Bill
Gates
lleva
casi
cuatro
décadas
siendo
millonario,
y
más
de
dos
décadas
ocupando
los
primeros
puestos
en
la
lista
de
personas
más
ricas
del
planeta.
En
la
actualidad,
Forbes
estima
que
tiene
una
fortuna
aproximada
de
129.300
millones
de
dólares,
lo
que
le
permitiría
vivir
sin
demasiados
sobresaltos
durante
356
años
gastando
un
millón
de
dólares
al
día.
Sin
embargo,
el
magnate
fundador
de
Microsoft
ha
declarado
en
varias
ocasiones
que,
al
igual
que
otros
millonarios,
su
intención
es
ir
donando
cada
año
miles
de
millones
a
la
fundación
que
creó
junto
a
su
esposa
Melinda,
dejando
una
pequeña
parte,
que
rondaría
el
1%
de
su
fortuna,
a
repartir
como
herencia
para
sus
hijos.
No
obstante,
el
millonario
y
su
esposa
siempre
han
mantenido
a
su
familia
lejos
del
foco
mediático,
y
poco
se
sabe
sobre
quiénes
son
los
hijos
de
Bill
y
Melinda
French
Gates:
Jennifer,
Rory
y
Phoebe
Gates.
Jennifer
Gates:
comparte
la
pasión
por
la
biología
con
su
padre
Pese
a
ser
de
dominio
público
que
su
padre
no
tenía
intención
dejarles
su
fortuna
en
herencia,
los
hijos
de
Gates
han
obtenido
el
mejor
regalo
que
un
padre
puede
hacer
a
sus
hijos:
la
mejor
formación
que
una
fortuna
pueda
pagar.
Los
tres
hijos
de
Bill
y
Melinda
Gates
han
seguido
caminos
académicos,
alejándose
del
foco
mediático
que
suele
rodear
a
su
padre.
Jennifer
Gates,
con
27
años,
es
la
hija
mayor
de
los
Gates.
La
primogénita
ha
combinado
su
pasión
por
la
equitación,
con
una
sólida
formación
académica.
Estudió
secundaria
en
la
elitista
Lakerside
School
de
Seattle,
reconocida
a
nivel
mundial
por
su
excelencia
en
materias
STEM.
La
elección
de
esta
escuela
para
la
educación
de
sus
hijos
no
fue
casual,
Paul
Allen
y
Bill
Gates
se
conocieron
en
los
pasillos
de
esta
escuela,
y
años
más
tarde
fundaron
Microsoft.
Más
tarde,
Jennifer
Gates
se
graduó
en
biología
humana
en
la
Universidad
de
Stanford,
ha
obtenido
un
master
en
salud
pública
en
la
Universidad
de
Columbia
y,
ahora,
cursa
la
carrera
de
medicina
en
la
Icahn
School
of
Medicine
en
Nueva
York.
Esta
pasión
por
la
ciencia
y
la
medicina
que
comparte
con
su
padre,
ha
hecho
que
entre
ellos
exista
un
enorme
vínculo,
y
Bill
Gates
no
desaprovecha
ninguna
ocasión
para
compartir
los
méritos
de
su
primogénita
posando
con
ella
en
sus
redes
sociales.
Según
la
prensa
especializada,
Jennifer
Gates
monta
a
caballo
desde
los
6
años,
y
esa
pasión
la
llevó
a
conocer
al
jinete
egipcio
Nayel
Nassar,
con
quien,
según
Business
Insider,
se
casó
en
noviembre
de
2021.
En
marzo
de
2023,
Jennifer
convirtió
a
Bill
Gates
en
un
feliz
abuelo,
añadiendo
una
nueva
generación
a
la
dinastía
Gates.
Poco
después,
Jennifer
y
su
esposo
se
mudaron
a
un
nuevo
hogar
de
lujo
con
seis
dormitorios,
seis
baños,
chimenea
y
piscina
privada
que,
según
The
Real
Deal,
la
hija
de
Gates
compró
al
piloto
de
Fórmula
1
Lewis
Hamilton.
Rory
John
Gates:
el
único
hijo
de
la
pareja
y
el
más
reservado
Rory
John
Gates,
con
24
años,
es
el
único
hijo
de
los
Gates.
