Hay partidos que finalizan sin goles inmerecidamente. Como el que jugaron Villa Dálmine y Atlanta en Campana. Desde lo futbolístico, falta un poco más. No tuvieron el funcionamiente que los entrenadores quieren. Aún así, se la resbuscaron para generar situaciones de gol.
El Viola tuvo las más claras. También fue un poco más directo. Sin la necesidad de andar tocando mucho la pelota, el equipo de Marcelo Franchini fue y fue. Se encontró con el palo y varias acciones desafortunadas a la hora de definir.
Por el otro lado, un Bohemio que jugó de a ratos. En el inicio del encuentro se plantó como protagonista. Se paró bien adelante y buscó jugar a lo suyo. También fabricó sus situaciones, pero no en el número que lo hizo el local. A los de Walter Erviti les faltó constancia con la pelota. La perdían fácil y cedían el dominio de la misma.
Cuando fue al área rival, se topó con un Germán Montoya iluminado. La buena imagen que Atlanta había mostrado frente a Belgrano, se la olvidó en Villa Crespo. Justo empate en Campana, pero pudo haberlo sido con goles.
