmovilizadas durante el parto, el posparto y el período de recuperación posterior durante horas e incluso días.
  • La detención de las mujeres y sus hijos recién nacidos tras el parto, debido a su incapacidad para pagar los gastos de hospitalización.
  • El uso excesivo de cesáreas, una tendencia que va en aumento particularmente en América Latina y Europa, en la que los servicios se planifican y gestionan centrándose en la eficacia en función de los costos y el tiempo, y no en la salud de madre y bebé.
  • El uso excesivo o rutinario de la episiotomía y la sutura posterior al parto, que además en muchos casos son practicadas sin consentimiento informado y sin anestesia.
  • El uso excesivo de la oxitocina sintética para inducir las contracciones y el parto.
  • La maniobra Kristeller, contraindicada por la OMS.
  • La falta de respeto a su intimidad y a la confidencialidad cuando realizan los exámenes vaginales durante el parto, ya sea por hacerlos en presencia de terceros y por compartir información sobre su salud con ellos.
  • Procedimientos quirúrgicos por aborto espontáneo, legrado y sutura tras el parto, así como la extracción de óvulos durante el procedimiento de reproducción asistida, realizados sin anestesia.
  • Procedimiento de sutura tras la episiotomía que aplica más puntos de los necesarios, los llamados “puntos para el marido”.
  • Falta de autonomía y capacidad de toma de decisiones, incluida la posibilidad de elegir su posición de parto preferida.
  • Observaciones sexistas y ofensivas durante la atención al parto, como agresiones verbales
  • Maltrato psicológico como amenazas, burlas, reproches, insultos y gritos.
  • La ausencia del consentimiento informado, que aunque en muchos países existe, pocas veces es respetado y considerado, terminando en muchos procedimientos realizados a mujeres y bebés sin pedir su consentimiento.
  • La aplicación de los llamados “protocolos hospitalarios” o el uso de formularios de consentimiento en blanco que se pide firmar a las mujeres y que permiten al personal médico hacer lo que le parezca necesario sin necesidad de ningún consentimiento.
Una de cada diez mujeres en España afirma haber tenido un parto traumático, según un reciente estudio

Por qué es importante reconocerla y erradicarla

Este tipo de violencia y maltrato hacia las mujeres durante la atención del parto, no solamente puede poner en riesgo la salud de madres y bebés, sino que además, puede dejar secuelas físicas y psicológicas, y afectar diversos aspectos de la vida de la madre, como la lactancia, su sexualidad o su relación con su pareja y su bebé.

Como ya lo hablamos hace tiempo en entrevista con Ibone Olza, psiquiatra infantil, madre y activista por los derechos del nacimiento, lo que sucede en el parto queda profundamente grabado en ambos cerebros.

Pero además del daño que puede ocasionar la violencia obstétrica, es algo que debe erradicarse simplemente porque viola los derechos de la mujer de tener un parto respetado y seguro.

Qué hacer y qué decir si sientes que no estás siendo bien tratada durante tu parto

Por todo esto, y porque ya es hora de que se tomen acciones reales a nivel mundial, es relevante e importante que un organismo como la ONU finalmente haga visible la violencia obstétrica, y comiencen a tomarse las medidas necesarias para erradicarla.

Más información | Enfoque basado en los derechos humanos del maltrato y la violencia contra la mujer en los servicios de salud reproductiva, con especial hincapié en la atención del parto y la violencia obstétrica
Fotos | iStock
Vía | El País

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