La demencia y Alzheimer son enfermedades que afectan a alrededor de 47 millones de personas en el mundo y esa cifra no hace más que subir. Buscar un cura o tratamiento adecuado a estas enfermedades, así como descubrir de qué manera prevenirlas de forma efectiva son algunos de los retos más importantes de la medicina y ciencia moderna.
No es de extrañar que muchas investigaciones se centren precisamente en buscar la causa de estas enfermedades y qué podemos hacer para evitarlas. Es el caso de una reciente investigación, publicada en Plos Medicine, donde encuentran una relación entre el hecho de mantener comportamientos que sean saludables para nuestro corazón y una reducción del riesgo de sufrir demencia cuando seamos adultos mayores.
Esta investigación, realizada en Finlandia, contó con información de 1.499 personas que habían participado en el estudio de Factores de Riesgo Cardiovasculares, de Envejecimiento y de Demencia de Finlandia y de la que se podía extraer información desde 1972 hasta 2008.
Para este estudio se evaluó la salud cardíaca de los participantes desde la mediana edad hasta la vejez. Se tuvieron en cuenta seis factores en total: si fumaban, el nivel de actividad física que tenían, su masa corporal, colesterol total, presión sanguínea y glucosa plasmática en ayunas.
Lo que encontraron fue que aquellos participantes que tenían una salud cardiovascular de intermedia a ideal desde la mediana edad en adelante presentaban menos riesgo de sufrir demencia. Especialmente cuando puntuaban alto en los factores más de comportamiento (no fumar, realizar actividad física y mantener una masa corporal saludable).
Hay que tener en cuenta que en este experimento no se tuvo en cuenta el estilo de alimentación, por lo que puede ser un factor que afecte. En cualquier caso, la importancia de cuidar nuestra salud cardiovascular adquiere más relevancia que nunca.
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