El «asesino amable», Dennis Nilsen, fue detenido en 1983 de casualidad. Lo que parecía un caso sencillo terminó desvelándose como la captura de uno de los mayores asesinos en serie de Reino Unido. Un caso que se adapta en ‘Des‘, miniserie de tres episodios que podemos ver en Starzplay.
Protagonizada por David Tennant (‘Doctor Who‘) como Des, como se conoce a este tal Dennis, más que un whodunnit (un «quién lo hizo»), nos encontramos con una búsqueda del por qué (whydunnit). Incluso del exactamente qué hizo este funcionario con, que se sepa, una quincena de jóvenes varones a quienes embaucaba y asesinaba.
Las cañerías delatoras
De hecho la serie, escrita por Luke Neal y Kelly Jones, comienza directamente con el hallazgo de los restos y cómo estos llevan directamente al asesino. El DCI Peter Jay (Daniel Mays) arresta al confesante Nilsen y, a partir de aquí arranca un duelo dialéctico a lo largo de tres episodios para arrojar luz sobre los hechos.
Así, entre Jay y el biógrafo Brian Masters (Jason Watkins) nos aproximaremos en la mente de un asesino domeñado por un soberbio Tennant, que impregna al personaje de una frialdad y un manejo de la retórica que provoca escalofríos en el espectador. La verdad es que a lo largo de estas poco más de dos horas hay un impresionante «truelo» (como dicen en ‘Mask Singer‘) interpretativo.
Como director, Lewis Arnold realiza un buen trabajo pero no muy destacable teniendo en cuenta el nivel al que nos tienen acostumbrados la televisión británica. Sin embargo, logra manejar una serie que, dentro de la convencionalidad del true crime, está llena de matices y sutilezas.
Indagando en la mente criminal
En cuanto a guion, ‘Des’ destaca por dos decisiones. La primera es la de comenzar donde comienza y no meternos ni en flashbacks ni en una suerte de biopic al uso del asesino en el que veamos sus asesinatos y su vida antes de ser arrestado. Más allá de las pertinentes menciones y testimonios a la serie no le interesa tanto.
La segunda es coger al autor de ‘Killing for Company’ (traducido en España como ‘La compañía de los muertos’) e introducirlo en la trama. Masters es un personaje más, fascinado por el perfil (y la homosexualidad) de Dennis y que quiere adentrarse en la mente criminal para escribir un libro sobre ello.
Esta mirada a la psique y el que esté ambientado en los 80 aumenta, si cabe, cierto paralelismo con ‘Mindhunter’. Las largas conversaciones con Des no se diferencian demasiado a las vistas con Ed Kemper. Son asesinos altamente inteligentes, psicópatas y claramente un caso de estudio de la mente criminal, incluyendo esa sensación de que por mucho que rasquemos no lograremos pasar de la superficie.
Al menos eso nos hace ver estos tres episodios. Y aquí es donde está su gran problema. Tras dos horas y pico de conversaciones, juicios y demás, los créditos finales llegan y nos quedamos un poco como estábamos al principio. Nilsen es casi tan frustrantemente opaco en el minuto 120 como en el minuto 7 de la miniserie.
Y esta frustración de no haber podido romper el cascarón es algo que pesa en la serie. Un viaje que se disfruta, que causa escalofríos y estremece pero que termina con el peligro de ser más efímero de lo que debería. En definitiva, ‘Des’ es una miniserie magnífica y muy interesante, contando con un soberbio trío protagonista, pero su leve resolución diluye el poso que deja.