A
sus
78
años,
Donald
Trump
ha
superado
con
nota
su
examen
físico
anual
de
2025,
según
el
informe
oficial
publicado
por
su
equipo
médico.
El
parte,
firmado
por
el
Dr.
Sean
Barbella,
destaca
una
salud
“excelente”
tanto
a
nivel
físico
como
cognitivo,
respaldada
por
parámetros
clínicos
que,
en
muchos
casos,
mejoran
los
resultados
de
años
anteriores.
En
plena
carrera
por
consolidar
su
nuevo
mandato,
los
datos
reflejan
a
un
presidente
con
colesterol
bajo,
presión
controlada
y
sin
deterioro
mental
aparente,
aunque
con
aspectos
de
su
salud
que
aún
requieren
seguimiento.
¿Qué
revelan
exactamente
sus
análisis?
¿Son
valores
tan
buenos
como
parecen?
¿Y
qué
comparación
se
puede
hacer
con
revisiones
pasadas?
Un
chequeo
con
resultado
“excelente”
a
los
78
años

El
expresidente
Donald
Trump,
de
78
años,
se
sometió
hace
unos
días
a
su
examen
físico
anual.
El
reporte
oficial,
firmado
por
el
médico
presidencial
Sean
Barbella,
concluye
que
Trump
goza
de
una
“excelente
salud
cognitiva
y
física”,
plenamente
apto
para
ejercer
sus
funciones
como
mandatario.
Trump
es
el
presidente
de
mayor
edad
en
asumir
un
nuevo
período
(inició
su
mandato
a
los
78
años
en
enero
de
2025)
y,
sin
embargo,
presenta
parámetros
clínicos
normales
para
su
edad.
A
continuación
repasamos
los
datos
divulgados,
su
comparación
con
años
anteriores
y
la
evaluación
médica
especializada
de
estos
hallazgos.
Peso
y
talla:
101
kg
de
peso
actual,
con
una
estatura
de
1,90
m
Esto
refleja
una
pérdida
de
9–10
kg
desde
su
último
examen
como
presidente
en
2020,
cuando
pesaba
alrededor
de
110
kg.
Su
índice
de
masa
corporal
queda
ahora
en
torno
a
28,
aún
en
rango
de
sobrepeso
ligero.
Presión
arterial:
128/74
mmHg.
Este
valor
se
considera
ligeramente
elevado
según
los
estándares
actuales
(por
encima
de
~120/80),
lo
que
indicaría
una
prehipertensión.
Sin
embargo,
estas
cifras
no
requieren
medicación
ni
son
alarmantes
ya
que
están
en
un
rango
aceptable.
Colesterol:
140
mg/dL
El
colesterol
total
de
Trump
es
de
140
mg/dL,
un
nivel
óptimo
(lo
recomendable
es
mantenerlo
por
debajo
de
200
mg/dL).
Este
valor
supone
una
mejoría
notable
respecto
a
años
previos:
su
colesterol
era
223
mg/dL
en
2018,
bajó
a
196
en
2019,
y
ya
para
2020
había
disminuido
a
167
mg/dL
gracias
al
tratamiento.
Función
cardíaca
y
pulmonar
sin
anomalías
El
examen
cardiológico
no
halló
anomalías.
Trump
exhibe
una
función
cardíaca
“normal”
y
una
capacidad
pulmonar
robusta
según
el
informe
médico.
Se
reportó
una
frecuencia
cardíaca
en
reposo
de
62
latidos
por
minuto,
consistente
con
resultados
previos
y
dentro
del
rango
normal
(60–100
lpm);
un
pulso
en
el
extremo
inferior
de
ese
rango
suele
indicar
buena
condición
cardiovascular.
No
se
mencionan
arritmias
ni
otros
hallazgos
cardíacos
significativos.
Glucosa
y
otros
datos
de
laboratorio
No
se
divulgó
detalladamente
el
nivel
de
glucemia
ni
otros
resultados
numéricos
de
laboratorio
en
el
comunicado
público.
