Siempre
hemos
creído
que
los
nutrientes
llegan
a
nuestro
cuerpo
únicamente
a
través
de
lo
que
comemos
o
bebemos.
Pero
una
nueva
línea
de
investigación
sugiere
algo
sorprendente:
también
podríamos
estar
nutriéndonos
al
respirar.
Un
reciente
estudio
plantea
que
en
el
aire
que
inhalamos
hay
no
solo
bacterias
beneficiosas,
sino
también
vitaminas
y
minerales
capaces
de
influir
en
nuestra
salud.
El
entorno
que
nos
rodea,
más
allá
de
su
belleza
o
contaminación,
podría
tener
un
papel
mucho
más
profundo
en
nuestra
nutrición
de
lo
que
jamás
imaginamos.
Lo
que
respiras
también
nutre:
el
aire
como
fuente
invisible
de
salud

Durante
mucho
tiempo,
hemos
pensado
que
los
nutrientes
solo
entran
en
nuestro
cuerpo
a
través
de
lo
que
comemos.
Sin
embargo,
una
investigación
publicada
recientemente
en
Advances
in
Nutrition
desafía
esa
idea
al
mostrar
que
también
podemos
absorber
ciertos
nutrientes
y
bacterias
beneficiosas
simplemente
al
respirar.
Esta
perspectiva,
planteada
por
investigadores
australianos,
podría
cambiar
nuestra
visión
sobre
la
nutrición
y
la
importancia
de
los
entornos
naturales.
El
estudio
propone
dos
nuevos
conceptos:
los
“aeronutrientes”
y
los
“aeromicrobios”.
«Aeronutrientes»:
vitaminas
en
el
aire
Los «aeronutrientes»
incluyen
vitaminas,
minerales
y
compuestos
beneficiosos
presentes
en
el
aire;
los
segundos,
bacterias
que
al
ser
inhaladas
pueden
reforzar
nuestro
microbioma,
tanto
en
los
pulmones
como
en
el
intestino.
Aunque
puede
sonar
futurista,
la
evidencia
científica
sugiere
que
el
aire
limpio
y
natural
no
solo
es
refrescante,
sino
también
beneficioso
a
nivel
biológico.
Cuando
respiramos,
el
aire
entra
en
contacto
con
superficies
internas
como
la
cavidad
nasal,
los
pulmones
o
incluso
las
vías
olfativas
que
llegan
al
cerebro.
Estas
zonas
están
altamente
vascularizadas,
lo
que
permite
que
pequeñas
moléculas
bioactivas
pasen
al
torrente
sanguíneo.
Ya
se
sabe
que
algunos
medicamentos
se
administran
por
la
nariz
precisamente
porque
llegan
más
rápido
al
sistema
nervioso.
Ahora,
esta
misma
vía
se
estudia
como
posible
ruta
para
vitaminas
y
minerales.
Entre
los
aeronutrientes
identificados,
destacan
el
yodo,
el
manganeso,
la
vitamina
B12
y
la
vitamina
A.
Por
ejemplo,
se
ha
observado
que
personas
que
viven
cerca
de
zonas
ricas
en
algas
marinas
inhalan
más
yodo,
lo
que
mejora
su
salud
tiroidea.
Algo
similar
ocurre
con
el
manganeso,
esencial
en
pequeñas
dosis,
pero
tóxico
si
se
inhala
en
exceso
en
zonas
industriales.
«Aeromicrobios»:
bacterias
buenas
y
malas
que
inhalamos
Además
de
los
nutrientes,
también
respiramos
bacterias.
Pero
no
todas
son
malas.
En
zonas
rurales
o
con
acceso
frecuente
a
espacios
verdes,
las
personas
inhalan
millones
de
bacterias
beneficiosas
que
ayudan
a
mantener
una
microbiota
más
diversa
y
equilibrada.
Estas
bacterias
pueden
protegernos
frente
a
enfermedades
respiratorias
e
incluso
fortalecer
el
sistema
inmune.
El
contacto
con
la
naturaleza
se
ha
asociado
desde
hace
años
con
beneficios
mentales
y
físicos,
pero
ahora
se
empieza
a
entender
por
qué.
El
aire
de
bosques,
parques
o
entornos
marinos
no
solo
es
menos
contaminado,
sino
que
está
más
cargado
de
estos
componentes
positivos.
Al
contrario,
los
ambientes
urbanos,
especialmente
cerrados
o
altamente
filtrados,
como
en
hospitales
o
incluso
estaciones
espaciales,
carecen
de
ellos,
y
eso
puede
afectar
nuestra
salud.
Cuida
tu
dieta
de
alimentos
y «dieta
aérea»
Los
investigadores
señalan
que,
así
como
cuidamos
nuestra
dieta,
también
deberíamos
preocuparnos
por
el
tipo
de
aire
que
respiramos.
Pasar
más
tiempo
al
aire
libre,
abrir
las
ventanas
o
mantener
plantas
en
casa
podría
ser
más
beneficioso
de
lo
que
creemos.
Y
en
un
futuro
no
tan
lejano,
podríamos
incluso
ver
terapias
basadas
en
la
inhalación
de
nutrientes
para
mejorar
ciertos
estados
de
salud.
Por
supuesto,
esto
no
significa
que
el
aire
reemplace
a
los
alimentos,
ni
que
podamos
curarnos
solo
respirando.
Pero
sí
sugiere
que
el
entorno
puede
jugar
un
papel
más
activo
en
nuestra
nutrición
y
bienestar
del
que
pensábamos.
La
ciencia
está
empezando
a
explorar
este
nuevo
campo,
y
todo
apunta
a
que
respirar
aire
limpio,
además
de
vital,
podría
ser
nutritivo.
Referencias
Fayet-Moore
F,
Robinson
SR.
A
Breath
of
Fresh
Air:
Perspectives
on
Inhaled
Nutrients
and
Bacteria
to
Improve
Human
Health.
Adv
Nutr.
2024
Dec;15(12):100333.
doi:
10.1016/j.advnut.2024.100333.
Epub
2024
Oct
30.
PMID:
39486624;
PMCID:
PMC11626012.