Quienes instalan en sus equipos varios sistemas operativos saben cómo los gestores de arranque son parte fundamental de esa experiencia. Con ellos es posible elegir si quieres que al encender tu ordenador éste se inicie con Windows o Linux, por ejemplo.
Un usuario estaba cansado de tener que hacer esa elección en la pantalla del gestor de arranque, así que se creó un pequeño y simpático interruptor con el que elige qué sistema operativo quiere usar en cada reinicio. Fantástico, ¿no creéis?
Nos gustan los interruptores físicos
Stephen Holdaway estaba cansado de encender cada día su ordenador y encontrarse con la pantalla de su gestor de arranque, el conocido GRUB (GRand Unified Bootloader) de GNU/Linux. Este pequeño software se encarga de permitir que uno elija cuál de los sistemas operativos en esa máquina quiere iniciar.
Para elegir ese sistema operativo uno debe usar normalmente las flechas del teclado (arriba y abajo) y pulsar Enter al seleccionar el que quiere iniciar en ese arranque en particular.
Holdaway confesaba que un sistema con arranque dual con Windows y Linux es una forma estupenda de tener lo mejor de ambos mundos, pero al usar GRUB esa elección le roba unos segundos y quería hacerla mucho más directa.
¿Cómo lograrlo? Fácil: con un interruptor físico. Aunque GRUB no facilita del todo algo así, a este usuario se le ocurió disfrazar su interruptor de dispositivo USB de almacenamiento.
Una simple placa STM32 le sirvió para ello: solo tuvo que cambiar el descriptor USB para «disfrazarla», lo que permitió programar ese pequeño circuito y asignar las dos posiciones del interruptor para que una arrancase automáticamente Windows y la otra Linux.
Holdaway tuvo que resolver algunos retos más, como el del formato de esa «falsa llave USB» (que decidió que sería FAT12 por su simplicidad) y a partir de ahí las propias opciones de GRUB, que tiene un comando llamado ‘source’ para elegir el fichero de configuración, bastaron para completar el proyecto.
El resultado es fantástico: un pequeño interruptor que acopló a su mesa y que permite elegir de forma directa qué sistema operativo arrancar.
Una idea estupenda que demuestra cómo estos proyectos pueden dar sorprendentes soluciones a pequeños problemas.
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