Una filtración masiva de datos de Hacienda puede ser «la madre de todas las filtraciones» para estafarnos. Así puede afectarnos

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La
noticia
del
supuesto
ataque
a
la
Agencia
Tributaria
(AEAT)
por
el
grupo
de
hackers
conocido
como

Trinity

ha
generado
una
alerta
sin
precedentes
en
España.
Ante
la
posibilidad
de
que

560
GB
de
datos
de
los
contribuyentes
obren
en
manos
de
criminales

que
amenazan
con
exponer
dicha
información,
los
españoles
debemos
contemplar
la
posibilidad
de
tener
que
hacer
frente,
durante
los
próximos
meses,
a
descomunal ‘boom’
de
los
timos
y
de
la
ingeniería
social.

¡QUE
NO
TE
ENGAÑEN!
Los
principales
TIMOS
en
COMPRAS
ONLINE
y
CÓMO
EVITARLOS

¿Qué
sabemos
del
ataque?

El
grupo
de
cibercriminales
Trinity,
que
ya
cuenta
con
todo
un
historial
de
ataques
a
nivel
internacional,
asegura
haber
logrado
un
acceso
masivo
a
los
sistemas
de
la
AEAT.
Según
su
modus
operandi
habitual,

habrían
utilizado
un
ransomware

que
primero
exfiltra
datos
y
luego
cifra
los
sistemas
comprometidos,
dejando
inutilizables
los
archivos
sin
la
clave
correspondiente.

En
esta
ocasión,
el
grupo
afirma
haber
secuestrado
560
GB
de
información
crítica,
aunque
la
Agencia
Tributaria
niega
haber
detectado
algún
incidente
en
sus
sistemas,
según
sus
declaraciones
públicas
(algo
que
varios
medios
españoles
insisten
en
contradecir
citando
fuentes
internas
).
Entre
los
posibles
vectores
de
acceso
al
sistema,
los
expertos
en
ciberseguridad
señalan
dos
hipótesis
principales:


  1. A
    través
    de
    la
    red ‘Sara’
    :
    Una
    infraestructura
    de
    comunicaciones
    que
    conecta
    a
    diversas
    instituciones
    públicas.
    Aunque
    la
    AEAT
    tiene
    medidas
    para
    mantenerse
    aislada
    de
    esta
    red,
    el
    historial
    de
    vulnerabilidades
    en
    otras
    entidades
    relacionadas
    con
    Sara
    sugiere
    que
    podría
    haber
    sido
    utilizada
    como
    pasarela
    para
    acceder
    a
    la
    Agencia
    Tributaria.

  2. Un
    ataque
    interno
    o ‘insider’
    :
    La
    participación
    de
    un
    agente
    interno
    o
    el
    uso
    de
    credenciales
    comprometidas
    de
    un
    empleado
    es
    una
    posibilidad
    que,
    según
    algunos
    especialistas,
    explicaría
    la
    magnitud
    del
    ataque.

Si
las
afirmaciones
del
grupo
Trinity
se
confirman,
el
impacto
de
esta
filtración
podría
ser
uno
de
los
más
graves
en
la
historia
reciente
de
la
ciberseguridad
en
España

El
impacto
potencial
de
la
filtración

El
ataque
a
la
agencia
de
crédito
estadounidense
Equifax,
en
2017,

dejó
expuestos
los
datos
de
150
millones
de
contribuyentes

en
varios
países,
y
las
consecuencias
fueron
devastadoras:

los
datos
robados
todavía
están
siendo
utilizados
para
fraudes
y
suplantaciones,
años
después
del
incidente
.

La
Agencia
Tributaria
maneja
información
que
no
sólo
es
sensible,
sino
también
crítica
para
la
seguridad
económica
y
personal
de
millones
de
ciudadanos
y
empresas.
Una
filtración
de
esta
magnitud
podría
desencadenar
múltiples
problemas
en
diversas
áreas:

1)
Extorsión
y
chantaje
a
gran
escala

Los
datos
exfiltrados
podrían
incluir:

  • Declaraciones
    de
    la
    renta.
  • Información
    bancaria
    y
    patrimonial.
  • Movimientos
    financieros
    detallados.
  • Datos
    personales
    como
    direcciones,
    números
    de
    identificación
    fiscal,
    y
    contactos.