Sin
embargo,
el
informe
señala
que
todas
las
pruebas
de
laboratorio
están
dentro
de
parámetros
normales,
sin
indicios
de
diabetes
u
otras
alteraciones
metabólicas
destacables.
También
se
informó
que
Trump
ha
recibido
todas
las
vacunas
recomendadas,
manteniendo
al
día
su
inmunización.
Esto
último
resulta
llamativo
dado
que
en
el
pasado
había
expresado
escepticismo
sobre
algunas
vacunas,
pero
actualmente
cumple
con
las
guías
de
salud
preventivas.
Otros
hallazgos
médicos
adicionales

Además
de
los
signos
vitales
y
análisis
de
rutina,
el
equipo
médico
reportó
algunos
antecedentes
médicos
recientes
y
hallazgos
menores
en
la
salud
del
expresidente
Cicatriz
en
la
oreja
derecha
por
intento
de
asesinato
El
equipo
médico
habló
de
la
cicatriz
en
la
oreja
derecha
de
Trump,
resultante
de
la
herida
de
bala
que
sufrió
en
un
intento
de
asesinato
durante
un
mitin
en
Pensilvania
en
julio
de
2024.
Esta
situación
no
dejó
secuelas
funcionales:
su
audición
es
normal
y
el
resto
del
examen
neurológico
no
mostró
anomalías.
En
su
momento,
tras
el
ataque,
el
exmédico
presidencial
Ronny
Jackson
supervisó
la
recuperación
de
Trump
y
afirmó
que
el
entonces
candidato
estaba
“extremadamente
bien”
tras
el
incidente.
Cirugía
de
cataratas
en
ambos
ojos
El
presidente
fue
sometido
a
una
cirugía
de
cataratas
en
ambos
ojos
en
fecha
reciente,
según
reveló
el
informe
médico.
Este
dato
indica
que
Trump
presentó
opacidades
en
el
cristalino
(un
hallazgo
común
a
su
edad)
que
ya
han
sido
corregidas
quirúrgicamente,
mejorando
su
agudeza
visual.
De
hecho,
el
examen
de
la
vista
en
2025
resultó
normal.
Divertículos
en
el
colon
propios
de
la
edad
En
cuanto
a
salud
gastrointestinal,
se
descubrió
que
Trump
tenía
divertículos
en
el
colon,
un
hallazgo
también
ligado
a
la
edad.
De
acuerdo
con
reportes
de
prensa,
en
2024
se
le
practicó
una
colonoscopia
donde
se
diagnosticó
diverticulitis
(inflamación
de
divertículos)
y
se
le
extirpó
un
pólipo
benigno.
Daños
en
la
piel
por
exposición
solar
El
informe
mencionó
daños
en
la
piel
por
exposición
solar
y
alergias
estacionales
como
problemas
menores
que
están
siendo
tratados.
Trump
utiliza
una
crema
dermatológica
(mometasona)
para
controlar
la
rosácea
y
el
fotoenvejecimiento
cutáneo,
condiciones
benignas
de
la
piel.
Sin
secuelas
por
su
hospitalización
de
emergencia
por
el
COVID-19
en
el
año
2020
Trump
continúa
tomando
aspirina
diaria
en
dosis
baja
como
medida
preventiva
cardiovascular.
Este
uso
profiláctico
de
aspirina
busca
reducir
el
riesgo
de
eventos
como
infarto
o
derrame
cerebral,
dada
su
edad
y
antecedentes
de
colesterol
elevado.
Cabe
recordar
que
Trump
padeció
COVID-19
en
octubre
de
2020,
con
hospitalización
de
emergencia
en
aquel
entonces.
No
obstante,
su
recuperación
fue
completa;
el
reporte
de
2025
indica
que
no
quedan
secuelas
respiratorias
ni
de
otro
tipo
por
aquella
infección.
¿»La
persona
más
saludable
jamás
elegida»?
Cualquier
persona
puede
dudar
de
la
veracidad
de
este
examen
médico.
