Daniel Casablanca, coautor y director del unipersonal «Casi humano», que protagoniza Rodrigo Bello, el otro hacedor del texto que el domingo iniciará una serie de dos funciones virtuales tras haber estrenado en sala antes de la cuarentena, apunta que «cuando el espectáculo se creó estaba planteado en un futuro de ciencia ficción, cercano pero impensado en este mundo actual».
«Los tiempos de hoy en día van rápido, pero la pandemia aceleró tanto algunos cambios, que ese mundo que inventamos en cualquier momento puede quedar obsoleto», advierte Casablanca durante una entrevista con Télam.
El lugar al que hace referencia «Casi humano» y también el actor, autor y director y miembro fundador del grupo humorístico Los Macocos es el que le toca a Fileto (Bello), quien habita y trabaja en una colmena de trabajo digital esclavo y recibe órdenes de Mónica, una plataforma de inteligencia artificial, hasta que decide salirse.
Cuando el espectáculo se creó estaba planteado en un futuro de ciencia ficción, cercano pero impensado en este mundo actual”
Daniel Casablanca
Al respecto el protagonista indica a esta agencia que la pieza le permite «poder denunciar con humor»: «Burlarme del poder, de lo establecido, de las corporaciones y sus modos de control, de los estados, del hambre, de lo absurdo, del like, burlarme de todo lo que me parece que hay que burlarse».
Bello, discípulo de Casablanca e integrante del conjunto Improcrash, destaca, además, que su Fileto en «Casi humano» lo hace «sentir más bufón que nunca»: «Expresar la verdad con la poesía deforme del bufón me hace muy feliz, me siento útil».
La obra podrá verse los domingos 14 y 21 de junio a las 18 con localidades a la venta en comedia.com.ar y una vez finalizada la función de 50 minutos, sus hacedores dialogarán con los espectadores sobre el proceso creativo de «Casi humano».
Télam: ¿Con qué expectativas encaran este par de funciones virtuales?
Daniel Casablanca: Lo vivimos como un estreno. Estamos llenos de entusiasmo, el deseo es que lo vea mucha gente. Es todo tan nuevo, no sabemos cómo va a funcionar, esperamos poder sumar funciones por este medio y pronto poder estar haciendo funciones en un teatro y rodar el espectáculo como se merece y como lo soñamos.
Rodrigo Bello: Las expectativas cambiaron del estreno en el teatro a estas funciones online. Antes pensaba en viajar con la obra y ahora quiero que la obra viaje digitalmente a las casas de las personas, que pueda conmover como a mi me conmueve.
T: ¿Cuánta mano han tenido que meterle a la obra para esta versión virtual de «Casi humano»?
DC: Hemos tenido la fortuna, visión y buena decisión de producción de hacer un muy buen registro de la función de estreno, con una gran filmación y un muy buen registro de sonido que es hoy un material incunable. Para esta ocasión se trabajó un poco más en el sonido y estamos muy contentos con el resultado que compartiremos. El espectáculo está concebido como un pequeño habitáculo, donde trabajamos con proyección de frente y de fondo, es decir que con la perspectiva de una cámara de frente podemos cubrir la totalidad del espacio.
RB: Le metimos mano al sonido y evaluamos meterle postproducción de video para alguna transiciones. En la versión teatral presencial usamos dos proyectores, uno delante y otro detrás, esta puesta hace que la versión online sea más amigable con el entorno de las pantallas.
T: ¿Qué sienten que gana y que pierde el cuento de esta obra al pasar del vivo al streaming?
DC: No son para mí comparables las dos formas y no es la idea, sino pensar que se está creando un nuevo espacio tecnológico para ver espectáculos, seguir rodando y compartiendo lo que uno hace. Creo que no pierde ni gana nada, es la visión subjetiva del espectador siempre el que decidirá cuál fue la mejor vez.
RB: El teatro es cuerpo presente; pierde eso, los cuerpos y las reacciones que hacen que la obra sea única en cada función. Pierde el ganar confianza función tras función. La obra se estrenó pero le faltó madurar, eso siento que le falta, madurar con personas, madurar con espacios. Será online hasta que pueda ser presencial.
T: ¿Cómo se llevan, como criterio general, con el pasaje del teatro a la pantalla? ¿Lo consideran, en tal caso, un atajo posible en la emergencia?
DC: Pensemos que cuando todo esto termine y volvamos a tener la posibilidad presencial quedarán instaladas las dos opciones, realmente como experiencias diferentes, nada reemplaza al hecho «en vivo» pero permite que quien no pueda asistir por cuestiones geográficas, porque el espectáculo ya no está en cartel, o cualquier otra, pueda igual verlo y ser parte del hecho artístico.
RB: Si me das a elegir, tanto como actor como espectador prefiero el ritual del teatro presencial, en el teatro, con la gente ahí, cercana, presente, compartiendo sus emociones, sus reacciones, todo. Dicho esto, algo que pienso en relación a la pandemia y el teatro es el vínculo del teatro con la acción, con la reacción, con la improvisación, el teatro se adapta, se transforma al nuevo medio, busca formas nuevas de representación y esta es una de ellas. Sí, es un atajo en la emergencia pero quedará cuando la emergencia pase. Cambiaron nuestros hábitos y ahora somos más casi humanos que antes.