Con
esta
información,
los
atacantes
podrían
contactar
directamente
a
ciudadanos
y
empresas,
amenazando
con
exponer
su
situación
fiscal,
irregularidades
tributarias
reales
o
supuestas,
o

cualquier
otra
información
que
pueda
ser
utilizada
para
extorsionarlos
.
Esto
abre
la
puerta
a
un
modelo
de
extorsión
masiva,
donde
cada
contribuyente
se
convierta
en
un
objetivo
potencial.

2)
Fraude
financiero
y
robo
de
identidades

El
acceso
a
datos
fiscales
y
bancarios
convierte
a
los
ciudadanos
en
blanco
fácil
para
fraudes
financieros.
Algunas
de
las
posibles
consecuencias
incluyen:


  • Préstamos
    y
    créditos
    fraudulentos
    :
    Los
    atacantes
    podrían
    utilizar
    la
    información
    para
    solicitar
    créditos
    o
    realizar
    compras
    en
    nombre
    de
    las
    víctimas.

  • Acceso
    a
    cuentas
    bancarias
    :
    Si
    las
    credenciales
    de
    acceso
    o
    datos
    financieros
    estuvieran
    comprometidos,
    podrían
    vaciar
    cuentas
    o
    realizar
    transacciones
    ilícitas.

  • Robo
    de
    identidad
    :
    Con
    nombres,
    direcciones,
    documentos
    de
    identificación
    y
    datos
    fiscales,
    los
    delincuentes
    podrían
    suplantar
    la
    identidad
    de
    las
    víctimas
    para
    múltiples
    propósitos,
    desde
    abrir
    cuentas
    hasta
    realizar
    estafas
    a
    terceros.

3)
Uso
en
actividades
delictivas
y
cibercrimen
organizado

Los
datos
robados
podrían
ser
vendidos
en
el
mercado
negro
a
otros
actores
maliciosos,
fomentando:


  • Nuevos
    ciberataques
    :
    Los
    datos
    podrían
    ser
    utilizados
    para
    ataques
    más
    específicos,
    como
    spear
    phishing
    o
    campañas
    dirigidas
    a
    sectores
    clave.

  • Espionaje
    industrial
    o
    político
    :
    Las
    grandes
    bases
    de
    datos
    fiscales
    también
    pueden
    contener
    información
    de
    figuras
    públicas,
    políticos,
    o
    empresas
    estratégicas,
    convirtiéndose
    en
    un
    arma
    para
    el
    espionaje
    o
    la
    manipulación.

  • Comercialización
    masiva
    en
    la
    dark
    web
    :
    Los
    datos
    exfiltrados
    podrían
    convertirse
    en
    un
    producto
    codiciado
    para
    delincuentes
    a
    nivel
    global,
    alimentando
    un
    mercado
    ilegal
    que
    ya
    genera
    miles
    de
    millones
    de
    euros
    anualmente.

4)
Consecuencias
legales
y
regulatorias

Una
filtración
de
esta
magnitud
podría
tener
implicaciones
legales
significativas
tanto
para
la
AEAT
como
para
otras
entidades
públicas
relacionadas:


  • Multas
    por
    incumplimiento
    del
    GDPR
    (Reglamento
    General
    de
    Protección
    de
    Datos)
    :
    Si
    se
    demuestra
    que
    la
    AEAT
    no
    adoptó
    medidas
    suficientes
    para
    proteger
    los
    datos
    personales,
    podría
    enfrentar
    sanciones
    millonarias.
    (Pero,
    como ‘Hacienda
    somos
    todos’,
    una
    multa
    de
    ese
    tipo
    sólo
    supondrá
    que
    el
    Estado
    se
    pague
    a

    mismo
    con
    nuestro
    dinero).

  • Demandas
    colectivas
    :
    Ciudadanos
    y
    empresas
    afectadas
    podrían
    iniciar
    acciones
    legales
    para
    exigir
    compensaciones
    por
    el
    daño
    causado.

