Tenía
unas
cuantas
castañas
y
no
sabía
qué
uso
darles,
pues
no
son
mi
ingrediente
preferido
y
no
suelo
usarlas
mucho,
hasta
que
encontré
en
uno
de
mis
blogs
preferidos
esta
receta
de
bizcocho
de
castañas
y
me
enamoré.
Soy
poco
constante,
pues
me
gustó
tanto
que
ya
no
puedo
decir
tan
categórica
que
no
me
gustan
las
castañas.
Lo
peor
de
todo
es
conseguir
pelarlas
sin
morir
en
el
intento,
pero
si
seguís
estos
consejos
para
pelar
castañas
os
aseguro
que
conseguir
quitarles
la
piel
se
convierte
en
un
trabajo
facilísimo
¿A
ver
si
era
por
no
conocerlo
que
no
me
gustaba
este
ingrediente?
Empezamos
cociendo
las
castañas
peladas
en
la
leche,
con
una
pizca
de
sal,
durante
media
hora
o
hasta
que
estén
bien
tiernas.
Trituramos
las
castañas
con
la
leche
y
reservamos.
En
un
bol,
batimos
los
huevos,
añadiendo
el
siguiente
cuando
esté
batido
el
anterior.
Añadimos
el
azúcar
y
seguimos
batiendo
hasta
que
la
mezcla
quede
un
poco
espumosa.
Unimos
la
crema
de
las
castañas,
la
maizena,
la
mantequilla
y
la
levadura
con
los
huevos
y
el
azúcar.
Revolvemos
bien
y
lo
vertemos
en
un
molde
engrasado
con
mantequilla
o
forrado
con
papel
de
horno.
Horneamos
a
horno
precalentado
a
170º
durante
45
minutos
o
hasta
que
pinchando
con
un
palillo
este
salga
limpio.
Dejar
enfriar
y
desmoldar.

Con
qué
acompañar
el
bizcocho
de
castañas
Creo
que
os
gustará
mucho
esta
receta
de
bizcocho
de
castañas
con
un
aire
tan
otoñal.
Es
ideal
para
servir
en
el
desayuno
o
la
merienda
y
os
aseguro
que
con
un
chocolate
a
la
taza
bien
caliente
os
costará
dejar
de
comerla.
Y
si
no
probadla
y
ya
me
contaréis.
En
DAP
|
Castañas
asadas
al
horno
En
DAP
|
Tarta
de
castañas