Ha
sido
el
único
capaz
de
conseguir
mantener
su
vida
privada
fuera
del
escrutinio
público
y,
al
contrario
que
el
resto
de
su
familia,
se
ha
mantenido
al
margen
de
las
redes
sociales.
Sin
embargo,
Rory
se
ha
mantenido
siempre
muy
cercano
a
su
padre.
De
hecho,
fue
testigo
directo
de
los
desacuerdos
entre
Bill
Gates
y
Elon
Musk,
según
contaba
Walter
Isaacson
en
la
biografía
de
Musk.
Al
igual
que
su
padre
y
su
hermana
mayor,
cursó
secundaria
en
la
Lakerside
School.
Su
educación
continuó
la
prestigiosa
Universidad
de
Chicago
donde,
según
Business
Insider
se
graduó
con
doble
especialización
en
Ingeniería
Informática
y
Económicas,
así
como
un
master
en
solo
4
años.
Sin
duda,
el
único
hijo
de
Bill
Gates
ha
heredado
su
pasión
por
la
productividad.
El
Chicago
Tribune
publicó
que
Christopher
Carletti,
un
representante
legal
habitual
de
Bill
Gates,
había
firmado
en
2018
la
compra
de
una
mansión
de
280
metros
cuadrados,
distribuidos
en
tres
plantas
y
cinco
habitaciones
por
la
que
habría
pagado
1,25
millones
de
dólares.
Casualmente,
la
nueva
mansión
de
Gates
se
encontraba
junto
a
la
Universidad
donde
estudió
Rory
Gates.
Phoebe
Gates:
la
más
mediática
que
apuesta
por
la
moda
sostenible
Phoebe
Gates,
con
21
años,
es
la
menor
de
los
tres
hermanos
y,
al
contrario
que
su
hermano,
su
pasión
son
los
focos,
las
pasarelas
de
moda
y
la
comunicación.
Ha
asistido
en
varias
ocasiones
al
Fashion
Week
de
Nueva
York
y
a
la
gala
de
la
Women’s
Tennis
Association.
Además
de
cursar
secundaria
en
la
misma
escuela
que
sus
hermanos
y
su
padre,
Phoebe
es
una
apasionada
del
arte
en
general
y
de
la
danza
en
particular.
Según
Vanity
Fair,
ha
estudiado
en
importantes
escuelas
como
la
The
School
of
American
Ballet
y
en
la
prestigiosa
escuela
Juilliard.
Tras
su
graduación,
se
mudó
a
San
Francisco
para
seguir
los
pasos
de
su
hermana
mayor
en
Stanford
estudiando
biología
humana.
Mientras
termina
con
sus
estudios
en
2025,
la
hija
menor
de
Bill
Gates
ya
ha
colaborado
con
Vogue
e
incluso
se
ha
adentrado
en
el
terreno
de
las
entrevistas
haciéndole
una
su
madre.
Ocasión
que
Melinda
French
Gates
no
desaprovechó
para
presumir
de
hija
en
sus
redes
sociales.
Aún
sin
terminar
su
carrera,
Phoebe
ha
dado
muestras
de
su
activismo
feminista,
cofundando
la
plataforma
Phia,
que
apoya
los
derechos
a
la
salud
y
los
derechos
reproductivos
para
las
mujeres.
Algo
que
tienen
en
común
las
dos
hijas
y
el
hijo
de
Bill
y
Melinda
Gates
es
que
todos
ellos
han
elegido
una
carrera
propia
e
independiente
de
los
negocios
que
hicieron
millonario
a
su
padre.
Ninguno
de
ellos
tiene
un
vínculo
directo
con
Microsoft,
ni
con
ninguna
empresa
o
sector
en
los
que
ha
invertido
el
millonario
en
los
últimos
años.
La
única
que
ha
mantenido
una
relación
más
o
menos
cercana
con
la
Fundación
Gates
ha
sido
Phoebe
Gates,
que
recientemente
participó
en
una
campaña
benéfica
con
Partners
in
Health
en
Ruanda.
La
Fundación
Bill
y
Melinda
Gates
apoya
a
esta
ONG.
Más
allá
de
ese
contacto
indirecto,
los
herederos
de
Bill
Gates
parece
que
no
protagonizarán
la
encarnizada
lucha
por
relevar
a
su
padre
al
frente
de
sus
negocios
como
le
sucedió
a
Logan
Roy.
Imagen
|
World
Economic
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(swiss-image.ch/
Remy
Steinegger)