  • Revisión
    de
    protocolos
    de
    seguridad
    nacionales
    :
    Este
    incidente
    podría
    motivar
    una
    reestructuración
    general
    de
    las
    políticas
    de
    ciberseguridad
    en
    todas
    las
    administraciones
    públicas,
    lo
    que
    implicaría
    inversiones
    significativas
    y
    posibles
    interrupciones
    de
    servicios.

El
rol
del
ciudadano:
protegerse
ante
posibles
consecuencias

Ante
un
ataque
de
esta
magnitud,
es
crucial
que
los
ciudadanos
adopten
medidas
proactivas
para
protegerse
de
las
posibles
consecuencias
de
la
filtración
de
sus
datos
personales.
Aunque

no
se
puede
evitar
el
acceso
inicial
de
los
ciberdelincuentes
a
la
información
comprometida
,
existen
varias
estrategias
para
intentar
minimizar
el
impacto
y
prevenir
un
uso
indebido
de
esos
datos.
A
continuación,
se
detalla
un
conjunto
de
acciones
que
los
ciudadanos
pueden
implementar:

Monitorización
de
cuentas
y
actividades
financieras

Una
de
las
principales
amenazas
de
una
filtración
de
datos
fiscales
es
la
posibilidad
de
fraude
financiero.
Para
protegerse:


  • Revisar
    regularmente
    extractos
    bancarios
    y
    de
    tarjetas
    de
    crédito:

    Identificar
    transacciones
    sospechosas
    y
    reportarlas
    inmediatamente
    a
    la
    entidad
    financiera.

  • Configurar
    alertas
    de
    actividad:

    Muchos
    bancos
    permiten
    activar
    notificaciones
    automáticas
    para
    movimientos
    inusuales
    en
    las
    cuentas.

  • Controlar
    el
    historial
    crediticio:

    Solicitar
    informes
    de
    crédito
    a
    agencias
    especializadas
    para
    detectar
    la
    apertura
    no
    autorizada
    de
    cuentas
    o
    solicitudes
    de
    préstamos.

Proteger
datos
personales

Los
datos
filtrados
pueden
facilitar
campañas
de
suplantación
de
identidad.
Para
reducir
los
riesgos:


  • Ser
    cauteloso
    con
    la
    información
    que
    se
    comparte
    en
    redes
    sociales:

    Evitar
    publicar
    datos
    personales
    que
    puedan
    cruzarse
    con
    la
    información
    filtrada,
    como
    direcciones
    o
    fechas
    de
    nacimiento.

  • Verificar
    comunicaciones
    oficiales:

    En
    caso
    de
    recibir
    correos,
    llamadas
    o
    mensajes
    que
    aparenten
    ser
    de
    la
    Agencia
    Tributaria
    u
    otra
    institución,
    confirmar
    su
    autenticidad
    directamente
    a
    través
    de
    los
    canales
    oficiales.

Actuar
rápidamente
en
caso
de
exposición

Si
un
ciudadano
sospecha
que
sus
datos
han
sido
comprometidos
o
utilizados
de
manera
indebida,
es
vital
que
actúe
con
rapidez:


  • Denunciar
    fraudes:

    Notificar
    inmediatamente
    a
    las
    autoridades
    competentes
    (Policía,
    Guardia
    Civil
    o
    INCIBE
    en
    España)
    cualquier
    actividad
    sospechosa
    o
    intento
    de
    suplantación.

  • Bloquear
    cuentas
    comprometidas:

    Contactar
    con
    bancos,
    plataformas
    digitales
    o
    instituciones
    fiscales
    para
    congelar
    o
    recuperar
    el
    acceso.

  • Solicitar
    el
    derecho
    al
    olvido:

    Si
    los
    datos
    filtrados
    están
    publicados
    en
    Internet,
    solicitar
    su
    eliminación
    a
    través
    de
    los
    mecanismos
    legales
    disponibles,
    como
    la
    Ley
    de
    Protección
    de
    Datos.

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