Gastón Pauls: entre un falso John Lennon y su inminente película sobre el Padre Mugica

0
94

Gastn Pauls protagoniza Lennons comedia bizarra sobre la produccin en Argentina de un show de un falso John Lennon Foto prensa
Gastón Pauls protagoniza «Lennons», comedia bizarra sobre la producción en Argentina de un show de un falso John Lennon / Foto: prensa

Gastón Pauls lleva tres décadas haciendo ficción, período en el que se paseó por un sinfín de personajes y éxitos que lo llevan en este 2023 a protagonizar «Lennons», comedia bizarra sobre la producción en Argentina de un show de un falso John Lennon que se verá desde el jueves y el inminente anuncio de una ficción sobre el padre Carlos Mugica.

«Me parece que es una peli familiar -dijo sobre la cinta dirigida por José Cicala-. que los niños pueden ver perfectamente. Es un delirio de José al que le sumó mucho más delirio durante el rodaje. Cuando yo leí el guion lo que me atraía era que íbamos a reírnos y a hacer la que se nos ocurriera», le dijo Pauls a Télam.

En la historia, Pauls interpreta a Canelons, un huérfano chanta de unos 45 años que busca de cualquier manera salvarse para siempre. En esa búsqueda, luego de embaucar a una familia de judíos en un casamiento y al portero del derruido edificio en el que vive, descubre en una tintorería a un hombre idéntico a John Lennon (Javier Parisi, imitador en la vida real del exBeatle).

«Ya mi personaje. Visualmente es bizarro. Para mí era imposible contar esta misma peli con un tipo más serio. Sobre todo porque eso ya lo quería José; él quería el volumen de los personajes al re-palo. No quería una cosa naturalista y ahí como actor tenés dos opciones: o te peleás o te tirás a la pileta a divertirte», explicó el actor ex «Montaña Rusa» y «Todos contra Juan», entre otros sucesos televisivos.

Corre el año 1980 y Lennon es aclamado en el mundo, pero a Argentina no quiere venir. Ni siquiera un locutor fan suyo lo puede traer (Luciano Cáceres en un homenaje a Alberto Badía), pero Canelons le promete al productor estrella del momento (Luís Machín) que él lo hará porque es amigo del compositor de «Imagine»-

«Lo más complejo era sostener que Lennon iba a dar un show en Argentina y que el productor se la crea y que la gente vaya y compre una entrada sin que nadie se diera cuenta de que no era Lennon. Para mí eso es muy argentino, muy de chanta argentino que cree que con esta se salva. Es riesgoso y eso justamente me parecía atractivo», apuntó Pauls.

Foto prensa
Foto: prensa

A partir de ahí se enreda una comedia bizarra, con saludos a infinidad de películas («El Rey de la Comedia», «Harry Potter», «Torrente», «Guasón», «El Gran Lewowski», entre varias más), con una estética a lo Tim Burton y una idiosincrasia argentina que mezcla tanto las chapucerías de Canelons como la honestidad y el amor propio del doble de Lennon.

«Había material para hacer una peli de cuatro horas», reconoció entre risas Pauls, aunque un poco asustado ante la posibilidad de que el corte final tuviera esa duración y hasta comentó que inclusive existió la posibilidad de hacer una serie.

– Télam: ¿Qué te llevó a aceptar este papel tan disímil a lo que venías haciendo?
– Gastón Pauls: No me interesa todo el tiempo lo seguro. No tiene porqué salirte todo todo el tiempo perfecto, en una sociedad cada vez más exitista en la que si te abrís un Instagram tenés que tener un millón de seguidores y si no los tenés, medio que sos un fracaso. ¿Por qué? Y si grabás una canción y no tenés 400.000 reproducciones en los primeros 12 minutos, sos un fracaso. ¿Por qué? Spinetta lo ha dicho mil veces, no vendía.

– Una vez adentro de la película, ¿Cómo fue componer a este chanta simpaticón?
– Él es un huérfano que busca el éxito y yo lo admiro como personaje. Canelón, el personaje, tiene el sueño de salvarse y lo concreta de la manera que sea, cuando lo ves y decís «este no puede ni ponerse la corbata ni concretar nada». Fue muy lúdico todo: si yo tenía ganas de tirarme un pedo en escena, me lo tiraba; si yo quería vomitar en escena, vomitaba; si tenía ganas de caminar de una manera distinta en cada escena, lo hacía.

