Para preparar esta ensalada de pasta, primero vamos a preparar los calabacines, que deben descansar en una marinada. Cortamos la hortaliza longitudinalmente, por la mitad si es pequeña, en cuartos si es grande. Después, con ayuda de una mandolina o usando un buen cuchillo, cortamos el calabacín en rodajas de aproximadamente 1 mm de espesor y lo reservamos en un bol.
Rallamos la piel de la lima sobre el calabacín y, después, exprimimos su jugo. Añadimos, después, las hojas de menta cortadas finas a cuchillo, sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra. Mezclamos todo bien, tapamos el bol con film y lo metemos en la nevera, donde debe reposar en torno a una hora.
Antes de que pase este tiempo, cocemos la pasta siguiendo las indicaciones del fabricante para que quede al dente. La escurrimos, la mezclamos con los calabacines y añadimos el resto de ingredientes: los tomates cherry cortados en cuatro, el apio bien picado, el queso feta en cubor y las aceitunas deshuesadas. Mezclamos todo bien, corregimos la sal y la pimienta, ¡y listo!
