Cepillarse
los
dientes
es
algo
que
hacemos
todos
los
días
y
hasta
el
día
de
hoy,
la
mayoría
de
las
personas
se
enjuaga
con
abundante
agua
la
boca
tras
el
cepillado.
Sin
embargo,
este
acto
no
sería
del
todo
recomendable
y
te
contamos
por
qué.
Por
qué
mejor
no
enjuagarse
tras
el
cepillado
Si
bien
la
pasta
de
dientes
no
es
una
sustancia
comestible,
lo
que
se
aconseja
es
no
hacer
buches
de
agua
sino
eliminar
todo
lo
máximo
posible
de
la
pasta
sobrante
pero
no
eliminar
completamente
la
misma
de
nuestros
dientes.
Según
expertos
como
el
doctor
Edmond
Hewlett,
asesor
del
consumidor
de
la
Asociación
Dental
Estadounidense
y
profesor
de
la
Facultad
de
Odontología
de
UCLA,
el
fluoruro
contenido
en
la
pasta
de
dientes
puede
ayudar
a
que
el
esmalte
sea
más
duro
y
resistente
a
los
ácidos
que
causan
las
caries;
es
por
ello
que
dejar
un
poco
de
pasta
en
contacto
con
nuestros
dientes
tras
el
cepillado
puede
resultar
muy
beneficioso.
Así,
los
dentistas
recomiendan
esperar
al
menos
15
minutos
después
del
cepillado
para
beber
agua,
de
manera
tal
que
el
flúor
de
la
pasta
tenga
al
menos
este
tiempo
de
contacto
con
nuestros
dientes
para
fortalecer
su
esmalte.
Por
supuesto,
el
cepillado
sigue
siendo
valioso
aún
cuando
nos
enjuagamos
totalmente
la
boca
tras
el
mismo,
pues
igualmente
la
limpieza
que
provee
este
hábito
es
sumamente
necesaria
para
proteger
nuestros
dientes.
Sin
embargo,
si
somos
propensos
a
tener
caries,
dejar
algo
de
pasta
adicional
en
nuestros
dientes
y
no
enjuagar
por
completo
los
mismos
tras
el
cepillado
resulta
lo
más
eficaz
para
conservar
una
buena
salud
bucal.
Dos
veces
al
día
durante
dos
minutos
debemos
cepillar
nuestros
dientes
con
pasta
dental
con
flúor
en
su
interior;
y
en
la
medida
de
lo
posible
no
enjuagarnos
completamente
tras
el
cepillado
con
abundante
agua
como
lo
hacíamos
hasta
el
momento
sino
escupir
los
excesos
de
pasta
pero
dejar
el
remanente
en
nuestros
dientes.
En
Vitónica
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