A la hora de escoger el tipo de educación que van a recibir los hijos, hay padres que se decantan por escuelas o métodos educativos alternativos, como las escuelas Montessori, Waldorf o Reggio Emilia, entre otros. También hay familias que optan por el homeschooling, o la educación en casa.
En los últimos años – y muy especialmente a raíz de la pandemia y los cambios en la forma de trabajar que ha traído consigo- ha ganado popularidad una práctica educativa conocida como worldschooling, que considera el mundo como el mejor lugar para que los niños aprendan.
Te contamos en qué consiste exactamente este método, qué ventajas e inconvenientes tiene y cómo ponerlo en práctica.
En qué consiste el worldschooling
El worldschooling es una práctica educativa que considera el mundo como una escuela. Los niños no acuden a clase de manera presencial, sino que aprenden a través de estrategias y otros recursos educativos mientras viajan por el mundo.
Mediante el worldschooling los niños aprenden de su entorno, las experiencias vividas y las nuevas culturas e idiomas que van conociendo. Pero la familia, la naturaleza y las amistades también juegan un papel fundamental.
Hay muchas formas de practicar worldschooling, tantas como familias y situaciones particulares existen.
Así por ejemplo, podemos hablar del worldschooling más ‘purista’, que consiste en viajar con los niños todo el año; el worldschooling por temporadas; el worldschooling sin viajar (incorporando la multiculturalidad de diversas maneras, como por ejemplo alojando en casa a personas de otros países o mediante programas de intercambio), o incluso el worldschooling combinado con el homeschooling.
Sea de una forma u otra, las familias que practican worldschooling suelen tener algo en común: una filosofía y estilo de vida nómada, con empleos remotos que les permiten libertad de movimiento y la firme convicción de que cualquier lugar del mundo puede convertirse en el escenario perfecto para que los niños aprendan.
Entre las ventajas más destacadas del worldschooling están las siguientes:
● Aprendizaje “in situ”. La enseñanza se realiza a través de experiencias vividas. Por ejemplo, para saber que es un volcán, lo mejor es visitarlo en lugar de estudiarlo.
● Contacto directo con la naturaleza. Pasar tiempo al aire libre estimula el aprendizaje y desarrolla el cerebro de los niños. Por otro lado, esta forma de aprender, les hace estar menos tiempo delante de las pantallas.
● Fomento de la curiosidad y la lógica. Descubrir las cosas que nos rodean despierta el interés del niño por aprenderlas.
● Fomento de diversas habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de conflictos, la toma de decisiones, la iniciativa y la autonomía.
● Un mundo multicultural. Al viajar, los niños conocen personas de culturas diferentes, distintas tradiciones y distintos idiomas. Todo ello les permitirá desarrollar la empatía, la tolerancia y crecer una mente más abierta y una visión del mundo más global.
¿Es legal hacer worldschooling?
Lo primero que hay que saber es que en España esta corriente educativa no está reconocida en la legislación, a diferencia de lo que sucede en otros países como Estados Unidos, Australia o Italia. Es decir, las familias worldschoolers podrían tener problemas legales si esta práctica se realiza a partir de la edad obligatoria de escolarización, que en nuestro país son los seis años.
Por ello, para evitar esta circunstancia, muchos padres deciden practicar worldschooling mientras sus hijos son pequeños y no tienen la obligación legal de asistir al colegio. De este modo, cuando el niño comienza la escolarización obligatoria llevará consigo un aprendizaje vivencial difícil de igualar.
Si estás pensando en hacer worldschooling es importante que te informes bien y, si es posible, te pongas en contacto con otras familias que hayan vivido o estén viviendo esta experiencia. Algunas de las más activas en Internet son «Ligrones en ruta», «Irabelas» o «Algún sitio bonito», tres familias que comparten sus aventuras viajando y educando a sus hijos por el mundo.
También en Planeta Worldschool puedes encontrar todo tipo de información y asesoramiento sobre el worldschooling en España, así como en la Asociación por la Libre Educación (aunque está enfocada sobre todo a la práctica del homeschooling).
Por otro lado, existe un organismo dependiente del Ministerio de Educación y Formación Profesional llamado Centro Integrado de Enseñanzas Regladas a Distancia. En él se ofrece atención educativa para los niveles de educación primaria, ESO y bachillerato -entre otros- a los ciudadanos españoles en el exterior y a quienes residiendo en territorio nacional se vean imposibilitadas para recibir enseñanza a través del régimen ordinario. También puedes dirigirte a ellos o aprovechar los recursos educativos que ofrecen (aquí tienes los datos de contacto).
En cuanto a cómo obtener un título oficial de estudios si se opta por hacer worldschooling, existen varias opciones. Quizá las más habituales sean el acceso a las pruebas libres para obtener el graduado de la ESO, o la matriculación en un centro homologado en el último curso de la educación secundaria, para así obtener el título oficial una vez finalice.
Qué aspectos tener en cuenta si te planteas hacer worldschooling
Si el worldschooling te llama la atención pero por tu estilo de vida, trabajo u otras circunstancias no puedes ponerlo en práctica, siempre es posible combinarlo con la escuela tradicional y aprovechar únicamente las vacaciones de verano para viajar por el mundo con tus hijos mientras aprenden idiomas, arte, cultura y un sinfín de habilidades.
En estas situaciones, los expertos de Yescapa aconsejan tener en cuenta una serie de premisas para aprovechar al máximo la experiencia:
- Elige bien el medio de transporte. En estos casos, viajar en autocaravana o furgoneta camper se convierte en la mejor opción, no solo porque nos permite ahorrar en alojamiento, sino porque viajamos con la casa a cuestas y siguiendo nuestro propio ritmo.
● Impulsa la curiosidad del niño. Si ves que a tu hijo le interesa la ciencia, por ejemplo, promueve actividades relacionadas con este tema y cuando lleguéis a un lugar, explícale lo que va a ver. No está de más completarlo con libros o alguna actividad afín.
● Planifica en familia las rutas de vuestra viaje para garantizar que viviréis una experiencia íntegra de inmersión cultural.
● Escribe un diario de vuestro viaje en familia. Redacta un cuaderno de bitácora en conjunto con todo lo que os ocurre. Incluye mapas, dibujos, fotos… seguro que se llenará de recuerdos increíbles.