La
capacidad
energética
en
China
ha
aumentado
exponencialmente
en
los
últimos
años.
Sin
embargo,
el
gigante
asiático
tenía
una
cuenta
pendiente
con
el
almacenamiento,
pero
esa
deuda
ha
sido
saldada
y
a
lo
grande.
El
proyecto.
El
grupo
Huaneng
ha
desarrollado
la
segunda
fase
del
almacenamiento
de
energía
por
aire
comprimido
(CAES)
en
caverna
de
sal
de
Jintan,
en
Changzhou,
provincia
de
Jiangsu.
Además,
desde
la
empresa
han
señalado
que
es
el
primer
sistema
a
nivel
industrial
más
grande
del
mundo.
La
segunda
fase.
Esta
segunda
etapa
contará
con
dos
unidades
CAES
complementarias
de
350
MW
cada
una.
Estas
unidades
almacenarán
hasta
1,2
millones
de
metros
cúbicos
de
aire,
lo
que
equivale
a
2,8
GWh
de
electricidad
cuando
estén
completamente
cargadas.
Además,
esta
tecnología
está
diseñada
para
operar
durante
330
ciclos
de
carga
y
descarga
al
año.
En
la
primera
fase
del
proyecto
ya
instalaron
una
unidad
pequeña
de
60
MW,
lo
que
les
permitió
mejorar
el
diseño.
De
esta
manera,
han
logrado
que
el
sistema
de
almacenamiento
no
necesite
de
combustible
externo.
Esto
se
consigue
almacenando
y
reutilizando
el
calor
generado
durante
el
proceso
de
comprensión
del
aire,
eliminando
las
emisiones
de
carbono
y
alcanzando
una
eficiencia
superior
al
60%.
Además,
han
incluido
un
sistema
que
permite
arrancar
en
tan
solo
cinco
minutos,
antes
eran
necesarios
20.
Otras
formas
de
almacenamiento.
China
tiene
una
peculiaridad:
hacer
todo
a
lo
grande,
desde
la
instalación
en
cuanto
capacidad
energética
de
un
sistema
renovable
hasta
el
desarrollo
de
un
aerogenerador
offshore
por
poner
algunos
ejemplos.
Por
ese
motivo,
en
su
búsqueda
para
almacenar
toda
la
energía
generada
ha
recurrido
a
diferentes
proyectos
como
la
utilización
de
un
lago,
un
edificio
o
la
batería
líquida
más
grande
del
mundo,
entre
otros.
La
caverna
de
sal.
El
CAES
que
desarrolla
China
es
muy
interesante
porque
las
cavernas
de
sal
también
son
una
solución
para
almacenar
grandes
cantidades
de
hidrógeno.
Desde
un
estudio
han
planteado
que
se
trata
de
un
método
económico
y
puede
resultar
beneficioso
para
el
futuro
del
hidrógeno.
De
hecho,
varios
países
europeos
ya
están
explorando
esta
técnica
para
la
distribución
de
este
gas.
En
los
últimos
informes
de
la
Agencia
Internacional
de
la
Energía,
se
ha
revelado
que
este
año
China
cierra
con
un
30%
más
de
demanda
de
carbón
que
el
resto
de
países
en
su
conjunto.
Por
este
motivo,
proyectos
como
el
de
Jintan
marcan
un
cambio
significativo
para
el
país
asiático
en
su
carrera
hacia
las
renovables.
Imagen
|
Proyecto
Jintan