– Canelón le agrega una «s» a todas las palabras. Al comienzo marea, pero luego, sin «spoilear», es lo que le da el cierre a la película.
– Yo cuando leí el guion, dije «esto es imposible». Estaba en el guion. Estaban todas las «s» puestas y decía «dale, boludo, ¿cómo hago?». Y hablamos hasta de sacarlo a eso, pero se caía el final.

– Es una película repleta de guiños. De hecho, hay un explícito y otro implícito a «Nueve reinas».
– Hay un código, en el que Ricardo (Darín) me ofrecía porcentajes para hacer la cosa en una negociación constante, todo el tiempo estamos viendo quién caga a quién, cómo se saca un poquito más de provecho. Y acá también, entonces me parecía atractivo. Cicala es un niño, colecciona juguetes, cosas, vas a su oficina y tiene un avión. Está loco y lo tratás de entender o te subís a su locura.

– Más allá de la comedia, la película toca temas oscuros, como el abandono.
– Canelón, de niño, garca a otro para ser adoptado. ¿Por qué? Porque necesita amor y pegarla con algo, es un busca que busca, busca, busca y encuentra. Con tanta magia en ese sentido, que cuando va a tocar el falso Lennon se muere el verdadero y le cae su energía y nadie dice nada, es Lennon. Hay mucho homenaje ahí también, está Badía enamorado de Los Beatles. Me parece que, en ese sentido, se construyó un mundo.

Foto prensa
Foto: prensa

– Luego de tantos años en el medio, ¿ya te podés dar el gusto de elegir tus trabajos?
– Yo he visto un montón de pibes que arrancaron conmigo y no están, porque no les fue bien, porque se cansaron, porque se frustraron o porque no los llamaban. Y cuando pienso en algunos actores de mi generación: Leonardo (Sbaraglia), Fernán (Mirás), Pablo Echarri, gente que yo respeto y somos un grupo que la venimos bancando también. Cada uno a su manera, con su carrera, y creo que también vamos -a veces hasta ilógicamente- eligiendo. Yo después de hacer «Nueve reinas», que fue un éxito enorme, me ofrecieron varias pelis que eran -sin desvalorizar- muy livianitas y yo terminé haciendo una que se llamaba «Sábado», de Juan Villegas. Era una película independiente, muy interesante, y yo sabía que iba a ir poca gente, aunque a mí me encantara. Ese me parece un poco el desafío, seguir eligiendo libremente y que cada elección tenga una razón de ser muy concreta.

– ¿Eso es el éxito?
– Por eso, qué es el éxito, y para mí es cuando yo miro para atrás, miro el presente y digo «mirá la gente con la que estuve» o esta charla que puedo estar teniendo libremente también. Esa libertad y esa experiencia ganada, que vos también la tenés de acuerdo a con quiénes te juntaste, terminan moldeando las personas que somos. No hay un arquitecto que quiera hacer una casa fea. Por ahí te sale o no te sale, le gusta a uno y otro dice que es una mierda; todo es tan relativo… Yo siento a mis 51 años que quiero pasarla bien, porque si la paso bien algo bueno trae. Algunas cosas me gustan más y otras menos, de las que hago y de las que otros hacen, pero soy súper respetuoso del momento lúdico del hecho artístico.

– ¿Estás trabajando en una ficción sobre el Padre Mugica?
– Sí, la estoy trabajando desde hace 15 años y la vamos al llevar al cine.

– ¿La vas a protagonizar y dirigir?
– No, mucho no puedo contar. Ya va a salir por todos lados. Yo estoy en el guion y la producción. Estamos hablando con el director, justamente, a ver si podemos anunciarlo. grabé una parte muy grande documental, así que por ahí va a ser un doble proyecto; una ficción y, por otro lado, un documental con todo lo que yo grabé con el hermano y la hermana antes de morir. El elenco está muy avanzado, está todo muy hablado, pero recién estamos dando los primeros pasos. No podemos tirar nombres, pero va a ser una bombaza.