07/01/2025
17:24hs.
Actualizado
al
07/01/2025
17:43hs.
No
es
un
refuerzo
más.
Ander
Herrera,
el
volante
de
35
años
que
tiene
todo
encaminado
para
cumplir
su
sueño
de
jugar
en
el
fútbol
argentino
y
en
su
Boca,
tiene
una
carrera
top,
en
la
que
siempre
estuvo
rodeado
estrellas.
Tal
es
así
que
el
español
vivió
una
vida
que
muchos
futbolistas
quisieran
tener.
Por
eso,
su
llegada
sin
dudas
generaría
un
golpe
de
efecto
en
el
mercado
xeneize.
Multicampeón
en
Europa,
donde
salvo
en
Zaragoza
ganó
títulos
con
todos
los
equipos
en
los
que
jugó
(13
en
total
incluyendo
una
Europa
League
con
el
Manchester
United
y
la
Euro
Sub
21
con
su
selección),
su
nombre
se
metió
dentro
del
estrellato
del
Mundo
Fútbol
a
partir
de
su
etapa
de
cinco
años
en
el
United
y
-sobre
todo-
sus
tres
años
en
la
constelación
del
PSG.
En
el
United
jugó
con
quien
serían
ahora
sus
compañeros
en
Boca,
Marcos
Rojo
y
Chiquito
Romero.
Pero
además,
en
ese
equipo
inglés
compartió
equipo
con
Zlatan
Ibrahimovic,
Wayne
Rooney,
Robin
Van
Persie,
Paul
Pogba,
Bastian
Schweinsteiger
y
Radamel
Falcao,
por
citar
figuras
del
planeta
fútbol.
Claro
que
fue
en
el
PSG
donde
se
reunió
con
la
mayor
constelación
del
fútbol
mundial.
Allí,
además
de
compartir
equipo
con
Edinson
Cavani,
con
quien
podría
reencontrarse
en
Boca,
jugó
con
Lionel
Messi
y
varias
figuras
top.
Entre
ellas,
Neymar,
Killian
Mbappé,
Ángel
Di
María,
Sergio
Ramos
y
Leandro
Paredes,
que
lo
acompañaron
en
ese
equipo
antes
y
después
de
jugar
la
final
de
la
Champions
League
perdida
a
manos
de
Bayern
Munich
en
2020,
la
cual
jugó
como
titular.
De
hecho,
siendo
jugador
del
PSG,
Ander
festejó
su
cumpleaños
32
y
a
su
fiesta
asistieron
la
mayoría
de
esas
figuras,
en
una
foto
que
también
se
hizo
viral
y
que
mostró
su
buena
onda
y
relación
con
esos
jugadores
top.
Allí,
además
de
Leo
y
Ney,
Di
María,
Sergio
Ramos
y
Paredes,
también
estuvieron
Icardi,
Rafinha
y
Marco
Verratti,
por
citar
otros
de
sus
entonces
compañeros.
Además,
en
el
Bilbao,
en
su
primer
ciclo
allí,
fue
dirigido
por
Marcelo
Bielsa
y
en
esta
segunda
etapa
compartió
equipo
con
Iker
Muniain,
hoy
jugador
de
San
Lorenzo
y
su
fuente
de
consulta
para
terminar
de
tomar
su
decisión
de
venir
al
fútbol
argentino.
En
Zaragoza,
donde
jugó
del
2008
al
2011,
también
tuvo
compañeros
argentinos.
Uno
de
ellos,
un
ídolo
de
River
como
Leandro
Ponzio,
y
también
el
Ratón
Ayala,
ayudante
de
Scaloni
en
la
selección
campeona
del
mundo
y
bicampeona
de
América.
El
factor
Mundial
Ander
Herrera
sabe,
además,
que
su
nombre
volverá
a
estar
en
los
primeros
planos
si
llega
a
Boca
y
participa
del
Mundial
de
Clubes.
Es,
sin
dudas,
otro
foco
de
seducción,
además
de
vivir
la
experiencia
de
jugar
la
Libertadores,
luego
de
haber
disputado
la
Champions.
Pero
en
Estados
Unidos
2025,
con
Benfica
y
Bayern
Munich
como
rivales
del
grupo,
Gago
sabe
que
podría
tener
en
el
español
un
jugador
con
experiencia
europea
y
conocimiento
de
esos
adversarios.
Cómo
está
la
negociación
«Boca
quiere,
Ander
quiere,
Athletic
quiere»,
resumen
en
España
sobre
la
situación. «Se
hará»,
completan,
pensando
en
la
necesidad
que
el
Xeneize
tiene
y
en
que
hoy
el
Vasco
no
tiene
-en
el
equipo
que
lo
catapultó
a
la
fama
(con
Marcelo
Bielsa
como
pieza
clave
en
su
historia)-
un
rol
fundamental.
Al
contrario,
superada
una
etapa
de
reiteradas
lesiones
musculares,
su
falta
de
continuidad
es
el
factor
que
puede
desencadenar
su
rápida
salida.
Porque
Herrera
necesita
jugar.
Y
Boca
necesita
alguien
que
haga
jugar
al
equipo.
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