En medio de la creciente tensión del Gobierno con el Poder Judicial la vicepresidenta Cristina Kirchner pidió estar presente y que se transmita en vivo una audiencia clave del jueves en la causa por la venta del dólar futuro. La presentación la hizo el abogado de la titular del Senado Carlos Beraldi ante la Cámara Federal de Casación Penal, que debe definirse sobre un pedido de sobreseimiento tanto de ella como del gobernador bonaerense Axel Kicillof.
La presentación se hizo en un clima de escalada de tensión con la Justicia, ya que a la fuertes críticas de la vicepresidenta y a los proyectos de reforma en ese Poder se sumaron nuevas iniciativas. En la apertura de sesiones ordinarias 2021 en el Congreso el presidente Alberto Fernández no solo le hizo duros cuestionamientos a la Justicia sino que además anunció la creación de un tribunal para limitar el poder de la Corte Suprema.
La cruzada de Alberto Fernández contra la Justicia: creará un Tribunal para limitar a la Corte
La audiencia del máximo tribunal penal será el jueves, previa a la definición que tomarán los jueces Diego Barroetaveña, Daniel Petrone y Ana María Figueroa. Por ahora será virtual y sin transmisión a los medios, como lo determinó el tribunal. La defensa de la expresidenta rechaza estas condiciones, ya que argumenta que “importaría consentir una más de las innumerables violaciones al derecho de defensa en juicio que ya tuvieron lugar en este vergonzoso proceso”.
Beraldi planteó además que “si el acto no se lleva a cabo de manera presencial” la vicepresidenta “no tomará intervención en la diligencia”. Sostuvo que la audiencia debe ser transmitida para evitar la tergiversación de su exposición y evitar situaciones de “secretismo”. Afirmó que “es imperativo que la gente pueda ver de primera mano y sin intermediarios en qué consisten los conflictos que se someten ante los Tribunales, cuáles son los argumentos que presentan las partes y de qué manera tales litigios son resueltos por los jueces”.
Al momento de los hechos investigados Cristina Kirchner era presidenta y Kicillof, ministro de Economía. Ambos están procesados y pidieron ser sobreseídos cuando el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 ratificó el año pasado que se realizaría el juicio oral. Las defensas expresaron que las pericias realizadas cuando la causa llegó al TOF 1 determinaron que la operatoria de dólar futuro era un instrumento idóneo como “herramienta de control para la estabilidad monetaria y cambiaria del país” y que no hubo perjuicio para el Estado nacional, sino, por el contrario, se produjeron ganancias. La causa llegó por vía de apelaciones a Casación, que convocó a las partes a una audiencia preliminar para el 1° de marzo y después cambió la fecha de convocatoria para el jueves.
La causa se originó por una denuncia de diputados del PRO en octubre de 2015, que afirmaron que entre agosto y noviembre de ese año el Banco Central cerró contratos a dólar futuro con los que se habrían ejecutado maniobras irregulares. Manifestaron en la presentación que había una oferta de un dólar a modalidad futura a un valor de $10,60 y $10,80, cuando tenía un valor superior, que se ubicaba entre $14 o $15.
El juez Claudio Bonadio, que murió en febrero del año pasado, consideró que hubo delito y procesó a Cristina Kirchner, Kicillof y a exdirectores del Banco Central por administración infiel en perjuicio de la administración pública. Consideró que se acordó vender dólares en el mercado de futuros a un precio que, tras la devaluación, iba a obligar al Estado a pagar una gran diferencia a los compradores.