15 desayunos ricos en fibra para empezar el día de la manera más saludable

0
62

Ponemos la leche, que puede ser de vaca o puede ser una bebida vegetal, y la avena en un cazo más alto que ancho y lo llevamos a ebullición lenta a fuego suave. Así durante al menos 15 minutos, removiendo puntualmente para que se vaya adquiriendo la textura del porridge.

Retiramos del fuego cuando tenga la consistencia que deseamos y lo dejamos atemperar fuera del fuego, momento en el que podemos aprovechar para cortar al gusto las frutas que vayamos a añadir. Suelen irle bien todo tipo de frutos rojos como arándanos, moras, frambuesas o fresas, pero también podéis introducir otro tipo de frutas que tengan un cierto contrapunto ácido.

Un porridge de avena es un desayuno suficientemente sustancioso para no necesitar muchos más compañeros de mesa, pero siempre podemos hacer un o una infusión para tener a mano y jugar esa baza líquida. Lo mismo que podríamos hacer con un buen zumo o un smoothie, dando aspecto de desayuno de fin de semana.