En
el
año
2015,
Harold
Bornstein,
su
médico
personal,
proclamó
que
Trump
sería
la
persona
más
saludable
jamás
elegida
para
la
presidencia.
Sin
embargo,
años
más
tarde
admitió
que
Donald
Trump
le
dictó
el
contenido
de
aquella
carta
que
ensalzaba
su
salud.
El
actual
presidente
de
Estados
Unidos
ha
sido
también
señalado
por
la
falta
de
transparencia
en
ciertos
episodios
como
una
visita
no
anunciada
al
hospital,
por
ejemplo.
El
informe
de
su
estado
físico
publicado
este
abril
de
2025
también
ha
sido
señalado
por
muchos
como
un
documento
para
ensalzar
la
figura
del
presidente,
pero
sin
mencionar
algunos
detalles
que
debería
mostrar
un
examen
de
este
tipo.
La
doctora
Céline
Gounder,
especialista
y
colaboradora
médica
de
CBS
News,
advirtió
que
un
examen
físico
presidencial
no
es
un
examen
típico,
sino
“más
bien
un
evento
de
relaciones
públicas
médicas
cuidadosamente
seleccionado”
cuyo
objetivo
principal
es
tranquilizar
al
público
sobre
la
capacidad
del
mandatario.
El
diario
ABC
ha
comentado
que
apenas
hay
hallazgos
reseñables
y
que
el
informe
hace
un
esfuerzo
por
ensalzar
la
figura
del
presidente,
llegando
incluso
a
mencionar
logros
personales
como
sus
victorias
en
el
golf
como
parte
de
su
estilo
de
vida
saludable.
Reacción
de
la
comunidad
médica
En
términos
clínicos
puros,
no
ha
habido
señalamientos
de
errores
en
el
reporte.
Los
datos
provistos
(peso,
presión,
colesterol,
etc.)
se
consideran
verosímiles
e
incluso
mejores
de
lo
esperado
para
alguien
con
las
características
de
Trump.
Especialistas
en
salud
geriátrica
apuntan
que,
de
ser
exactos,
estos
resultados
sitúan
a
Trump
en
un
perfil
de
“envejecimiento
exitoso”,
es
decir,
una
persona
mayor
con
buen
control
de
sus
condiciones
crónicas
y
mantenimiento
de
la
función
independiente.
“A
esta
edad,
ver
un
colesterol
total
de
140
y
un
estado
cognitivo
intacto
es
francamente
positivo”,
comentó
un
analista
médico
en
prensa
internacional.
Sin
embargo,
también
se
recuerda
que
Trump
goza
de
atención
médica
privilegiada
las
24
horas
(seguimiento
continuo,
acceso
a
tratamientos
de
punta),
lo
que
facilita
que
presente
estos
buenos
indicadores.
Algunos
médicos
señalan
que
sería
importante
conocer
más
detalles,
como
resultados
de
electrocardiogramas,
ecocardiogramas…
para
avalar
totalmente
la
ausencia
de
problemas
cardíacos
o
de
otro
tipo,
pero
dichos
detalles
no
fueron
publicados
(quedan
protegidos
por
la
confidencialidad
médica
del
presidente).
En
definitiva,
no
han
surgido
alarmas
concretas
desde
la
comunidad
médica
con
respecto
a
la
salud
de
Trump
en
2025;
más
bien,
impera
cierta
cautela
escéptica
sobre
cuán
completas
son
las
revelaciones.
Se
elogia
que
el
informe
incluya
mejoras
cuantificables
(la
pérdida
de
peso,
el
colesterol
reducido)
y
una
evaluación
cognitiva
formal,
pero
se
reconoce
que
el
documento
fue
elaborado
para
presentar
la
mejor
imagen
posible
de
la
salud
presidencial.
Referencias
Examen
físico
completo
publicado
por
La
Casa
Blanca
Imágenes
|
Donald
Trump
(Wikimedia
Commons),
Gage
Skidmore
(Flickr),
Gage
Skidmore
(Flickr)