Con
una
extensión
aproximada
de
9.596.961
km²,
China
es
un
país
rico
en
recursos
naturales,
sobre
todo
en
minerales.
Además,
el
cuarto
país
más
grande
del
mundo
ha
logrado
encontrar
«oro
blanco»
entre
sus
tierras
y,
en
ese
afán
por
ser
el
primero
en
todo,
ha
encontrado «oro
negro
radiactivo».
El
descubrimiento.
El
Servicio
Geológico,
dependiente
del
Ministerio
de
Recursos
Naturales,
ha
anunciado
el
hallazgo
de
un
importante
yacimiento
de
uranio
en
Jingchian
en
la
Cuenca
de
Ordos,
según
informa
la
agencia
estatal
Xinhua.
De
momento,
en
las
informaciones
no
ha
trascendido
la
cantidad
exacta
de
uranio,
pero
lo
estándares
para
clasificarlo
de
gran
descubrimiento
está
en
torno
a
100.000
toneladas,
según
la
Academia
China
de
Ciencias
Geológicas.
La
localización.
Este
caso
ha
generado
un
gran
interés,
porque
es
la
primera
vez
en
el
mundo
que
se
descubre
un
depósito
de
uranio
de
gran
tamaño
en
una
zona
de
distribución
de
arenisca
eólica.
El
hallazgo,
ubicado
en
la
zona
de
Mongolia
Interior,
se
encuentra
en
un
entorno
donde
su
extracción
es
más
sencilla,
grande,
económica
y
respetuosa
con
el
medio
ambiente,
según
informa
diferentes
medios
chinos.
¿Cómo
lo
encontraron?
Durante
las
perforaciones
de
2017
se
alcanzaron
yacimientos
de
mineral
industrial
de
alta
calidad
en
cuatro
áreas
objetivo.
En
ese
momento,
el
científico
jefe
de
minas
de
uranio
del
Servicio
Geológico
de
China
ha
explicado
para
el
medio
Xinhua
que
cambiaron
las
ideas
originales
de
prospección
y
los
datos «dormidos»
se
han
vuelto
a
desarrollar
y
revitalizar
mediante
el
estudio
de
los
datos
originales
de
carbón
y
petróleo
en
el
pasado.
En
el
descubrimiento
participaron
el
Servicio
Geológico
de
China,
en
cooperación
con
la
petrolera
estatal
PetroChina,
la
Oficina
de
Geología
Nuclear
y
otras
unidades.
No
es
la
primera.
Aunque
ha
sido
una
sorpresa
encontrar
este
gran
depósito,
China
ya
había
descubierto
una
mina
de
uranio
hace
trece
años,
que
contenía
importantes
reservas
en
areniscas.
Además,
no
es
el
único
yacimiento
pues
ha
desarrollado
una
técnica
para
extraer
el ‘oro
negro
radioactivo’
del
fondo
marino.
Potencial
del
uranio.
En
esta
carrera
imparable
de
controlar
todos
los
materiales
y
recursos,
China
no
está
sola
y
tiene
duros
contrincantes
a
la
vuelta
de
la
esquina.
Canadá
y
Arabia
Saudí
han
anunciado
planes
de
extraer
uranio
de
sus
tierras
y
enriquecerlo,
un
proceso
limitado
a
pocos
países.
Así,
el
panorama
que
se
dibuja
en
torno
al
futuro
energético
será
una
feroz
competencia
por
la
dominación
de
este
recurso
necesario,
especialmente
con
el
auge
de
la
IA
y
los
centros
de
datos.
Además,
sabiendo
cómo
el
gigante
asiático
es
capaz
de
aumentar
la
capacidad
de
extracción,
habrá
que
tener
en
cuenta
cómo
los
precios
globales
cambiarán
y
los
conflictos
comerciales
derivados
de
ello.
Expansión
nuclear.
Este
gran
descubrimiento
acerca
al
líder
de
las
renovables
a
sus
ambiciosos
planes
nucleares.
Actualmente,
hay
más
de
50
reactores
nucleares
operativos
en
China
y
ha
trazado
un
plan
para
construir
100
más
durante
los
próximos
diez
años.
El
objetivo
no
es
otro
que
fortalecer
su
liderazgo
en
la
transición
energético
global
y
extender
su
influencia
en
países
en
desarrollo.
Sin
embargo,
quien
no
le
va
a
quitar
el
ojo
de
encima
es
Estados
Unidos
y
Europa,
quienes
seguirán
muy
de
cerca
la
proliferación
nuclear
y
el
control
de
la
tecnología.
Del
mimos
modo,
con
los
países
vecinos,
como
India
y
Japón,
se
observará
un
incremento
de
las
tensiones.
El
descubrimiento
no
solo
posiciona
a
China
como
un
actor
importante
en
el
mercado
energético
global,
sino
que
también
podría
desencadenar
una
serie
de
tensiones
geopolíticas
en
torno
a
la
seguridad,
el
acceso
a
recursos
y
el
control
de
la
tecnología
nuclear.
Imagen
|
Unsplash
y
Reactor
Hualong
One