02/05/2024
10:48hs.
Actualizado
al
02/05/2024
11:27hs.
Cuando
la
competencia
por
un
puesto
-en
cualquier
índole-
es
pareja,
una
virtud
puede
marcar
la
diferencia.
En
el
caso
de
River,
hoy
un
central
zurdo
de
buen
pie
es
un
bien
que
escasea,
teniendo
en
cuenta
que
Ramiro
Funes
Mori
continúa
lidiando
con
una
sinovitis
en
su
rodilla
izquierda
y
David
Martínez
se
perfila
como
candidato
a
salir
en
el
próximo
mercado.
En
la
búsqueda
constante
de
alternativas
por
parte
de
Martín
Demichelis,
el
CV
de
Lautaro
Rivero
reúne
esas
cualidades
y
el
joven
se
ganó
la
posibilidad
de
entrenarse
con
la
Primera
durante
esta
semana,
decisión
que
seguramente
se
estirará
al
menos
hasta
el
cierre
de
semestre.
La
lesión
de
Daniel
Zabala
le
abrió
una
puerta
soñada.
El
defensor
de
21
años,
que
se
había
convertido
en
la
principal
alternativa
de
Paulo
Díaz,
se
sometió
este
jueves
a
una
artroscopia
por
una
lesión
meniscal
en
la
rodilla
derecha
y
Rivero
recibió
el
llamado
para
ocupar
su
lugar
en
el
Camp.
Así,
el
chico
nacido
en
Moreno,
que
jugó
en
el
Club
Los
Halcones
de
Moreno,
Villa
Luro
Norte
y
se
destacó
en
La
Victoria
dio
un
pasito
más
en
la
búsqueda
del
ansiado
debut.
Su
infancia
no
fue
fácil.
Tuvo
muchos
obstáculos
por
superar,
pero
su
mamá
Adriana,
su
papá
Alejandro
y
sus
cinco
hermanitos
(Priscila,
Joaquín,
Valentín,
Yutiel
y
Oriana)
son
el
motor
que
lo
empuja
y
le
da
fuerzas
para
no
claudicar.
«Mi
primer
objetivo
es
poder
ayudar
a
mi
familia.
Somos
muy
humildes
y
sacrificados»,
cuenta
Lautaro,
quien
llegó
a
River
a
los
14
años
(en
2008)
después
de
superar
una
prueba
que
duró
una
semana
y
en
la
que
se
destacó
como
volante
por
la
izquierda.
Con
el
correr
de
los
entrenamientos,
sus
formadores
comenzaron
a
retrasarlo
en
el
campo.
Sus
185
centímetros,
su
buen
porte
y
la
vocación
defensiva
lo
metieron
en
la
cueva
y
al
consolidarse
en
el
selectivo
de
Edgardo
Sbrissa
se
transformó
en
un
proyectó
interesante.
«Soy
fuerte
en
el
uno
contra
uno
y
me
encanta.
No
doy
ninguna
pelota
por
perdida»,
agregó
en
una
charla
con
el
sitio
oficial
del
club,
en
la
que
remarcó
que
tiene
un
espejo
muy
especial.
«Miro
a
todos
los
centrales
de
River.
Aprendés
cosas,
ves
cómo
juegan
y
qué
cosas
debés
incorporar
a
tu
juego,
pero
me
gusta
la
agresividad
que
tiene
en
la
marca
el
Cuti
Romero
y
el
juego
aéreo
de
Lisandro
Martínez».
El
hecho
de
que
sus
tres
goles
hayan
sido
de
cabeza
en
16PJ
en
Reserva
también
reflejan
ese
poderío
que
observa
en
Licha,
aunque
el
aspecto
que
seduce
a
Demichelis
es
su
precisión
en
los
pases,
aspecto
que
lo
llevó
a
cerrar
el
mes
de
abril
como
el
central
con
más
pases
progresivos
(11.24)
en
el
Torneo
de
Reserva.
«Ellos
mentalmente
están
concentrados
para
rendir
a
pleno
y
en
la
misma
sintonía,
por
eso
juegan
distinto.
Yo
me
preocupo
por
mostrar
mis
condiciones»,
explicó
al
hablar
sobre
su
experiencia
con
los
dirigidos
por
Demichelis,
quien
lo
viene
siguiendo
hace
meses
y
lo
incluyó
en
la
lista
de
buena
fe
de
la
Libertadores.
¡Esto
es
River…o!
