Esta tarde llegan los Reyes Magos a muchas ciudades y pueblos de España y por la noche tienen la ardua tarea de dejar regalos en todos los hogares. Mañana, la escena más habitual será la de los niños abriendo los regalos, rasgando el papel de regalo a toda velocidad para descubrir rápidamente qué contiene y pasar al siguiente.
Pero en el momento de frenesí de apertura de regalos hay algunos consejos que debemos tener en cuenta para que nada estropee un día mágico, especialmente si hay niños pequeños en casa. Porque puede haber pilas sueltas que pueden llevarse a la boca, o juguetes no aptos para bebés que pueden ‘robar’ a los mayores, o destrozos de cajas de juguetes que no funcionan.
Por eso, mientras abren los paquetes, debemos estar pendientes para que los niños disfruten sin peligro siguiendo estos consejos.
No romper las cajas
Con la ansiedad del momento, pueden llegar a romper las cajas de los regalos al abrirlos, pero antes de que las destrocen mejor asegurarse de que lo que incluye funciona correctamente y nos vamos a quedar con ello. Porque la mayoría de las tiendas no admiten devolución sin el embalaje en correcto estado.
También por cuestión de orden, hay ciertos juguetes que es preferible dejarlos guardados en su caja original. Si no vamos a usar las cajas, mejor llevarlas al contenedor de reciclaje.
¡Cuidado con las bolsas!
Muchos juguetes vienen con bolsas de plástico que contienen piezas dentro y los niños pueden verse tentados a ponérselas en la cabeza. Así que mejor estar pendientes de quitarlas de su alcance en cuanto nos sea posible. Los riesgos de asfixia no son ninguna broma, así que mejor pecar de ser demasiado precavidos.
No te olvides de las pilas
Muchos juguetes vienen sin pilas incluidas y puede ser una decepción querer probar ese juguete que tanto deseaban y no poder hacerlo porque no hay pilas en casa.
Seamos precavidos y compremos con anticipación las baterías necesarias para los juguetes que han pedido a los Reyes Magos.
¡Cuidado con las pilas! Son muy peligrosas
Las pilas, sobretodo las pilas de botón, al ser pequeñitas, son un grave peligro para los más pequeños. Es mejor evitar los juguetes que contienen pilas de botón y, si no es posible, asegurarse de que la tapa que oculta este tipo de pilas no se puede abrir sin herramientas que solo pueda manejar el adulto.
Por desgracia, pueden tragárselas o meterlas por la nariz o el oído con demasiada facilidad mientras estamos entretenidos desembalado un regalo del hermano mayor.
Quitar los papeles del medio
Al abrir los paquetes, los papeles quedan tirados por el suelo y los niños pueden resbalar con ellos. Algo peligroso si además hay bebés en casa que apenas están aprendiendo a andar.
También pueden esconder debajo piezas o partes de juguetes que no queremos perder. Por eso, a medida que los vayan tirando por el suelo (porque lo van a hacer) conviene ir guardándolos en una bolsa para luego tirarlos. Pero cuidado: revisar antes que no haya nada útil entre los papeles que pueda acabar en la basura.
¡Cuidado con las piezas pequeñas!
Muchos juguetes traen piezas pequeñas, y por algo estos están prohibidos para niños menores de tres años: porque pueden llevárselas a la boca.
Si hay niños pequeños en casa hay que estar muy pendientes de que no ‘se las robe’ a su hermano y pueda tragárselas y sufrir un accidente.
Si hay juguetes de construcción, puzzles o accesorios de muñecas, dejarlos bien guardados en sus respectivas bolsas.
Conservar los tickets de compra
¿Y si después de montar la cocinita comprobamos que la luz de los fuegos no funciona? ¿Y si el perrito que tenía que ladrar no ladra? ¿Y si los Reyes Magos le han dejado el mismo juego también en casa de los tíos?
Por eso, si queremos cambiar o devolver un regalo es importante que conservemos los tickets de compra. Es conveniente dejarlos todos juntos en un mismo sitio para no tener que rastrearlos por toda la casa, y si han quedado junto al regalo, revisar que no se pierdan en el mar de papeles y envoltorios y acabemos tirando justo el que necesitamos.
