«En la calle hubo un inconveniente con los inadaptados de siempre, a los que uno no puede controlar porque vienen a la cancha a molestar. Ignoro el motivo del inicio de los incidentes. El árbitro cumplió con su deber, era imposible seguir”, describió Alberto Meyer, presidente de Morón, en Locos por el Ascenso sobre el enfrentamiento entre un grupo de hinchas del Gallito y la Policía, en las adyacencias del estadio, luego de no superar un control. Por eso, Ramiro López suspendió el partido ante Almagro a los 29’ del segundo tiempo, cuando la visita ganaba 2-0 con los goles de Acosta y Susvielles.
Mirá también: La tabla, los promedios y la próxima fecha
El encuentro entraba en la recta final y, de repente, comenzaron los movimientos en las tribunas. Enseguida, ingresó al campo de juego el humo de las granadas que la fuerza policial tiró en las afueras del Nuevo Francisco Urbano para dispersar al grupo que generó los disturbios. Después, se escucharon disparos de bala de goma. Entonces, López paró el encuentro y, tras hablar con los encargados de la seguridad, lo suspendió.
Mirá también: ¿A quién fue a ver Magallán?
«El árbitro nos dijo que no estaban las garantías necesarias para seguir. En la cancha se escuchaban los disparos. La verdad es que es una pena», se lamentó Susvielles, delantero del Tricolor que convirtió el segundo gol de la visita. En el mismo tono, opinó Walter Otta, entrenador del Gallito: «Una lástima. Es la primera vez que me sucede esto desde que llegué al club hace unos años. El árbitro nos comunicó que lo suspendió la seguridad». En los próximos días, el Tribunal de Disciplina de la AFA deberá definir si se jugarán los minutos restantes.
(Cristian Adrián Provensal)
(Cristian Adrián Provensal)
(Cristian Adrián Provensal)
(Cristian Adrián Provensal)