La decisión estaba tomada y desde Núñez confirmaron la noticia que anticipó Olé: Matías Suárez pasará este martes por el quirófano para someterse a un toilette quirúrgico en la rodilla derecha y se convirtió en la novena baja de River para el choque de este sábado contra Banfield. Otro dolor de cabeza para Marcelo Gallardo y sobre todo para el propio jugador, cuya situación le genera preocupación e incertidumbre.
La traicionera sinovitis que lo tiene a maltraer obligó al cuerpo médico de River a empezar a analizar la posibilidad de realizarle una limpieza profunda en la articulación a través de una artroscopía, con el objetivo de tratar de mejorar ese problema crónico. Si bien el equipo de MG lidera la Liga Profesional y sufre por la gran cantidad de ausencias, se llegó a la conclusión de que se requiere una intervención inmediata para detectar con precisión la causa de la inflamación de la membrana sinovial.
Suárez se realizó estudios este jueves por la mañana antes de la práctica en el River Camp y su futuro inmediato se determinará a partir de una exhaustiva exploración de la zona y de la posterior evolución fisiológica del jugador. La idea inicial es que el cordobés logre una eficaz rehabilitación en lo que resta de este 2021 y, haciendo una proyección optimista, pueda empezar los trabajos de pretemporada a la par de sus compañeros.
Suárez ya había tenido líquido en la rodilla en abril y volvió a padecer inflamación antes del partido en Junín vs. Sarmiento en Junín. A partir de ahí, faltó contra Independiente, fue suplente con Newell’s e ingresó 33 minutos ante Arsenal. Luego, volvió a quedar afuera en Santiago del Estero y jugó apenas 7’ en el Súper. Si bien Gallardo preguntó si podía hacerlo ingresar en el primer tiempo por Brian Romero, el punta no estaba para sumar demasiados minutos, lo que marca lo delicada que es la situación.
A lo largo de la semana se entrenó diferenciado, apenas pudo realizar trabajos de kinesiología y decidió apretar el freno en este 2021 donde convirtió nueve goles y dio la misma cantidad de asistencias, número que demuestran que a pesar de su merma física es determinante en ataque y que será una baja irremplazable para Gallardo.
A sus 33 años, la sinovitis que persigue al Oreja es una consecuencia del desgaste en la rodilla de su pierna hábil desde agosto de 2012, cuando estaba en el Anderlecht de Bélgica. Un inconveniente en el tendón rotuliano que incluyó una cirugía en la rótula y le frustró una transferencia al CSKA de Rusia en 11 millones euros fue el primer contratiempo. Un año después, en octubre de 2013, tuvo otro: sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior. Y en el 2014 volvió a padecer la misma lesión ligamentaria y fue operado por tercera vez en tres temporadas.