‘Dave’: una divertida comedia en HBO que se sostiene gracias a Lil Dicky

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Siempre que me enfrento a una comedia de tintes semiautobiográficos me resulta inevitable pensar en producciones del mismo corte. Sobre todo porque la mayoría comparte un espíritu de producción independiente y de reflejar la personalidad propia en los personajes y a menudo te parece que esas tramas costumbristas son intercambiables entre series. Con ‘Dave’, la serie de FXX que se puede ver en HBO España, pasa a ratos.

Que esto no significa que sea mala. De hecho es bastante divertida… pero sí que se nota claramente cuáles son sus referentes y eso juega en contra cuando, por ejemplo, no te encuentras en el metraje ni el diez por ciento de la introspección de las voces de Donald Glover y su ‘Atlanta‘ o de Issa Rae y su ‘Insecure‘.

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Pero vayamos a la serie en sí. Renovada recientemente por una temporada 2, en ‘Dave’ nos encontramos con la versión ficcionalizada de Dave Burd, cómico y rapero estadounidense que intenta lanzar su carrera como Lil Dicky. Claro, Dave es un tanto neurótico, ligeramente hipocondríaco y con un complejo respecto a su pene (de hecho esa es su primera escena), lo que no resultará idóneo a la hora de despegar.

La comedia está cocreada por Dave Burd y Jeff Schaffer y está dirigida, entre otros, por Greg Mottola y Tony Yacenda. En el reparto nos encontramos a Ally (Taylor Misiak), novia de Dave; GaTa como sí mismo; Mike (Andrew Santino), compañero de piso de Dave; y Elz (Travis «Taco» Bennet), mejor amigo de Dave y DJ.

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En lo personal he de reconocer que, si bien vi un par de episodios cuando se estrenó, el panorama de marzo (se estrenó el mismo día que ‘Devs‘ y el día antes de ‘ZeroZeroZero‘, para empezar) la relegó en mi cabeza a un segundo plano que quizás no hubiera merecido en otro momento. Afortunadamente para ella la serie ha supuesto un éxito para el canal y me ha vuelto a picar el gusanillo con la comedia.

El caso es que mi reencuentro con la serie ha sido placentera en un sentido de que ofrece unos divertidos veintipico minutos de episodio con un humor que navega de tontería a tontería con chistes de penes por un lado y autoparodia por el otro. A veces es demasiado obvio y tonto y otras veces juega con los tópicos y los estereotipos que hay en torno al mundo del hip hop, el barrio y la comunidad afroamericana y cómo encaja Dave como judío.

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Si bien como comedia tiene sus puntos, situaciones pintorescas y un humor atractivo, a lo largo del visionado de los sucesivos episodios me daba la sensación de que se queda un poco a medias. Tiene un toque de sátira pero no la suficiente; un punto de gamberrismo, pero nada trasgresor; parece huir de la introspección a pesar de anclarse en el genero de la semiautobiografía, etc.

Un cúmulo de «parecía que sí» que terminan diluyendo la serie lo suficiente para quedarse en un nivel algo inferior. Que es verdad que esa parece ser la intención y, de hecho, en líneas generales me gustan mucho los protagonistas y sus dinámicas. Pero quizás el enfoque de la trama y del humor no termina de ser completamente adecuados a ellos.

En definitiva creo que Lil Dicky tiene buenas ideas en cartera, se nota que lleva años de carrera haciendo humor en su música e intenta reflejar lo aprendido en la serie. La pena es que, si bien puede llegar a sostener sobre sus hombros la serie, termina algo cargante.